Diferentes tendencias pedagógicas: liberales y progresistas
Luz San MarcoMonografía20 de Junio de 2023
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Diferentes tendencias pedagógicas: liberales y progresistas
Al final de este texto, debe presentar los siguientes aprendizajes:
- Identificar las características de la pedagogía liberal y sus variantes.
- Describir la pedagogía progresiva y sus diferentes tendencias.
- Analizar las teorías pedagógicas que se encuentran en las escuelas hoy en día.
Al pensar en la escuela, se comprende que su función es preparar a los estudiantes para una vida plena en sociedad, permitiéndoles adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para integrarse en la cultura humana, desenvolverse en el ámbito laboral y ejercer su ciudadanía de manera efectiva. En la búsqueda de estos objetivos educativos, se reconoce que las aptitudes individuales de los estudiantes desempeñan un papel crucial en su rendimiento académico, pero también se considera que existen otros factores que pueden influir en este proceso, como la pertenencia a una determinada clase social o cualquier forma de desigualdad que puedan enfrentar.
En este capítulo, exploraremos las tendencias que fundamentan las prácticas pedagógicas en las escuelas. Nos familiarizaremos con la pedagogía liberal, sus características principales y sus diferentes enfoques. Además, estudiaremos la pedagogía progresista y sus distintas perspectivas. También analizaremos las teorías pedagógicas que se encuentran presentes en nuestras escuelas en la actualidad.
La pedagogía liberal y sus ramificaciones
Con el tiempo, las ideas sobre el propósito de la escuela y las concepciones de los estudiantes y profesores sufrieron cambios y se reconfiguraron, siguiendo las tendencias presentes en cada período histórico. Esto se debe a que, según las tendencias y la presencia de ciertas teorías en cada período histórico, las prácticas escolares se materializan de diferentes maneras. La corriente pedagógica se entiende como «[...] las diversas teorías filosóficas que buscaban dar cuenta de la comprensión y la orientación de la práctica educativa en diversos momentos y circunstancias de la historia de la humanidad» (LUCKESI, 1994, p. 53). Seguro que has escuchado innumerables comentarios e incluso críticas sobre la escuela «tradicional», ¿no? O debe haber expresado interés por diferentes escuelas, consideradas vanguardistas. Pero, ¿qué es una escuela tradicional? ¿Qué lo diferenciaría de los demás? Vamos a responder estas preguntas, a medida que aprendamos más sobre la llamada pedagogía liberal.
Una de las principales características de la pedagogía liberal es el énfasis que pone en las aptitudes individuales de los estudiantes para que se lleve a cabo el proceso de enseñanza y aprendizaje. Desde esta perspectiva, se ve al estudiante, principalmente, de forma individual e independientemente de su contexto. De esta forma, se minimizan los aspectos que componen la realidad social del alumno y se enfatizan los conocimientos y contenidos que debe transmitir el profesor, que desempeña un papel protagonista en el proceso de enseñanza. Corresponde al alumno recibir las explicaciones y, en función de sus capacidades, aprender a comportarse y, por lo tanto, a ocupar los roles que se le asignan en la vida social.
Si bien podemos entender que nuestra sociedad actualmente valora mucho los conocimientos adquiridos a través de la educación formal, que se da en la escuela, la principal crítica que algunos autores hacen a la pedagogía liberal es precisamente el hecho de que no discuten ni consideran que otros factores puedan intervenir en la educación escolar, como la clase social a la que pertenece el alumno o los diferentes aspectos de la desigualdad que pueden existir entre los distintos estudiantes de la escuela. Al referirse a la pedagogía liberal, Libaneo (2002, p. 21) comenta que, dentro de la escuela:
[...] los individuos deben aprender a adaptarse a los valores y normas vigentes en la sociedad de clases, mediante el desarrollo de la cultura individual. El énfasis en el aspecto cultural oculta la realidad de las diferencias de clase, ya que, si bien difunde la idea de igualdad de oportunidades, no tiene en cuenta la desigualdad de condiciones [...].
En otras palabras, el autor llama la atención sobre la necesidad de reflexionar, a partir de su análisis de la pedagogía liberal, si las condiciones en las que los estudiantes se presentan a las escuelas serían las mismas, incluso si hubiera igualdad de oportunidades o acceso a la educación. También nos hace pensar en el hecho de que hay más escuelas bien estructuradas, con más recursos, profesores mejor preparados e incluso valorados, y planes de estudio de mayor calidad.
Dentro del espectro de la pedagogía liberal, encontramos cuatro subclasificaciones (LIBÂNEO, 2002):
- tendencia pedagógica liberal tradicional;
- renovada tendencia pedagógica liberal progresista;
- tendencia pedagógica liberal renovada, no directiva;
- tendencia pedagógica tecnicista liberal.
Conozcamos ahora qué constituye cada una de estas clasificaciones propuestas por la pedagogía liberal. Al leer, intenta imaginar tu tiempo en la escuela y comprueba si has experimentado alguna de estas características y formas de actuar por parte de tus profesores y directivos escolares.
En la pedagogía liberal, el profesor es el poseedor del conocimiento y es responsable de enseñar a sus alumnos el contenido del plan de estudios (Figura 1).
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Figura 1. Aula tradicional.
Fuente: Intararit/Shutterstock.com.
Tendencia pedagógica liberal tradicional
Esta tendencia pedagógica es la más antigua que encontraremos en Brasil, ya que hace referencia a su colonización inicial. Queiroz y Moita (2007, p. 3) comentan que «[...] la tendencia tradicional ha estado en Brasil, desde los sacerdotes jesuitas. El objetivo principal de la escuela era preparar a los estudiantes para que asumieran roles en la sociedad, ya que quienes tenían acceso a las escuelas eran los hijos de la burguesía».
Algunas características conforman lo que se denomina pedagogía liberal. Según Libâneo (2002), una de ellas es la distancia de la vida cotidiana de los estudiantes y de su realidad social, en aspectos que se refieren al contenido a enseñar y a las técnicas y metodologías didácticas que se deben poner en práctica. Otra característica llamativa es la relación entre profesor y alumno: existe «[...] el predominio de la palabra del profesor, de las reglas impuestas, del cultivo exclusivamente intelectual» (LIBÂNEO, 2002, p. 22). Luego, el profesor transmite los contenidos, que representan las verdades que deben aprenderse; el alumno debe absorberlas pasivamente. Si este proceso no está bien resuelto, se recurre a la disciplina para corregir posibles conductas de los alumnos que se desvíen de lo establecido, haciendo que el silencio y el orden prevalezcan en el aula.
Tendencia pedagógica liberal progresista renovada
La renovada tendencia pedagógica es el resultado del Movimiento de la Nueva Escuela, iniciado en Europa, que pretendía «[...] cambiar el rumbo de la educación tradicional, intelectualista y de memorización, dándole un significado vivo y activo. Por eso a este movimiento también se le llamó 'escuela activa'» (LUZURIAGA, 1984, p. 227). Este movimiento provocó cambios en la estructura de las escuelas en Brasil, basados en el Manifiesto da Escola Nova de 1932. El escolanovismo, como se le llamó, produjo dos tendencias en el pensamiento pedagógico: la tendencia pedagógica liberal renovada y progresista y la tendencia pedagógica liberal renovada que no es directiva.
La renovada pedagogía liberal progresista se basa en la comprensión de que la educación es un proceso interno del individuo y que, por esta razón, las experiencias que vive el estudiante, así como la problematización y los desafíos, deben considerarse como una estrategia didáctica por parte del profesor. Esta pedagogía entiende que la función principal de la educación es preparar al individuo, adaptándolo al entorno social del que forma parte. Lebâneo (2002, p. 25) afirma que «[...] el proceso de adquisición de conocimiento es más importante que el conocimiento en sí mismo». Por esta razón, se valoran los procesos de autoeducación y autoaprendizaje, ya que fomentan el aprendizaje a aprender, es decir, las formas de que los estudiantes aprendan de manera más eficiente. Esta pedagogía presenta a autores muy significativos en el área de la educación, como Maria Montessori, John Dewey, Ovide Decroly y Jean Piaget.
Tendencia pedagógica liberal renovada, no directiva
Al igual que la anterior, esta tendencia también se origina en el Movimiento Nueva Escuela. Sin embargo, la renovada tendencia liberal no directiva se desarrolló sobre la base del trabajo del psicólogo estadounidense Carl Rogers (1902-1987). Propuso que los principales aspectos a tener en cuenta en la escuela son las cuestiones psicológicas en las que están involucrados los estudiantes, con un grado de importancia mayor que los aspectos sociales o pedagógicos. Al referirse a esta pedagogía, Libaneo (2002, p. 27) señala que:
[...] los procedimientos de enseñanza, la competencia en la materia, las clases, los libros, todo tiene muy poca importancia, dado el propósito de fomentar [...] un clima de autodesarrollo y realización personal, lo que implica estar bien consigo mismo y con los demás seres humanos.
Por lo tanto, si los contenidos y los métodos de enseñanza son secundarios o menos importantes, el profesor presentará, en esta pedagogía, una actitud que favorezca y estimule las relaciones interpersonales con el alumno, su forma de ser y la creencia de que, actuando de esta manera, se desarrollará. Las autoevaluaciones se utilizan ampliamente en esta tendencia pedagógica, en detrimento de otras evaluaciones cuantitativas y disciplinarias.
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