Herramienta de evaluación docente

EVALUACIÓN DE LA PRÁCTICA DOCENTE

Máster Universitario en Profesor de Educación Secundaria Obligatoria

Herramienta para evaluar a un profesor

Profesora:

Contenido

1.        INTRODUCCIÓN        1

2.        ESTRUCTURACIÓN INICIAL        4

a.        Ámbito de aplicación        4

b.        Población y muestra        4

c.        Calendarización de las fases        4

d.        Presupuesto        6

3.        OPERATIVIZACIÓN        6

4.        CONSTRUCCIÓN Y VALIDACIÓN DEL INSTRUMENTO        7

5.        CRITERIOS DE CALIDAD        10

6.        CONCLUSIONES        12

a.        Resultados de la evaluación        12

b.        Medidas correctivas en función de los resultados de la evaluación        14

c.        Potencial y limitaciones de la herramienta de evaluación        16

d.        Opinión personal        17

7.        BIBLIOGRAFÍA        18

8. ANEXOS        19

1. INTRODUCCIÓN

El concepto de calidad educativa y su evaluación

Acudiendo a la fuente más básica de información que se puede consultar con respecto a la definición de una palabra o concepto, nos encontramos con que la edición digital del Diccionario de la Lengua Española no dispone actualmente de una definición para el término calidad educativa, aunque contempla la definición de calidad como “la propiedad o el conjunto de propiedades inherentes a algo, de tal modo que permite juzgar su valor” (ASALE & RAE, s. f.).

De esta forma, como primer acercamiento a la definición de calidad educativa podemos decir que se trata de un constructo, una serie o conjunto de características o aspectos variables y complejos, que además deben transmitir valor, es decir, ser evaluables.

El siguiente paso en nuestra aproximación a esta definición consiste en analizar lo que establece el marco normativo, es decir, las distintas leyes de educación aprobadas en España a lo largo del tiempo, ya que debemos adherirnos a ellas:

La LOGSE (LEY ORGÁNICA 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo, 1990) sienta las bases del concepto de calidad educativa, indicando que los principales aspectos que influyen en la misma son:

• La programación y los recursos docentes
• La innovación e investigación en educación
• La orientación, tanto escolar como profesional
• La inspección y evaluación del sistema educativo

No es hasta doce años después, en la LOCE (LEY ORGÁNICA 10/2002, de 23 de diciembre, de Calidad de la Educación, 2002) que se empieza a dar especial importancia a la calidad educativa, incluyendo el concepto en el propio nombre de la ley y estableciendo que la calidad educativa debe ser un derecho para las familias y un deber para el Estado.

La LOE (Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, 2006) avanza un poco más en el concepto de calidad educativa, incluyendo en su definición la cualidad democrática e igualitaria de la educación, dando cabida y haciendo responsables de ella a todos los miembros de la sociedad implicados: familias, centros, administración y alumnos.

Finalmente, en la LOMCE (Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, 2013) se vuelve a hacer hincapié en la importancia de la calidad educativa, nuevamente incluso desde el mismo nombre de la ley, otorgando una mayor autonomía a los centros docentes para establecer sus propios proyectos educativos, fomentando su especialización y potenciando la función de los equipos directivos.

En cuanto a los autores consultados que han sopesado tanto el concepto de calidad educativa como su evaluación, nos gustaría destacar a Rodríguez (2010), que examina críticamente dichos conceptos en su artículo “El concepto de calidad Educativa: una mirada crítica desde el enfoque histórico cultural” y, tras analizar el concepto establecido por varios autores, concluye él mismo con la siguiente definición:

“Así, la calidad educativa es definida a partir de un conjunto de especificaciones que deben ser cumplidas y cuyo grado de consecución puede ser medido objetivamente. Ante esta situación, la exigencia que se nos plantea es la de problematizar el concepto de calidad educativa, analizar críticamente los supuestos en que se sostiene y los procedimientos que se utilizan para darle validez, y proponer significaciones alternas. En ese proceso la perspectiva histórico cultural y la pedagogía crítica nos ofrecen herramientas conceptuales y metodológicas para realizar esta importante tarea.”

En este sentido, por tanto, podemos añadir a todo lo anterior que el papel de la evaluación de la educación es fundamental, ya que es la única forma de asegurar su calidad, permitiendo un conocimiento profundo y crítico de sus diferentes aspectos y de los procesos que tienen lugar en ella (Martínez, 2013).

Objetivos y características de la evaluación docente

La evidencia científica parece indicar que el factor intrínseco a la escuela que más influye en el aprendizaje de los alumnos es el profesor, así que es clave asegurar un buen desempeño de los docentes en el aula y para ello es indispensable la evaluación de la práctica docente.

Como se ha dicho anteriormente, la evaluación docente es la única herramienta que puede garantizar la calidad educativa, pero además se debe tener en cuenta que la evaluación del profesorado es equivalente a la evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje, ya éste se corresponde son su actividad profesional, por lo que un análisis profundo y detallado de los resultados docentes permite detectar áreas de mejora e implementar las medidas necesarias para ello.

Por tanto, para intentar aproximarse lo máximo posible a una realidad tan compleja es recomendable realizar una evaluación integral de la práctica docente, mediante la combinación de diferentes tipos de evaluación (Bolívar, 2008):

• Evaluación del profesorado por sus propios alumnos.
• Evaluación de la propia práctica docente por parte del profesorado: autoevaluación, coevaluación, o ambas.
• Evaluaciones externas del desempeño docente, por parte del equipo directivo, la inspección, pruebas externas…etc.

En cuanto al propósito de la evaluación docente, nos gustaría reproducir aquí una afirmación de Santos del Real (2012) con la que estamos completamente de acuerdo:

“La evaluación de los docentes siempre ha de tener propósitos formativos, es decir, ha de ofrecer retroalimentación apropiada a los profesores para que puedan mejorar. Además, la evaluación debe ayudar a identificar los mecanismos de capacitación y los apoyos necesarios para que los maestros puedan efectivamente mejorar su desempeño”.

Teniendo en cuenta todos los puntos mencionados anteriormente, podemos concluir que la docencia es una actividad profesional compleja y que requiere ser considerada desde diferentes perspectivas, es por esto que los procesos de evaluación de la docencia constituyen un reto para todos los actores implicados.

En este trabajo se pretende desarrollar un instrumento de evaluación de la práctica docente que contribuya a lograr los objetivos de mejora de la calidad educativa, teniendo en cuenta la complejidad y variabilidad inherentes a cualquier aspecto relacionado con el proceso de enseñanza-aprendizaje y con un propósito constructivo, de mejora continuada en el tiempo.

1. ESTRUCTURACIÓN INICIAL

1. Ámbito de aplicación

La presente herramienta o instrumento de evaluación se aplicará en el Colegio Francisco de Vitoria, centro asociado a la Universidad Francisco de Vitoria, ambos ubicados en Pozuelo de Alarcón, para evaluar a todos los docentes que trabajan en el centro, independientemente del curso y nivel (en este centro se imparte desde Educación Primaria hasta Bachillerato).

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