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La literacidad como recurso didáctico para la adquisición de aprendizajes


Enviado por   •  24 de Marzo de 2023  •  Ensayos  •  4.019 Palabras (17 Páginas)  •  43 Visitas

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LA LITERACIDAD COMO RECURSO DIDÁCTICO PARA LA ADQUISICIÓN DE APRENDIZAJES

Resumen

El presente artículo parte de la problemática de la comprensión del término literacidad aplicado tanto en el ámbito epistemológico como pragmático puesto que, por un lado, se relaciona con los procesos de alfabetización y, por otro, no se establece la claridad de su función como una disciplina de estudio, una estrategia didáctica o bien, una práctica social. Por esta razón, el objetivo de este estudio consiste en conocer las nociones y los enfoques acuñados a este concepto desde las prácticas sociales y culturales, examinando así diversas investigaciones relacionadas con las variables de interés. Para ello, se analizó la temática a modo de estado de la cuestión, y se estructuró el texto con base en las cuatro causas propuestas por Aristóteles: formal, material, eficiente y final. Dentro de los hallazgos encontrados se aprecia la literacidad como un recurso didáctico, asimismo se resalta la importancia y la necesidad de promover su enseñanza desde las prácticas letradas, de esta manera no sólo se garantiza el desarrollo de habilidades básicas para el aprendizaje en los alumnos, sino que también es un medio y una herramienta que los vincula con su realidad y les permite incidir en ella de forma crítica; y, por último, les brinda la oportunidad de resignificar, desde la lectura y la escritura, vivencias, procesos e interacciones consigo mismo, con los demás y con su entorno.

Palabras clave: literacidad, recursos didácticos, aprendizaje.

Introducción

Los procesos de aprendizaje para la adquisición de conocimientos, valores y competencias están estrechamente relacionados con las habilidades del lenguaje: habla, escucha, lectura y escritura. Cabe mencionar que, las dos primeras se aprenden de manera natural al interactuar socialmente; en cambio, las otras dos requieren de alguien que las enseñe, motivo por el que se les considera parte de un proceso artificial. Este proceso de aprendizaje y enseñanza de la lectoescritura es denominado como “alfabetización” y, a través de él, las personas aprenden los componentes propios de su lengua.

        Es de suma importancia pensar la lectura y la escritura como prácticas situadas en un contexto social y cultural, por lo que su estudio a través de la historia de la humanidad es dinámico y cambiante. Esta premisa pone en evidencia que el proceso de alfabetización cambia según el contexto y el enfoque en el que se desempeña; por tanto, la percepción tanto epistemológica como metodológica cambia según el tiempo y el entorno de las prácticas letradas.

        La literacidad se desprende de las diversas posturas epistemológicas con las que se aborda la alfabetización de modo que, puede ser comprendida como lo que la gente hace con la lectura y la escritura en un contexto determinado (Cassany, 2006; Zavala, 2008), es decir, como una práctica social. No obstante, existe una discusión en torno a este concepto debido a los diversos enfoques ⸺lingüístico, psicolingüístico y social⸺ o posturas sobre lo que se denomina literacidad.         

Por este motivo, es relevante hacer un estudio semántico de las diversas conceptualizaciones y aplicaciones que se dan a la literacidad, concretamente, desde las prácticas letradas, con el fin de mejorar los recursos didácticos para la enseñanza de la lectura y la escritura dentro de la práctica educativa. Para lograr un mejor entendimiento del tema, los apartados que integran la presente investigación están sustentados en los cuatro principios de causalidad de Aristóteles (Killen, P., 2010); si bien es cierto que el filósofo en mención postuló las cuatro causas para proporcionar conocimiento sobre los diferentes aspectos de cómo surge una cosa o de cómo ocurre un evento, “éstas pueden ser implementados al plano de la explicación moderna y, en particular, para la resolución del debate actual sobre el aprendizaje” (Killen, J., 2010, p. 136), a partir de las siguientes preguntas: ¿qué forma o estructura tiene lo que estudiamos (causa formal), ¿de qué está compuesto? (causa material), ¿qué agente lo produjo (causa eficiente),y ¿qué función o meta cumple? (causa final).

De la alfabetización a la literacidad: reflexión sobre otras maneras de leer y escribir desde una construcción sociocultural

Para el primer acercamiento con el objetivo de estudio aquí planteado, la causa formal será el punto de partida para determinar lo siguiente: ¿qué es la literacidad?, ¿qué aspectos conceptuales la preceden o constituyen?, y ¿cómo debe ser? En pocas palabras, llegar a conocer la esencia del objeto o del ser. En este caso, la comprensión de la literacidad varía según el autor o el fin con el que se aborda. Por un lado, Daniel Cassany (2006) la define a partir de las prácticas letradas y desde una concepción sociocultural, es decir, es una competencia que parte tanto del uso de la lectura como de la escritura para la criticidad y el análisis a los discursos, con el propósito de generar un impacto en el sujeto y en su contexto. En cambio, para Barton y Hamilton (2004), son formas culturales generalizadas del uso de la lengua escrita, en las cuales las personas encuentran inspiración para su vida, misma que ocurre bajo condiciones de producción contextualizadas y situadas, además son el resultado de las necesidades comunicativas. Por otro lado, Virginia Zavala (2004) la define como el conjunto de prácticas letradas articuladas entre sí, y que están asociadas en un contexto institucional específico. Para otros autores como Mónica Márquez (2017) se comprende como el uso de la lectoescritura divergente a través de proyectos letrados, y para Paula Carlino (2005) es la alfabetización académica, dicho de otra forma, la literacidad es el conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar en la cultura discursiva de las disciplinas, así como de las actividades de producción y análisis de textos requeridos para aprender.

En resumen, la conceptualización de literacidad conduce al uso de las prácticas de lectura y escritura desde un estudio de su contexto, de ahí que se considere una práctica social, asimismo, se le relaciona con el proceso de alfabetización, por tanto, tiene como fin la lectoescritura dentro y fuera de los espacios académicos. También tiene que ver con el contenido y producción de los textos. Así pues, existe una ambigüedad sobre si la literacidad es una disciplina, una práctica social o bien, un recurso didáctico, puesto que también se considera como las habilidades individuales y sociales de lectura y escritura, como una práctica situada, como un proceso de aprendizaje o como un texto. No obstante, se expone la ambigüedad sobre el término en mención, debido a que no queda una claridad en cuanto su definición o esencia: ¿la literacidad se estudia como una disciplina, una práctica social, una habilidad o un recurso didáctico?

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