ANÁLISIS DE CASO BAVARIA S.A.

Evolución de la gestión de Bavaria S. A.

Desarrollo y gestión durante la primera mitad del siglo XX

Bavaria fue fundada en Bogotá por Leo Sigfried Kopp, de origen alemán, el 4 de abril de 1889, con un capital inicial de 3,5 millones de marcos alemanes cuando en Colombia existía una población cercana a los 2,5 millones de habitantes, buena parte de ella con unas tradiciones más inclinadas hacia el consumo de la chicha y el guarapo que al de la cerveza.

La empresa lleva más de un siglo de existencia y significó la inversión extranjera de origen alemán más importante de todo el siglo XIX, tanto, que permitió aplicar una estrategia diversificadora.

En 1893, Leo y sus hermanos Kopp ya habían establecido por cinco años la Sociedad Bavaria Kopp's Deutscta Bierbraverei, que dio origen a la fundación de Cervecería Alemana Bavaria Kopp. La empresa inició actividades el Io de junio de 1891 con 80 obreros, tecnología importada de Alemania (considerada en ese momento como extraordinariamente avanzada), con técnicos y maestros cerveceros alemanes que dirigieron la fabricación en gran escala de 6.000 litros diarios de cerveza de varios tipos, en instalaciones amplias y apropiadas, ubicadas en el norte hacia las afueras de la Bogotá de esa época, en lo que hoy en día es el Centro Internacional Bavaria, unas pocas cuadras al norte de los puentes de la calle 26.

Para alimentar sus calderas, la empresa adquirió y explotó las minas de carbón de Zipacón (Mayor, 1989, NHC, volumen V: 319).

En 1896, Leo y su hermano Emil, en asocio con Jacob Kopp Sohne (casa comercial de Frankfurt), establecieron otra sociedad llamada Kopp Hermanos con el objeto de fundar y explotar la fábrica de cervezas y gaseosas Tivoli y la vidriería alemana Fenicia (Valero, 1999: 164).

En 1897, con participación de 24 sociá» entre banqueros, comerciantes y funcionarios inversionistas alemanes, se fundó en Hamburgo la Sociedad Comercial Deutsch Columbanische Braverei, con el fin de adquirir y continuar explotando los tres establecimientos en que participaban los Kopp; el costo de la empresa, incluida su razón social, patente de privilegio y registro de marca, fue de tres millones y medio de marcos, equivalente a 875.000 pesos colombianos de la época, de los cuales los Kopp aportaron la mitad (Valero, 1999: 164).

En el detalle del contrato, sustentado en los códigos civil y de comercio, se precisan las reglas de administración, cuyo control se delega en Leo Kopp, se establece la participación de los socios respecto al patrimonio y los beneficios personales.

El jefe de la oficina contable era el colombiano Simón Vergara, a quien le colaboraban en 1907 corresponsales nacionales y uno extranjero, dos tenedores de libros, tres de cuentas corrientes, dos cajeros y tres recaudadores (Valero, 1999: 165).

Integración vertical

Debido a los altos precios de las botellas importadas y con el fin de reducir costos de fabricación, en 1897, la empresa puso en marcha una estrategia de diversificación y expansión vertical con la creación de la fábrica de envases y vidrios Fenicia, el 6 de julio de 1896 (Ogliastrf, 1990: 10).

En 1898, la sociedad tenía una inversión de 4 millones de marcos alemanes de los cuales el 71% correspondía a la cervecera, 22% a Fenicia, 6% a la empresa Tivoli y 1% al Banco de Hamburgo (Junguito, citado en Ogliastri, 1990).

En un tipo de relación contractual outsouráng entre empresa y proveedores, la primera acordó con los cultivadores de cebada un precio fijo y el pago oportuno con el fin de comprometerlos a suministrar cerca de 14-000 cargas de cebada cultivada con semillas mejoradas.

Innovaciones tecnológicas

Desde su fase de desarrollo inicial, Bavaria se asesoró de técnicos extranjeros como Rudolf Khon para competir con eficiencia y calidad mediante adaptación de tecnología alemana. Años más tarde, en 1905, Khon creó su propia empresa a la que llamó Germania, de menor nivel tecnológico que Bavaria. Valero (1999: 161) señala que para valorar el contrato de venta de Bavaria a la nueva sociedad, en 1897, ésta debió destacar las siguientes innovaciones tecnológicas:

» La patente de 1892 de fermentación a baja temperatura que permitió una ventaja

«higiénica» frente a los pequeños competidores artesanales de la época. » Uso de lúpulo para aromatizar y lograr sabor. » Empleo de levadura en la fermentación.

» Paso de líquido a través de celulosa para clarificarlo antes del envase. » Aplicación de gas carbónico en el momento de envasado y corchado. » Pasteurización después de embotellada y tapada para garantizar su conservación en todo clima.

Entre 1899 y 1902, la empresa debió enfrentar, además del mercado estrecho, el reclutamiento de parte de sus obreros para la guerra de los mil días, el cierre de operaciones de la vidriera Fenicia y el despido de personal.

A partir de 1905, con una distribución efectuada a través de carros tirados por muías, la empresa recuperó nuevamente su ritmo de crecimiento y siguió enfrentando la competencia de la chicha, bebida ancestral a base de maíz, preparada en condiciones no siempre higiénicas, muy arraigada en la cultura popular, inclusive también en la clase alta, lo cual se correlacionaba con el bajo consumo de cerveza y el fracaso de muchas fábricas cerveceras por esa época. Varias décadas le tomó a la cerveza desplazar del mercado a la chicha. En 1910, con ese fin, la empresa lanzó su producto: La Pola, con certificación bacteriológica, pero la estrategia no dio resultado inmediato. En 1914, la empresa empleó por primera vez la tapa metálica en las botellas fabricadas por Fenicia. El crecimiento de las ventas de la empresa entre 1910 y 1919 fue de 15.5% anual. (Junguito, citado en Ogliastri, 1990: 11, 14). En 1919, Bavaria produjo y vendió por primera vez en un año más de un millón de botellas de cerveza.

Hasta los años veinte, la estructura de Bavaria fue principalmente una estructura unidireccional de funciones básicas, destacándose en su gestión un énfasis en objetivos de innovación y capacitación, estrategias de acceso a capital propio, expansión geográfica, integración horizontal y vertical.

El fundador, Leo Kopp, falleció en 1927 y le sucedió en la presidencia de la empresa su hijo, Guillermo Kopp Castello, quien estuvo hasta 1943.

Entre 1920 y 1930, Bavaria continuó su crecimiento; durante este periodo trajo desde Alemania otros veinte maestros cerveceros, técnicos de planta y de montaje de equipos, altamente especializados en escuelas cerveceras de ese país.

Hasta los años veinte, la empresa basó su organización en una estructura unidireccional de funciones básicas pero sin lograr los desarrollos técnicos de planeación, organización racional del trabajo, sistematización y control de costos y comercialización del tipo de las empresas modernas norteamericanas.

Consorcio de cervecerías Bavaria

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Al finalizar 1929, el gobierno estableció una política que bajó la carga impositiva, oportunidad que la alta dirección de la empresa aprovechó para adoptar, el 7 de agosto de 1930, una estrategia de expansión horizontal que la llevó a crear el Consorcio de

Cervecerías Bavaria, que le permitió una mayor capacidad de producción, economías de escala, mejoramiento del sistema de comercialización mediante un mayor alcance geográfico y la importación de maquinaria para las embotelladoras a partir de 1932 (Mayor, 1989: 330).

Este conglomerado nombró como primer presidente a Guillermo Kopp, hijo del fundador, quien estuvo de presidente del conglomerado hasta 1943.

En 1930, con 588 socios, la empresa intetoó a Colombiana de Cervezas de Maniza- les, Continental de Medellín, Cervecería de Honda, Cervecería del Magdalena, Andes de Cali, Clausen de Bucaramanga, Cervecería Nueva Cúcuta y Germania de Bogotá, y creció en su capacidad de producción, comercialización y alcance geográfico.

De este conglomerado inicialmente hizo parte la compañía Handel en Industrie Mastschappij Bogotá, que tenía domicilio en Ámsterdam, Holanda, y era la dueña de todas las instalaciones, terrenos y edificios de Bavaria y Fenicia y de otros equipos en todo el país.

En 1932 Bavaria integró a Ancla de Honda y Cervecería del Magdalena de Santa Marta.

La consolidación de Bavaria como grupo conglomerado en los treinta generó un gran cambio en la organización de la empresa mediante unidades administrativas o empresas subsidiarias dirigida cada una por un gerente general que reportaba al presidente de la compañía y a su equipo de apoyo, conforme algunos criterios incipientes de centralización y descentralización de la estructura de grandes divisiones.

Las limitaciones del sistema financiero y la imposibilidad de diseñar una estructura de estrategias de investigación, innovación, diversificación y producción a escala fue- ron obstáculos que impidieron un verdadero desarrollo de una estructura de grandes divisiones en las empresas del país en ese momento.

En 1936, Bavaria tenía 520 obreros y 106 administradores (Grisales, 1981), en una relación de casi un empleado administrativo por cada cinco trabajadores. En 1939 esta relación cambió a casi un empleado administrativo por cada cuatro operarios. Según datos de Echavarría (1999: 235), la tasa de ganancia de la empresa aumentó de 0.22% en 1932 a 19.22% en 1937.

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