APUNTES DE ANTROPOLOGIA

APUNTES DE ANTROPOLOGIA

Mgs. Jacinto Medina Ruiz

1. NUESTROS ORIGENES

En el intento por determinar quiénes somos y cuál es nuestro verdadero lugar entre los demás seres vivos, se hace necesario indagar por el proceso de evolución. Y específicamente indagar por el origen del hombre, para ello nos remitimos a Europa, Asia y al continente Africano. Tema controvertido que se examina desde la ciencia, desde la teología y desde la filosofía.

1.1 ¿Qué nos dice la ciencia?

Los descubrimientos de restos humanos fosilizados y su estudio nos permiten tener proximidad de los hechos. La ciencia que estudia tales restos se llama Paleontología, esta ciencia nos dice que lo primero que surgieron fueron los animales acuáticos, que se transformaron en anfibios, más tarde los reptiles y aves hacen su aparición, posteriormente los mamíferos y entre ellos los antropoides; estos son mamíferos que van adquiriendo una forma parecida a la que tendrá el futuro hombre sin ser hombre. De ciertos homínidos no humanizados, después de muchas tentativas aparecen los primeros homínidos humanizados, aproximadamente hace dos millones de años.

• Los australopitécidos.

Los restos encontrados por Leakey en 1963 en los barrancos de Olduvai de Tanzania y en otros lugares de África, atestiguan la existencia de un homínido de la familia de los australopitecos, cuya capacidad craneal era de los 700 c.c. tal cerebro era muy complejo y podía servir de base al pensamiento incipiente para crear instrumentos de piedra. A este primer tipo de humanidad rudimentaria se le conoce con el término genérico de “ Homo habilis” cuya edad es de un millón setecientos cincuenta mil años aproximadamente.

• Los arcántropos.

Hace aproximadamente unos quinientos mil años se extiende por Eurasia y África un nuevo tipo de humanidad, los llamados Arcántropos, con capacidad craneal de 1000 c.c. Fabrican industrias líticas menos toscas que los guijarros. Conocen y utilizan el fuego, aunque no se puede precisar si lo sabían producir o solo conservar. No enterraron a sus muertos, pero vacían el cráneo agrandando el agujero occipital cuya intención era conservar el cráneo como reliquia. Los restos más significativos son: Pithecantropus de Java” el “ Homo Pekinensis”, el “Homo heidelbergensis”

• Los paleántropos.

Vivió en el viejo mundo desde hace aproximadamente doscientos mil años. Su capacidad craneal alcanza la media del hombre actual, 1500 c.c fabrican instrumentos líticos con perfección superior. Conviven en pequeños grupos nómades, entierran a sus muerto rodeándolos de ofrendas, indicando ciertas ideas de la sobrevivencia. Viven fundamentalmente de la caza. Pintan sus cuerpos, fabrican amuletos; para algunos antropólogos son seres presapientes. Pertenecen a estos los restos fósiles del “ Homo Neanderthalensis”, el “ Homo Soloensis”

• Los neántropos.

Hace unos cincuenta mil años, está formado el último tipo de humanidad. Los neántropos, también llamados hombre de Cromagnon. Es este por excelencia el “homo sapiens” o plenamente entrado en razón. El nuevo hombre crea la agricultura y se vuelve sedentario. Produce pinturas rupestres, altos y bajos relieves, estatuillas símbolo de la fertilidad e ídolos protectores. Posee prácticas mágico-religiosas, entierra a sus muertos construyendo pequeños monumentos funerarios.

1.2 ¿Qué nos dice la teología?

Basados en el relato del Génesis, la Biblia nos dice: “En el principio creó Dios el Cielo y la Tierra”, en el sexto día creó al hombre a imagen y semejanza de Dios. Para el creyente estas son verdades reveladas. El problema del origen del mundo y del hombre visto desde el Sagrado Escrito lejos de ser una fuente ambigua y contradictoria es una luz decisiva sobre el problema del origen; pues no hay contradicción entre lo que enseña la ciencia y los contenidos religiosos de la revelación bíblica. El problema fue que se tomó la Biblia no sólo como un libro religioso, el de la revelación de Dios, sino como un libro con respuestas científicas precisas a todo, no se distingue las verdades fundamentales de la revelación y la expresión simbólica de las mismas por medio de un lenguaje abstracto. Hablar de evolución no va en contra de Dios, lo que hay que reconocer es que la evolución no se presenta en abstracto, sino que tiene que haber un ente superior que sea quien la motive y este es el Dios vivo y liberador.

La revelación de Dios es una revelación histórica y gradual hasta la plenitud de los siglos, hoy Dios se está revelando y nos compromete con su creación. Dios no hace las cosas a golpes, sino tras largas preparaciones o advientos. La historia además de deveniente es adveniente, es decir cumplimiento de promesas. En promesa está la vida y el hombre desde la puesta en marcha del proceso expansivo evolucionista y el hombre por su inteligencia humana es capaz de aprehender las cosas como realidades y no solo como objetos estimulantes. Pues Dios solo puede ofrecerle su amistad a un ser razón y no a cualquier animal, pues la amistad supone cierta igualdad y reciprocidad. La amistad no se impone, se acepta.

1.3 ¿Qué nos dice la filosofía?

La filosofía parte de la siguiente reflexión interrogante: ¿A lo largo del proceso descrito por la ciencia, lo puede dar por sí sola como causa adecuada y total? A este interrogante se han dado básicamente dos respuestas: La autocinética y la heterocinética.

• Explicación autocinética: Es una respuesta materialista, según la cual la materia da de sí y de por sí, en virtud de sus virtualidades intrínsecas, todo lo que va resultando en el proceso evolutivo. Federico Engels llama a esto “Proceso dialéctico de la naturaleza”. La dialéctica se explica por tres leyes:

- Ley de la unidad de los contrarios: según la cual la materia está constituida por unidades contrarias, en choque o lucha y de ellas nace el cambio o movimiento.

- Ley de los saltos cuantitativos y cualitativos: La realidad evoluciona mediante pequeñas transformaciones, que cuando se acumulan producen la gran transformación o salto cualitativo surgiendo una realidad nueva que antes no existía.

- Ley de la negación de la negación o negaciones en cadena: Afirma que la estructura del movimiento dialéctico es triádico o trifásico, es decir, procede mediante tesis, antítesis y síntesis.

• Explicación heterocinética: Es una explicación teísta, afirma que lo que la materia da de sí a lo largo del proceso de explicación científica, no lo dado de por sí sola como único agente o causa suficiente. Se admite la evolución es sus aspectos científicos y se rechaza que Dios haya hecho las cosas de forma directa, sino más bien hace que las cosas se hagan. Las cosas son verdadera causa, dan de sí, pero son causas segundas, porque lo que dan de sí no lo pueden dar de sí solas. Dios es la causa primera que posibilita la actuación de las causas segundas. La acción de Dios pasa por las causas segundas, es invisible a los ojos escrutadores de la ciencia, pero es una necesidad que se impone a la reflexión de la mente ante la insuficiencia de la explicación dialéctica de tipo materialista.

2. ANTROPOLOGIA FILOSOFICA

2.1 LA ANTROPOLOGÍA NOETICA

2.1.1 SOCRATES: "Conócete a ti mismo"

Hemos indicado que prácticamente con Sócrates y los so¬fistas aparece con inusitada vitalidad en Grecia el problema del hombre. El hombre vuelve la mirada sobre sí mismo en un intento por desentrañar el sentido de su ser, esforzándose por crear una imagen de sí, que le permita comprender la situación multifacética en que se mueve, como también afrontar con éxito la realidad histórica en que se encuentra. La situación que tuvieron que afrontar Sócrates y Platón está en intima relación con las condiciones creadas por la Guerra del Peloponeso que llevará a Grecia a la decadencia de su civilización con la derrota y ruina de Atenas. Ellos se preguntan por las causas de la catástrofe.

Qué pueden decir Sócrates y Platón al hombre de hoy? No intentamos proponer soluciones a los problemas del mundo contemporáneo a partir de los clásicos, lo que intentamos es saber cómo los clásicos afrontaron los problemas propios de su época.

Sabemos que Sócrates posiblemente nació en el año 470 o 469 a.c., también sabemos que sería condenado por la democracia ateniense a beber la cicuta en un proceso que asumiría todas las características de un juicio político no sólo contra el viejo Sócrates sino contra la misma filosofía.

A Sócrates se le acusó de impiedad y de corromper a los jóvenes con sus discursos exaltados contra las convicciones habituales de las gentes, al preguntar y cuestionar al hombre de su tiempo, hasta el punto que el gobierno tiránico de Critias le prohibió la palabra. La democracia ateniense le arre¬bataría la vida.

Al filósofo se le acusa en este sonado proceso, de desviarse del camino seguido por los filósofos anteriores. Y esto es cierto. Sócrates adopta una actitud distinta en filosofía. Su interés no es un examen de la naturaleza, sino una inversión de valores, en cuanto que no son las cosas lo que preocupa a Sócrates, sino el hombre concreto y su conducta.

A Sócrates se le acusa por los resultados que produjo tal desviación: una pretendida corrupción de los jóvenes y recalcitrante impiedad consistente, según decían sus acusado¬res, en introducir nuevos dioses desconociendo los

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