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Armas Destructivas O No?


Enviado por   •  10 de Octubre de 2013  •  2.038 Palabras (9 Páginas)  •  307 Visitas

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Armas de Fuego: ¿seguridad o riesgo?

Las armas de fuego son dispositivos destinados a propulsar uno o múltiples proyectiles por medio de presión de gases con el fin de tiro a distancia.

Actualmente circulan más de 600 millones de armas alrededor del mundo. De esas armas, apenas 37,8% pertenecen a las Fuerzas Armadas, 2,8 % a las fuerzas públicas policiales, 0,2% a grupos rebeldes, y la enorme proporción de 59,2% está en manos civiles.

Muchos ciudadanos piensan que las armas de fuego brindan protección a las personas y consideran que los organismos que se encargan de la seguridad pública (ya sea la policía, el ejército, etc.) pueden tardar en responder, por lo que prefieren encargarse ellos mismos de defenderse utilizando armas de fuego. Además, algunas personas consideran que es más económico invertir en la compra de un arma de fuego que instalar alarmas o contratar guardias de seguridad para proteger tanto la seguridad personal como la de sus familiares, amigos, etc.

Debido al incremento de los ataques de los delincuentes, muchas personas han tomado la decisión de mejorar su seguridad tanto dentro como fuera de sus casas, adquiriendo un arma de fuego. Se podría decir que, para usar un arma de fuego no se requiere de mucha fuerza física ni entrenamiento, como sí lo requieren en cambio otros medios de defensa como las artes marciales o el uso de armas punzocortantes por ejemplo, por lo cual es ideal para la protección de personas que no cuentan con el tiempo para prepararse o la capacidad para otros tipos de defensa. Además, aunque suene poco probable, un arma de fuego también constituye un medio para defenderse de animales salvajes o controlar ciertas plagas (ratones, serpientes, etc.), sin usar agentes químicos que dañen el medio ambiente.

Sin embargo, el incremento del número de ciudadanos que poseen armas de fuego trae consigo varios problemas serios como por ejemplo, accidentes, asesinatos y suicidios.

El primer problema, son los accidentes que pueden ocasionar las armas de fuego en manos de civiles. Se calcula que en el 40% del total de hogares de Estados Unidos existe algún tipo de arma de fuego y que una de cada cuatro de ellas, es una pistola. El acceso a las armas de fuego en el hogar aumenta el riesgo de muerte y de lesiones accidentales, sobre todo en niños. Los disparos accidentales constituyen más del 20% de las muertes relacionadas con las armas de fuego en los niños menores de 14 años de edad. Además, la mayoría de muertes accidentales relacionadas con las armas de fuego, en el caso de los niños, ocurre dentro o alrededor de la casa; el 50% en el hogar de la víctima y el 40% en la casa de un amigo o pariente (1). Tal es el caso de, Nicholas Macario Moreno, uno de los tantos casos existentes de niños que mueren a causa de accidentes con armas de fuego.

Nicholas, un niño de 11 años conocido por sus amigos como “Nico”, murió a manos de su mejor amigo el 9 de marzo del 2011 en una residencia al norte de Laredo en Estados Unidos. Nico cursaba el quinto grado de primaria cuando acudió ese día a la casa de su amigo para esperar que su madre pasara por él. No está muy claro como su amigo, de 11 años, logró sacar la pistola de su padre y al jugar con ella, le disparó en el pecho a Moreno, quien murió a los pocos instantes. La desgracia hundió en la tristeza a dos familias, a la de Nico, porque era el único hijo varón y el orgullo de sus padres y a la del niño que disparó, porque no fue intencional y tendrá que pasar el resto de su vida sabiendo que le quitó la vida a un amigo. Vicente Astudillo, padre del niño que mató a Nico, recibió cargos criminales por permitir el acceso de la pistola al niño. Tiene pendiente un proceso por permitir el uso de un arma, un delito menor clase A, castigado con 12 meses de cárcel y 10 mil dólares de multa. Macario Moreno, el papá de Nico, señaló que si Vicente Astudillo hubiera tenido el arma bajo llave, en un lugar seguro y hubiera puesto un candado en el gatillo, tal vez su pequeño hijo aún estaría vivo.

El segundo problema son los asesinatos y/o homicidios existentes a causa del uso de armas de fuego. Se calcula que 40% de los homicidios que se producen en el mundo son ejecutados con armas de fuego.

Tal vez muchos de nosotros nos consideramos suficientemente responsables para tener en casa o portar un arma de fuego; Pero, ¿estamos realmente listos para disparar cuando se presente una situación que lo amerite?

Si uno se encuentra en un robo ya sea en su propia casa, en la oficina o en una tienda, y tiene un arma y dispara, lo más probable es que se puedan generar dos tipos situaciones: o esa persona será sorprendida y podría morir, o matará al agresor. Pero, ¿estamos preparados para matar? Puede que algunos sí lo estén, pero la mayoría de personas tendrán problemas para poder vivir con la sensación que implica haber matado a alguien, de convertirse en un asesino, así lo hayamos hecho en legítima defensa. Por otro lado, ¿Es posible sentirse bien sabiendo que hemos acabado con la vida de una persona que podría tener una familia al igual que nosotros? ¿No hubiese sido mejor recurrir a la policía para atrapar al ladrón y recuperar los bienes robados? Recordemos que contamos con la ayuda de la policía, personas capacitadas y preparadas para matar si fuese necesario, ahorrándole así al ciudadano el peligro que implica intentar acabar con la vida de otro ser humano con un arma de fuego y sobre todo el profundo trauma que esto genera.

El último problema respecto a la posesión de armas en manos de civiles son los suicidios realizados con armas de fuego. Un suicidio es el acto por el que, deliberadamente, un individuo se provoca la muerte, es decir, el suicidio supone quitarse la propia vida de manera voluntaria.

Cada año más personas mueren por armas que usan contra sí mismos (suicidos) que como víctimas de homicidios. Estudios realizados indican que el 85% de intentos de suicidio con armas de fuego acaban con muerte, mientras que sólo con 2% es exitoso cuando se usan pastillas.

Se dice que un suicida invierte poco tiempo en planear su muerte. “Todo suele ser

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