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BASES DE LA COMUNICACIÓN LINGUÍSTICA

Alejandra MuñozDocumentos de Investigación17 de Septiembre de 2016

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INSTITUTO JOSÉ DAVID AC UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIHUAHUA

LIC. EN COMUNICACIÓN HUMANA

ANTOLOGÍA

BASES DE LA COMUNICACIÓN LINGUÍSTICA

MPNA. Cecilia González Russek Lic. Paulina Tarango Yong Chihuahua, México. 2014

La lingüística

El lenguaje ha fascinado a los seres humanos y se ha investigado con seriedad durante más de 2,000 años. Han dado lugar a observaciones subjetivas y anecdóticas pero ha habido también desde los tiempos más antiguos estudios objetivos en los que los especialistas han investigado de manera detallada y organizada aspectos de la gramática, del vocabulario y la pronunciación.

El lenguaje atrajo la atención de un número de especialistas cada vez mayor a finales del siglo XVlll. El interés era tan grande que rápidamente fue posible advertir el surgimiento de un nuevo campo de investigación científica centrado  en el análisis del lenguaje. Este enfoque, conocido primero como filología,  aborda en forma exclusiva el desarrollo histórico del lenguaje.

La lingüística es en la actualidad una disciplina académica de gran difusión con varios dominios de aplicación.

Historia antigua.

Muchas civilizaciones antiguas disponían de un conocimiento religioso o filosófico del lenguaje.  En particular, los antiguos gramáticos y filósofos de Grecia, Roma  e India abordaron varios aspectos importantes el análisis del lenguaje.

GRECIA

Hermógenes sostiene la opinión que el lenguaje tuvo su origen como producto  de la convención, de modo que la relación entre las palabras y las cosas es arbitraria: “pues nada tiene su nombre por naturaleza, sino sólo por el uso y la costumbre”.

Cratilo sostiene la postura opuesta, según la cual el lenguaje surgió de modo natural y, por tanto, existe una relación intrínseca entre las palabras y las cosas: “que existe un nombre correcto de modo natural para todas las cosas: un nombre no es simplemente aquel que varias personas acuerdan de modo conjunto para llamar a una cosa.

La segunda postura de modo más completo invoca en su apoyo el origen divino: “un poder mayor que el del hombre asignó los primeros nombres a las cosas, de modo que por necesidad deben ser correctos”.

Aristóteles en su ensayo de “Interpretatione” apoyó el primer punto de vista. Consideró que la realidad de un nombre se encuentra en sus propiedades formales, siendo su relación con el mundo real secundaria e indirecta: “no existe ningún nombre por naturaleza, sino sólo convirtiéndose en un símbolo”.

Los lingüistas modernos han señalado que ninguna de las dos es válida en sus formas extremas.

En esa época se discutió si la regularidad o la irregularidad explicaba mejor los hechos lingüísticos del griego. Según la primera, el lenguaje es esencialmente regular y manifiesta simetrías en sus reglas, paradigmas y significados. La segunda se centra en las numerosas excepciones a estas reglas. En la  actualidad, se analizan las lenguas haciendo referencia a sus reglas y a sus excepciones con el objetivo de comprender la relación entre ambas, en lugar de negar la importancia de cualquiera de las dos.

Los estoicos establecieron de modo más formal las nociones gramaticales básicas que se han hecho tradicionales desde entonces en el pensamiento occidental a través del latín. Agruparon las palabras en partes del habla, organizaron sus formas variantes en paradigmas y diseñaron nombres para ellas.

Los trabajos se orientaron hacia el lenguaje escrito. Se concedió cierta atención  a algunas nociones básicas sobre la articulación del habla y se añadieron tildes en la escritura como guía para la pronunciación, pero el interés se centró en los campos de la gramática y la etimología, no en la fonética.  Surgió una doctrina  de la corrección y la estilística.

ROMA

Los escritores romanos siguieron en gran parte el precedente griego e introdujeron un enfoque especulativo para el lenguaje, emplearon las categorías y terminología griegas con pocos cambios en las obras descriptivas del latín. El trabajo mas influyente del periodo romano resultó ser una excepción a esta tendencia: la codificación de la gramática latina realizada por Marco Terencio Varro bajo los encabezamientos de etimología, morfología y sintaxis. Su obra constaba de 26 libros y sostenía también la opinión de que el lenguaje es, un fenómeno social cuyo propósito es comunicativo, y que solo de modo secundario constituye una herramienta para la investigación lógica y filosófica.

Varios autores escribieron trabajos en el campo de la gramática y de la retórica. Destaca Cicerón sobre estilo y Quintiliano acerca del uso del lenguaje y sobre como hablar en público.  Julio César escribió sobre la regularidad gramatical.   Elio Donato trató en sus escritos la gramática latina.         Otro trabajo influyene

fueron las Institutiones grammaticae de Prisciano, contiene 18 libros y sigue siendo la gramática mas completa de esa época de que disponemos.

El principal resultado del periodo romano fue un modelo de descripción gramatical que se transmitió a través de muchos escritores en Europa y que se convirtió en la base de la enseñanza de la lengua en la Edad Media y el Renacimiento. Con el tiempo, se convirtió en el enfoque “tradicional” de la gramática, que sigue ejerciendo su influencia en la enseñanza del inglés y de otras lenguas modernas.

INDIA

Los lingüistas indios diseñaron técnicas de análisis descriptivo que podrían haber gozado de gran influencia si hubieran llegado al mundo occidental, hecho que no tuvo lugar hasta el siglo XIX.

Los sacerdotes hindúes sabían que su lengua se había alejado de la lengua de sus textos sagrados antiguos, los Vedas tanto en la pronunciación como en la gramática. Una parte de sus creencias establecía que ciertas ceremonias religiosas debían reproducir de modo preciso la forma original de los textos para ser apropiadas. Los cambios no constituían una corrupción sino una profanación, y se desarrollaron varias disciplinas auxiliares que incluían la fonética, la etimología, la gramática y la métrica a fin de superar este problema.

La solución consistía en establecer de modo claro y sistemático los hechos de la lengua antigua y elaborar así un texto autorizado. La prueba más antigua es el trabajo que el gramático Panini llevó a cabo en algún momento.

Los Astadhayayi (ocho libros) recogen principalmente las reglas de formación de las palabras. El trabajo es notable por sus detalladas descripciones fonéticas: se describen de modo claro los lugares de articulación, se introduce el concepto de sonoridad y se reconoce la influencia mutua de los sonidos en el habla seguida. Varios conceptos de la lingüística moderna se derivan de esta tradición.

LA EDAD MEDIA

El latín, como lengua de la educación, permitió la continuidad de la tradición entre los periodos clásicos y medievales. El aprendizaje se basaba en siete artes, tres de las cuales (la gramática, la dialéctica y la retórica) formaban una división conocida como trivium. La gramática se consideraba como el fundamento de  todo el aprendizaje. En los siglos XIII y XIV se desarrolló una tradición de gramáticas en las que se interpretaban las nociones gramaticales dentro del marco de la filosofía escolástica. Los autores buscaban la explicación última de las reglas de la gramática en la filosofía. Se pensaba que las diferencias entre lenguas eran superficiales y escondían la existencia la existencia de una gramática universal.

La edad media presenció el desarrollo de la lexicografía occidental y los avances en el campo de la traducción debidos al aumento en la actividad misionera cristiana. Los escritores bizantinos continuaron exponiendo las ideas de los autores griegos y existía una fuerte tradición de estudios en lengua árabe relacionados con el Corán. En torno al siglo VIII, se elaboraron  varias  gramáticas y diccionarios importantes, así como trabajos descriptivos sobre la pronunciación árabe que no se conocieron en Europa Occidental durante largo tiempo.

EL RENACIMIENTO

El redescubrimiento del mundo clásico que llego con el “despertar del aprendizaje” y el descubrimiento del Nuevo Mundo transformó el campo del estudio del lenguaje.  La labor de los misioneros dio lugar a una gran cantidad  de material lingüístico, se descubrieron las tradiciones lingüísticas chinas. Los estudios árabes y hebreos progresaron, estos últimos en relación con la Biblia.  Se estudió de forma más sistemática las lenguas europeas, especialmente la familia romance.   Las primeras gramáticas de italiano y español datan del   siglo

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