Bitacora de sintesis

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Síntesis de bitácora

“Un largo camino

que aquí termina”…

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Karina Antonucci

                                    Santiago 31

                                                                             (Mayo 2013 – diciembre 2015)

Este fue un proceso en donde he aprendido mucho, mejor dicho, ha sido un proceso que ha despertado en mí el interés de querer indagar más…

Aunque cada vez que sonaba la alarma, el día sábado o en vacaciones cuando todos seguían durmiendo, la sensación de querer quedarme en mi casa con mis hijos me hacía cada día más difícil cumplir con este gran compromiso de convalidar mi título argentino.

¿Si yo ya me había titulado por  qué tener que estar ahí? Rondaba esa pregunta en mi cabeza desde el momento de despegarme de la mullida y templada cama, hasta llegar a la sala donde encontrarme con mis cuatro compañeros de trabajo, buena conversa y amistad hacían de esta tortura un día maravilloso.

Si bien, no todos los módulos fueron relevantes o significativos, hubo muchos momentos que quedaron en mi retina… sobre todo esas discusiones entre compañeros, los que vivían experiencias diversas, desde realidades económicas extremas.

Pero lo que más ha marcado mi proceso fue mi propia reflexión, no solo desde el pensar sino desde el escribir lo que a comienzos fue…LA MALDITA BITÁCORA que a poco andar se transformó en UNA LEAL COMPAÑERA, si, nunca lo hubiese imaginado, los módulos y mi práctica estaban en función de la bitácora y viceversa…

Hubo clases en donde debatimos sobre los aspectos más relevantes de la evolución de las leyes educacionales en Chile, donde podría decir, que  para mí es una debilidad debido a que soy formada en Argentina, sin embargo he tratado de interiorizarme de algunas y las considero muy poco coherentes con la labor que debemos cumplir en el aula. Por decir lo menos las veo como muy idealistas.

Si bien a partir de los 90 las políticas educativas  explicitan el propósito de avanzar en  calidad y equidad de la educación. Iniciándose un extendido proceso de  reforma al sistema educativo, dentro de  los parámetros legales que se heredaron  de la dictadura considero, a modo personal, que en calidad hay mucho por ejecutar.

Hubo otras clases donde sentí que estaba en lo mío, contenidos que después de haberme titulado hace más de quince años y trabajar con niños todo ese tiempo resonaban en mi cabeza…

Si bien políticas educativas es un módulo que amplía nuestro saber pude concluir que solo sé que no sé nada…

Otras clases me sirvieron para ordenar conceptos y refrescar otros, pero también hicieron que surgieran muchas dudas…si los profesores tenemos una gran incidencia en la formación de la identidad del niño, tomando en cuenta que el ser humano es un sujeto de aprendizaje y en él la gran mayoría de las modalidades de comportamiento se adquieren a través del aprendizaje: se aprende a hablar, a caminar, a escribir, a resolver problemas... El aprendizaje adquiere una dimensión relevante en la escuela por ser ésta la institución que garantiza la transmisión y apropiación de los saberes socialmente significativos. Pero ¿Quién asegura que puertas adentro un profesor deja huellas en el niño que le servirán para su formación y no lo dejaran marcado negativamente? ¿Por qué nuestra formación es más metodológica que psicológica? ¿Estamos realmente preparados para enfrentarnos a este niño tomando en cuenta su etapa del desarrollo, sus necesidades y sus problemas? ¿Qué sucede con esos profesores que transforman una clase en un monologo finalizando con una pizarra llena de actividades para transcribir?

Si el niño es un sujeto y no un objeto, si es único ¿tenemos conciencia de qué manera entregamos herramientas en la construcción de su identidad individual y colectiva?

Mi desafío fue revisar mi práctica y ver cómo contribuyo a la construcción de la identidad de mis alumnos.

Yo trabajo en un colegio de metodología High Scope en Chicureo, que es un enfoque educativo en el que el niño capaz de elegir su trabajo, planificarlo, hacerlo y recordarlo.  Usamos una rutina diaria con los niños, que hace predecible su trabajo diario, brindando estabilidad y equilibrio. Además, garantiza la atención de los adultos a los intereses y necesidades de los niños, así como un sentido de control sobre sí mismos y su ambiente.

Los niños construyen su propio conocimiento interactuando con el mundo y las personas, ellos dan el primer paso en el proceso de aprendizaje haciendo elecciones y llevando a cabo sus planes y decisiones.  Profesores y padres ofrecen apoyo físico, emocional e intelectual. En este tipo de aprendizaje activo, los adultos incitan al niño a pensar y decidir utilizando diversas estrategias, es decir, dándole herramientas en la resolución de problemas.

HighScope nos plantea el gran desafío de una educación realmente de calidad, tanto para los niños como para los padres y profesores, ya que es muy distinto trabajar con un niño, que espera que le digan el cómo actuar a uno que tiene un por qué aprender lo que desea aprender.

¿Ayudan las metodologías donde masifican al niño sin que aprenda a construir su identidad?

En esta metodología se respetan las individualidades, ¿pero qué pasa con los niños que no tienen los medios económicos para hacerlo?

¿En los colegios municipalizados o particular subvencionados se respeta la construcción de la identidad de ese niño que se está formando o se masifica?

¿Los profesores somos formados para ayudar al niño a construir su identidad desde sus necesidades? Entre tantas preguntas que surgían en mi cabeza, mi practica educativa iba sufriendo modificaciones porque la bitácora no me permitia pensar sin reflexionar.

Siempre hubo conceptos importantes pero encontré algunas clases repetitivas donde se hablaba muchas horas de lo mismo y podríamos haber leído los  power point y hacer los mismos trabajos pedidos…si bien es necesaria la reflexión dimos vuelta en lo mismo varias veces. Optimizar el tiempo es otro desafío para nosotros los docentes.

Esto también me hizo mucho ruido en relación a mi práctica docente, ¿cómo entrego los contenidos a mis alumnos? no sólo por su calidad, sino también cómo lo hago, soy monótona o despierto en mis alumnos el bichito de la curiosidad. ¿Soy entretenida o a mis niños también  se les hará eternamente aburrida la clase?

Una frase que me dejó pensando fue “los aprendizajes dependen de las emociones”  ¿tenemos esta gran frase presente, los profesores al relacionarnos con nuestros alumnos? ¿Hacemos una clase para todos o estamos atentos a las individualidades? ¿Genero emociones que le permitan al niño crear la necesidad de aprender por sí mismos o domestico?

Para poder generar todos estos planteamientos es muy importante tener en cuenta en nuestro quehacer docente que nuestra actitud es fundamental, el docente debe tener expectativas hacia sus niños, es decir, creer en sus capacidades.

Cuando hablamos de aprender, el ambiente es un soporte imprescindible en este proceso, cómo recibo a mis alumnos ¿conozco sus nombres? ¿Los personalizo? ¿Manejo el concepto de persona como un ser único, con identidad propia y con una historia? ¿Respeto la singularidad?

Cuando hablamos de metodología me surgieron más preguntas y nuevas reflexiones que me mantenían ausente por unos minutos… la metodología en la que yo trabajo refleja todo lo que el profesor decía y mis acotaciones las sentí muy atingentes al tema tratado ¡¡¡me sentí genial!!!! La base es poner al niño en “acción” que aprendan haciendo, experimentando y reflexionando.

Que maravillosa sería la educación si pudiéramos enseñar en todas la escuelas desde la concepción de los principios de la educación personalizada, respeto a la singularidad, refuerzo de la autonomía, en un ambiente cálido, con los recursos dispuestos para trabajar en una sala limpia, ordenada que de evidencia del trabajo de los alumnos y que nuestra labor trascienda en los niños dejando huellas significativas.

Entonces ¿qué es el aprendizaje? ¿Es solo el proceso de adquisición de conocimientos, habilidades, valores y actitudes? ¿O también debemos definirlo desde el cómo se produce para que sea significativo?

Lo significativo de un aprendizaje radica en los aspectos que se asocian a la propia experiencia y son aplicables, es decir, contextualizados. Que los niños logren “aprender a aprender” a través de la metacognición llevándolos a la autonomía en el aprendizaje, que desarrolle habilidades que le permitan aprender…esto se logra en una clase donde el profesor entregue un abanico de diferentes formas de abordar el contenido, a través de la manipulación  de material concreto, enfrentándolo a la resolución de problemas y produciendo andamiaje con el adulto y entre pares.

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