CUENTO Había una vez un hombre, que desde un tiempo, en un pueblo, le habían ocurrido sucesos extraños
Soffí ReyesInforme30 de Abril de 2017
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Había una vez un hombre, que desde un tiempo, en un pueblo, le habían ocurrido sucesos extraños, tanto así que cada madrugada a las 3:15 am se despertaba gritando como loco, antes los vecinos se asustaban e iban hasta su casa, tratando de auxiliarlo, pero él nunca salía hasta la mañana siguiente. Los vecinos ya se habían acostumbrado de esto, algunos ya ni se despertaban y seguían durmiendo, ya era habitual. Aunque no todo era color de rosa, los vecinos ya estaban presentando episodios de furia y de miedo, pues no querían un loco en el pueblo. Este hombre, antes de volverse un “loco” no era muy social, pero las pocas veces que cruzaba palabra con alguien, congeniaba muy bien.El hombre hablaba muy poco con otro hombre, pero este hombre era en el que más confiaba, eran amigos. A su amigo ya le habían llegado a los oídos los rumores de que la gente quería enviarlo a un manicomio, y como un buen amigo, un día con suerte lo encontró por ahí caminando en la calle y le dijo:
-Buenas tardes, caballero, quizá usted me puede quitar algunas inquietudes, claro, si tiene tiempo, usted dirá.
-Vaya, vaya, al parecer hace mucho no hablamos usted y yo, por supuesto, quitare todas las inquietudes que usted tenga.
- He escuchado que desde un tiempo, usted ha venido gritando todas las madrugadas, y por ello, los vecinos se han estado quejando, hasta el punto de lo quieren enviar a un manicomio, por supuesto yo no quiero esto, por eso le aviso.
-Gracias y… no gracias, vera, quizá lo que en verdad tengo, si es paranoia, y sería lo mejor, quizá, un manicomio.
- vaya… bueno tengo prisa, pero antes quería preguntarle algo: ¿Por qué grita así todas las madrugadas, que es lo que le atormenta?
-Mi…no… no lo sé, es como una anciana, todas las madrugadas la veo, ahí, parada en frente de mi cama, y empieza a arrancarse el cabello y a decir cosas ininteligibles, esto es, querido mío, lo que me ha atormentado todo este tiempo.
-Qué mal, pero yo conozco a alguien, no lo ayudara quitándole ese mal espíritu, pero usted descansará un poco al saber quién es.
Lo último dicho, hizo que el hombre recuperara la última gota de esperanza antes de que desapareciera, para siempre.
-Buen hombre, mire, -saco de su bolsillo un papel- aquí está la dirección, es mejor que se apresure, no sea que la locura lo invada completamente mañana en la madrugada…
-Gracias, de verdad mucha gracias, me ha devuelto un poco de esperanza. Y diciendo esto, su amigo, se alejó con misterio, tan lúgubre…se alejó lentamente, como si no hubiese un futuro, y el hombre atormentado, no espero otro segundo más, observo el papel y se apresuró casi corriendo.
La ruta descrita en el papel, lo llevaba hacia un bosque, donde debía haber una casa. Finalmente, llego, la casa era muy antigua y parecía abandonada, cuando toco la puerta, casi se desvaneció con el viento, menos mal se abrió misteriosamente sola. Entro e inspecciono cada una de las
habitaciones, tratando de encontrar a aquel anciano que supuestamente, como lo decía en el papel, lo tendría que ayudar. No paso mucho tiempo, hasta que se cansó y con una mirada, como si estuviera herido, decidió salir y regresar a la horrible pesadilla de cada día. Cuando bajo todas las escaleras, algo le dijo que se asomara otra vez a la sala, a lo que allí vio, como un consultorio, a un anciano dibujando algo, y en el suelo, miles y miles hojas esparcidas con dibujos, todos muy perfectos de gente. El hombre se acercó al anciano y le iba a decir algo, pero el anciano hablo antes:
-Se lo que buscas… -y terminando el dibujo, se lo dio- toma, solo dibuje la mitad de la cara de quien te atormenta, sabrás que abras muerto, cuando la otra mitad aparezca…
Desconcertado el hombre observo el dibujo, pero no lograba reconocer el rostro allí dibujado, bueno era obvio, solo era la mitad.
Pasaron los días y el hombre trato de reconocer el dibujo, pero cada vez más, la locura se adueñaba de él. Un día pensó que eso no tendría que seguir siendo así, hasta que llegaron las 3:15 am y decidió enfrentarse a ese mal espíritu:
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