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Concepto De Innovar


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2012  •  4.200 Palabras (17 Páginas)  •  1.264 Visitas

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Concepto de innovar

cualquier innovación introduce novedades que provocan cambios; esos cambios pueden ser drásticos (se deja de hacer las cosas como se hacían antes para hacerlas de otra forma) o progresivos (se hacen de forma parecida pero introduciendo alguna novedad); en cualquier caso el cambio siempre mejora lo cambiado; es decir, la innovación sirve para mejorar algo.

La mejora puede ser reducir el esfuerzo; reducir el coste; aumentar la rapidez en obtener resultados; aumentar la calidad, satisfacer nuevas demandas, etc. Para que estas innovaciones tengan éxito el coste de introducirlas debe ser asequible para los usuarios de dichas innovaciones.

Los cambios drásticos suelen llevar asociado un alto coste y únicamente se incorporan en situaciones límite o estratégicas; sin embargo los cambios progresivos suelen llevar asociado un bajo coste y son perfectamente asumibles.

Una forma de incorporar novedades que produzcan cambios progresivos consiste en incorporar nuevas tecnologías que han demostrado éxito en otros campos; en este sentido utilizar tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en distintos productos y servicios produce cambios que consideramos innovación, ya que mejoran el producto y el servicio y lo adaptan a nuevas demandas.

Llevando todo esto al proceso educativo y descartando que en un corto espacio de tiempo se produzca un cambio drástico; la innovación educativa introduciría novedades que mejorarían el proceso formativo; pero siempre con un coste asequible; la incorporación de las TIC podría producir esa innovación educativa.Actualmente, desde el punto de vista social, el éxito de un proceso formativo para un alumno (y sus padres) es aprobar la asignatura, a más nota más éxito.

Por tanto, la innovación debe permitir obtener la misma nota que se obtenía sin innovación pero empleando menos esfuerzo; o bien dedicando el mismo esfuerzo pero obteniendo más nota.Desde el punto de vista del profesor, la nota refleja la adquisición de conocimientos, habilidades y capacidades de un alumno; por tanto la innovación para un profesor consistiría en que el alumno adquiriera conocimientos, habilidades y capacidades relacionados con la asignatura que imparte; y si además consigue que el alumno crea que es útil sería el éxito supremo.

Según parece, para conseguir todo eso hay un método que lo puede obtener denominado paradigma centrado en el aprendizaje (organización de los recursos pensando en el proceso de aprendizaje del alumno).

Bueno, pues ya tenemos la definición de innovación educativa (utilizando TIC): “novedad introducida en el proceso formativo que permite reducir el tiempo empleado por un alumno en aprobar una asignatura, a la vez que adquiere conocimientos, habilidades y capacidades a través de un paradigma basado en el aprendizaje, utilizando tecnologías de la información y las comunicaciones”. Ahora sólo queda ponerla en práctica ¿conseguiré innovar?

Por qué y para qué leer cuentos a los niños

Leer cuentos a los más pequeños puede ser muy beneficioso para ellos, no sólo desde una perspectiva lúdica, sino también intelectual y emocional. El artículo destaca algunas de las ventajas de esta actividad, desde la ejercitación de la imaginación hasta el apoyo que una historia puede prestar al niño a la hora de superar sus miedos o asimilar el mundo que le rodea. Se resalta también el importante papel que juega el narrador en la lectura, ya que es de él –y no sólo del texto– de quién muchas veces depende la actitud del niño ante el libro.

Introducción

¿Por qué contar o leer cuentos a los niños? Se nos ocurren tantas y tan variadas razones que se nos aturulla el teclado. Por eso nos limitaremos a hablar con el corazón, de la mano de expertos como Ros i Vilanova, Abril, Caivano, Filion o Savater.

Contar cuentos es una tarea apasionante, motivadora y gratificante, no sólo para el oyente sino también para el narrador. Éste posee un poder inmensamente maravilloso e iniciático, ya que a través del cuento todo lo que el niño conoce cobra movimiento y actúa de formas irreales, mágicas e incluso absurdas que llenan su universo mental de matices oníricos, catárticos y evocadores.

Los cuentos están poblados de situaciones y personajes reales o fantásticos que el niño puede evocar mental y verbalmente, pero el poder de la palabra y el gesto del narrador les confieren una magia y un sabor indescriptibles.

El niño, desde bien pequeño, sabe que lo que se le cuenta no es real (¡un lobo hablando con una niña, qué absurdo!), pero lo acepta regocijado porque cuando lee o escucha un relato no está buscando certezas ni confirmaciones científicas de la realidad, sino trasgresiones y puertas para penetrar en el agujero negro (en esta ocasión, recubierto de un esmalte multicolor) de la fantasía, la irrealidad y los imposibles satisfechos.

La utopía hecha cotidianidad, lo paranormal traducido en lo políticamente correcto, lo onírico, lo realista, lo íntimo y lo exterior, la exuberancia y la sencillez, la brutalidad y la ternura, lo pretérito, lo presente y lo por venir, lo modestamente mío y lo gozosamente nuestro… todo explota en un arco iris jacarandoso cuando es tocado por la pluma del escritor o por el exultante y creativo pincel del ilustrador.

Las mil y una virtudes de los cuentos

La narración o lectura de cuentos a los niños reúne un amplísimo repertorio de «indicaciones» que hacen de este brebaje un alimento imprescindible tanto para el cuerpo como para el espíritu. Esbozaremos algunas pinceladas para que los padres se convenzan de la idoneidad de este «complejo vitamínico».

«Eso también me pasa a mí». el niño que vive el acto aparentemente pasivo de escuchar –nos recuerda Roser Ros– confronta constantemente lo que oye y lo que podría haberle ocurrido a él. En esos instantes, se está produciendo un verdadero acto de comunicación durante el cual el chiquillo ha captado tan intensamente el argumento que le está ofreciendo el adulto que le cuenta que necesita hacérselo saber con su contacto físico, pues todavía es demasiado pequeño para expresarlo con palabras.

La narración no interesa tanto por su valor literario como por el mágico encuentro del pequeño con el otro, madre o padre, con el que se fusiona íntimamente para –como dice Fabricio Caivano– «sentirse raptado por la palabra, poseído por la narración y devuelto, sano y salvo, a esta orilla de la vida». Este encuentro se complementa con el descubrimiento de los otros seres que habitan en cada

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