Cuento De Psicologia

Juan Carlos alcala García.

Actividad integradora II cuento

Psicología.

“Si puedes ayudar también puedes ser beneficiado”

Mientras Héctor un profesor de matemáticas se encontraba camino a casa de repente sintió la presencia extraña, desolada pasando a su lado se encontraba una joven con un mirar sospechoso con un caminar muy tranquilo pero curioso de pronto se sintió en la necesidad de preguntarle, te pasa algo dijo y con un silencio rotundo aquella joven levanto la mirada y no fue difícil para Héctor darse cuenta de que aquella joven le sucedía algo al mirarla a aquellos ojos llorosos aquella piel roja y en zonas particulares un tono morado que hacia recalcar claramente la violencia a la que fue sometida como cualquier persona Héctor decidió solo dejar pasar aquel momento tomarlo como algo ajeno a su persona pero exactamente a la semana siguiente al llegar a la puerta de su casa recoger el periódico y mirar la primera plana encontró un apartado diminuto un rincón en la sección de columnas era una frase que decía así: “cuando por suerte encuentras alguien no lo dejes ir piensa antes en lo que puedes hacer por esa persona en ese momento que podría ser la única ocasión” entonces recordó y no dejo de pensar en aquella joven que por asares del destino se había topado y simplemente aparento no mostrar interés después de pensar y llenarse de curiosidad de cual pudo haber sido el problema al que se enfrentaba aquella joven fue que Héctor salió en busca de respuestas tomo un taxi y volvió al lugar donde tuvo aquel encuentro pero después de unos minutos se dio cuenta de que la joven a la que buscaba no le sería tan fácil volver a encontrar sin embargo Héctor no desistió día con día volvió a ese mismo sitio con esperanza de volver a ver a la misma joven. Mientras más pasaban los días en Héctor mas crecía un sentimiento de nostalgia de arrepentimiento hasta una tarde lluviosa en que caminaba por aquella calle mojando sus ropas sin importar que la lluvia no cesaba caminaba bajo la misma y sintió sobre su espalda mojada como lo cubría una manta al mirar a la persona que le ayudaba Héctor se dio cuenta que era aquella joven que está a su vez sintió la necesidad de ayudar y tomo su manta para cubrirlo, Héctor se avía quedado helado sin poder decir palabra alguna volteo a ver a la joven que para aquel día avía cambiado suficiente los moretones y símbolos de violencia avían desaparecido y demostraba felicidad Héctor con mucha curiosidad comenzó a cuestionar a la joven realizo preguntas tales como: ¿Cuál es tu nombre? Itzel respondió, ¿Dónde vives? ¿Tienes problemas? ¿Cuéntame quieres? Tras aquellas preguntas realizadas por Héctor, Itzel decidió preguntarle porque aquel interés por saber y conocer acerca de su vida y se preguntaba cuál sería la

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