DISEÑO Y EVALUACIÓN DE PROYECTOS SOCIALES

Conceptos más importantes.

1. La lógica del proceso de planificación.

Entendemos por planificación el conjunto de métodos y técnicas que permiten ordenar de forma previa y racional un proceso de producción (de Servicios Sociales). El proceso es la sucesión de fases o niveles integrados por una lógica que da coherencia al conjunto. Todos los elementos de la planificación han de servir para mejorar la intervención.

La planificación ha de facilitar las intervenciones y no dificultarlas. Por eso se sugiere que el proceso se inicie en la base de las estructuras, en el nivel en el que se producen las intervenciones. Además, el tecnicismo es frecuentemente un refugio de la incapacidad para lograr intervenciones eficaces. Se considera oportuno un proceso participativo, en el que todos los elementos de la estructura puedan participar en su diseño y evaluación, en lugar de convertir el proceso en un ejercicio tecnocrático. Es más, si una planificación a cualquiera de sus niveles (estratégico, táctico u operativo) no sirve para mejorar la oferta real de atenciones a los ciudadanos, incrementando sus dotaciones o haciéndola más racional y eficaz, es mejor no perder el tiempo y dedicarse a otras actividades más útiles.

2. Condiciones para la eficacia de la planificación.

Para usar adecuadamente los métodos y técnicas del proceso de planificación, debemos tener en cuenta:

(1) el conocimiento teórico y práctico del tema objeto de planificación.

(2) el sentido común.

(3) la experiencia.

(4) el trabajo en equipo con dinámicas adecuadas.

Los métodos y técnicas de planificación son útiles si facilitan las intervenciones. Y son eficaces en manos de personas capacitadas, por su conocimiento y experiencia, en el tema objeto de planificación. Como ejercicio de lógica, es en el sentido común de quienes lo usen, donde encontrará todo su potencial y desarrollo creativo. Además, se han de aportar elementos para sistematizar el diseño de un proceso. El ejercicio de planificación constituye una práctica experimental y en ella se consolida el aprendizaje sin otros límites que la capacidad de quien lo asumen. Por último, un equipo es el espacio adecuado para el ejercicio de planificar.

3. La planificación como proceso

Debe hablarse de diseños estratégicos, tácticos y operativos como un todo integrado. Los términos Plan, Programa y Proyecto se referirán respectivamente a la actividad planificadora que se lleva a cabo en cada uno de estos niveles. Un plan se desarrolla a través de programas, los cuales se crean mediante proyectos y éstos se ejecutan en actuaciones. La intervención social sin horizontes tácticos y estratégicos derivará en puro activismo o en una práctica asistencial, que sólo aspira a resolver carencias puntuales sin incidir en las causas que las originan. Igualmente, quienes comparten una misma práctica institucional (contexto planificador) deben utilizar un lenguaje homogéneo para referirse a los diferentes conceptos del proceso.

Por otra parte, la evaluación ha de ser una es una actitud y una actividad constante a lo largo de todo el proceso. Se deben evaluar los planes, los programas y los proyectos aunque cada uno con sus propias estrategias y técnicas. Además, es muy importante que la evaluación trascienda sus límites y se ocupe de valorar el proceso en su conjunto. Así, la evaluación es entendida como el instrumento que posibilita el proceso de planificación como un proceso vivo, en constante redefinición para adaptarse mejor a las necesidades a las que trata de responder.

A. Nivel estratégico de la planificación: Plan.

Se describen las características y contenidos del nivel estratégico de la planificación y se dedica en especial al tema de objetivos (generales, específicos y operativos). Las características del plan son su extensión y su desarrollo temporal lógico y prolongado. Debe garantizarse la constate actualización del plan, adaptándose a los nuevos retos y potencialidades que cada logro determina. La planificación deslizante es un modelo de estrategia en permanente revisión que redefine las previsiones de los resultados obtenidos e incorpora una nueva unidad temporal a su diseño.

Los elementos esenciales del plan son objetivos generales, prioridades y criterios, evaluación y previsiones

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