Historia contemporanea LA ERA DE LAS REVOLUCIONES

HISTORIA CONTEMPORÁNEA

TEMA 1: LA   ERA DE LAS REVOLUCIONES

1. LA REVOLUCIÓN NORTEAMERICANA (1776-1783)

1. Precedente

El precedente de la Revolución Norteamericana fue la Revolución Gloriosa (1688) y representa el triunfo definitivo del parlamento sobre el absolutismo que los reyes de la casa Estuardo habían querido imponer durante el siglo XVII, en contra del espíritu de la tradición inglesa, que desde mucho tiempo atrás, había consagrado los límites al poder real con la Carta Magna.

El triunfo de la Revolución no se produjo de inmediato, ya que al absolutismo le iban a suceder varias etapas.  

En toda esta revolución tiene una gran importancia el pensador inglés John Locke, que es considerado el padre del empirismo y del liberalismo moderno. Propone que la soberanía emana del pueblo; que la propiedad, la vida, la libertad y el derecho a la felicidad son derechos naturales de los hombres, anteriores a la constitución de la sociedad. El Estado tiene como misión principal proteger esos derechos, así como las libertades individuales de los ciudadanos. También sostiene que el gobierno debe estar constituido por un rey y un parlamento. El parlamento es donde se expresa la soberanía popular y donde se hacen las leyes que deben cumplir tanto el rey como el pueblo. Locke también describe la separación del poder legislativo y el ejecutivo. El poder no es absoluto sino que ha de respetar los derechos humanos.  Con la Revolución inglesa se introduce la libertad económica.

1. La revolución

Los objetivos de la revolución fueron: la creación de un nuevo sistema político basado en los derechos del hombre (libertad, igualdad y propiedad) y la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial).

Las Trece Colonias situadas en la costa atlántica de América del Norte y que eran propiedad del Reino de Gran Bretaña compartían la tradición del gobierno representativo. El monarca inglés nombraba a muchos de los gobernadores coloniales, pero todos ellos debían gobernar conjuntamente con una asamblea elegida. En lo referente a la economía, la población de las ciudades del noreste tenía una economía "moderna" basada en las actividades mercantiles; por otro lado, sin embargo, destacaba una economía antigua basada en las plantaciones con esclavos.  

En 1763 termina la Guerra de los siete años y para hacer frente a las deudas, Gran Bretaña impone una serie de grandes impuestos a las colonias. A esto se suma un acontecimiento llamado “Motín del Té” donde una sociedad clandestina (“Los hijos de la libertad”) de cooperación para combatir contra los británicos, lanzaron un cargamento de té en el puerto de Boston. La respuesta de Londres fueron las leyes cooperativas, que supusieron el comienzo de las hostilidades.

Los colonos se niegan a pagar los impuestos y en 1775 comienza oficialmente la Guerra de la Independencia, cuyo desarrollo inicial fue claramente de dominio inglés, pero su curso cambiaría cuando, tras la batalla de Saratoga, Francia y posteriormente España entraría en guerra apoyando a los independentistas americanos.

En 1776, representantes de las Trece Colonias redactan su Declaración de Independencia, constituyendo los Estados Unidos de América, primera nación independiente del continente. Un año después, se firmaron los Artículos de la Confederación. Finalmente, en 1783, por el Tratado de París, el Reino Unido se ve obligado a reconocer dicha independencia.  

Tras varios años de negociaciones, en 1787, 55 representantes de las antiguas colonias se reunieron en el Congreso de Filadelfia con el fin de redactar una constitución. Se creaba así un único gobierno federal, con un presidente de la república y dos cámaras legislativas (congreso y senado). Esta constitución estaba inspirada en los principios de igualdad y libertad que defendían los ilustrados franceses y se configuró como la primera carta magna que recogía los principios de liberalismo político estableciendo un régimen republicano y democrático.  

1. LA REVOLUCIÓN FRANCESA (1789-1814)

La sociedad francesa estaba constituida por los pilares del Antiguo Régimen, es decir, se caracterizaba por la monarquía absoluta y la desigualdad de las instituciones y las leyes.

La organización social es el resultado de una doble diferenciación basada en el privilegio y la riqueza.

La burguesía liberal que pretendía poner fin al sistema político y cambiar la sociedad, tuvo que luchar contra el absolutismo y los privilegios sociales y territoriales.

Las dificultades financieras de la corona francesa obligaron al gobierno a buscar nuevos ingresos. La resistencia de la nobleza a contribuir, el fracaso de las medidas coyunturales y la decisión del Parlamento de París, que reservaba el poder de aprobar cualquier reforma fiscal a los Estados Generales, llevó a Luis XVI en 1788 a buscar la solución a sus problemas.

Los Estados Generales eran una asamblea medieval formada por los tres estamentos (nobleza, clero, Tercer Estado) que contribuían a las necesidades financieras para atender los gastos de la monarquía.

1. Desarrollo de la revolución francesa

La Revolución francesa se desarrolló entre 1789 y 1799 y atravesó por diversas etapas:

ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE (1789-1791):

Etapa en la que los representantes del Tercer Estado francés reunidos en Asamblea Nacional, realizaron una importante labor legislativa:

• La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), entre los que destacaron la libertad, la igualdad y la fraternidad, que serán el lema de la revolución. Se suprimieron los privilegios de la nobleza y del clero y se declaró la igualdad ante la ley.
• La Constitución civil del clero, por la que se desamortizaban y nacionalizaban los bienes del clero y por la que la Iglesia pasó a depender del Estado francés.
• La Constitución de 1791, que estableció la monarquía constitucional y la separación de poderes. El poder ejecutivo sería del rey. El poder legislativo estaría en manos de una asamblea de diputados, elegidos mediante sufragio censitario. El poder judicial estaría en manos de jueces independientes.

ASAMBLEA NACIONAL LEGISLATIVA (1791-1792):

Su misión era elaborar leyes que desarrollaran la Constitución de 1791. En estas elecciones surgieron los dos grupos políticos más significativos de la revolución: los girondinos y los jacobinos.

Los girondinos: Representaban a la alta burguesía, pero acabaron respondiendo a los deseos de las clases bajas. Eran partidarios de controlar que el proceso revolucionario fuera moderado y de que se mantuviera la legislación, moderada.

Los jacobinos: Representaban a la burguesía media y a las clases populares. Pedían reformas que favorecieran a los sectores más pobres de la sociedad. Fueron los revolucionarios más exaltados.

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