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Impacto Demográfico De La Conquista En Honduras


Enviado por   •  23 de Septiembre de 2013  •  2.626 Palabras (11 Páginas)  •  4.038 Visitas

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Impacto demográfico de la conquista en Honduras

Introducción

Varios historiadores han sostenido que la población indígena experimentó una catástrofe demográfica, sin embargo para otros historiadores esto es discutido. La cuantía de tal debacle, dónde se cree que lo hubo, y sus causas siguen siendo objeto de controversia y debate. Dicha disminución, no ha sido registrada para la población originaria del Viejo Mundo (colonizadores europeos y esclavos negros secuestrados en África), que en algunas regiones mantuvo considerables grados de mestizaje con la población indígena

Desarrollo

Según newson ha sugerido un descenso del 95% de la población nativa de 800,000.00 en 1502 a 32,000.000 a finales del siglo xvl este decrecimiento fue mayor en la zona central y occidental de honduras por concentrar los núcleos económicos y administrativos de la provincia.

Además de la alteración de la economía indígena como producto de la disminución demográfica. La pérdida de población y la demanda de tributos y de su mano de obra a través de la encomienda y el repartimiento redujo la capacidad de producción. El 90% de la población indígena de oriente nunca fue sometida al control español por su escasez de recursos y el carácter más primitivo de los nativos por lo que la región no experimento cambios demográficos y culturales tan profundos como los del occidente.

Las causas básicas del descenso demográfico en honduras fueron:

1. Trafico de esclavos

El trafico de indios esclavos de Centroamérica a las islas caribeñas de Cuba y Santo Domingo ante la casi extinción de sus indígenas la mayoría. La mayoría de los indígenas eran originarios de las zonas costeras de Guatemala, Honduras y Nicaragua (Leiva Vivas, 1983: 10-26).

La existencia en España de una antigua legislación esclavista en las leyes de las "Siete Partidas" ofreció la base jurídica para que la Corona se reservara la exclusividad en el tráfico de negros y justificara luego la concesión a particulares, bajo ciertas condiciones, de la explotación de ese verdadero "estanco real". Equiparados a la sal, los naipes o el tabaco, los negros fueron un negocio del rey, y únicamente recordándolo bajo este aspecto se comprenderá el funcionamiento de los "asientos" y se explicará la existencia de ciertas leyes, licencias y prohibiciones.

2. La encomienda

La encomienda fue una institución característica de la colonización española de América y Filipinas, establecida como un derecho otorgado por el Rey (desde 1523) en favor de un súbdito español (encomendero) con el objeto de que éste percibiera los tributos que los indígenas debían pagar a la corona, en consideración a su calidad de súbitos de la misma; a cambio, el encomendero debía cuidar del bienestar de los indígenas en lo espiritual y en lo terrenal, asegurando su mantenimiento y su protección, así como su adoctrinamiento cristiano. Sin embargo,

se produjeron abusos por parte de los encomenderos y el sistema derivó en formas de trabajo forzoso o no libre, al reemplazarse, en muchos casos, el pago en especie del tributo por trabajo en favor del encomendero.

La encomienda de indios procedía de una vieja institución medieval implantada por la necesidad de protección de los pobladores de la frontera peninsular en tiempos de la Reconquista. En América, esta institución debió adaptarse a una situación muy diferente y planteó problemas y controversias que no tuvo antes en España. Si bien los españoles aceptaron en general que los indígenas eran seres humanos, los definieron como incapaces que, al igual que los niños o los discapacitados, no eran responsables de sus actos. Con esa justificación sostuvieron que debían ser "encomendados" a los españoles.

Los tributos indígenas en especie (que podían ser metales, ropa o bien alimentos como el maíz, trigo, pescado o gallinas) eran recogidos por el cacique de la comunidad indígena, quien era el encargado de llevarlo al encomendero. El encomendero estaba en contacto con la encomienda, pero su lugar de residencia era la ciudad, bastión neurálgico del sistema colonial español.

La encomienda fue una institución que permitió consolidar la dominación del espacio que se conquistaba, puesto que organizaba a la población indígena como mano de obra forzada de manera tal que beneficiaran a la corona española. Se establecieron el 20 de diciembre de 1503 en una real Provisión. Supuso una manera de recompensar

a aquellos españoles que se habían distinguido por sus servicios y de asegurar el establecimiento de una población española en las tierras recién descubiertas y conquistadas. Inicialmente tuvo un carácter hereditario, posteriormente se otorgó por tiempo limitado.

La encomienda también sirvió como centro de culturización y de evangelización obligatoria. Los indígenas eran reagrupados por los encomenderos en pueblos llamados "Doctrinas", donde debían trabajar y recibir la enseñanza de la doctrina cristiana a cargo generalmente de religiosos pertenecientes a las Órdenes regulares. Los indígenas debían encargarse también de la manutención de los religiosos.

Las constantes denuncias frente al maltrato de los indígenas por parte de los encomenderos y el advenimiento de la llamada catástrofe demográfica de la población indígena, provocaron que la encomienda entrara en crisis desde finales del siglo XVII, aunque en algunos lugares llegó a sobrevivir aún hasta el siglo XVIII. La encomienda fue siendo reemplazada por un sistema de esclavitud abierta de personas secuestradas en África y llevadas forzadamente a América.

La crítica de Bartolomé de Las Casas a este sistema hizo que los monarcas limitaran las acciones de estos encomenderos, aboliendo la encomienda de indios en 1542 con las Leyes Nuevas. Jurídicamente estuvo regulada por las Leyes de Burgos (1512 y 1513) y fue modificada por las Leyes Nuevas (1542). Fue abolida en 1791.

Decadencia

La institución de la encomienda se basaba fuertemente en la

adscripción tribal del individuo sujeto a ella (siendo de hecho los caciques, curacas, u otros jefes tribales quienes actuaban como intermediarios y organizadores del servicio). A los mestizos, por ejemplo, la ley los eximía de la encomienda. Esto provocó que muchos aborígenes buscaran deliberadamente diluir su identidad étnica o tribal, y la de sus descendientes, intentando casarse con individuos de distinta etnia, especialmente con españoles y criollos.

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