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Jerga Juvenil


Enviado por   •  1 de Diciembre de 2012  •  3.639 Palabras (15 Páginas)  •  967 Visitas

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En el presente trabajo nos ocupamos de variaciones fonéticas y gramaticales, y de palabras o acepciones que ocurren en el español del Perú y que no se han registrado en el Diccionario de la Real Academia (DRAE). En la medida en que la reflexión parte del país en que vivimos, el Perú, tales realizaciones pueden considerarse provisionalmente peruanismos (no podemos asegurar que se presenten sólo en el Perú). Puede ser que alguna palabra que -según nuestro criterio de trabajo- haya sido caracterizada como peruanismo exista con igual uso o significado en otro país de habla hispana; esto, sin embargo, no contradeciría lo que decimos, ya que si afirmamos que una palabra es peruanismo lo hacemos a partir de la información disponible, como es el Diccionario de la Real Academia (DRAE) y otras fuentes. La indagación posterior (consulta de fuentes por el momento desconocidas o el intercambio de información con otros investigadores) determinará con seguridad si lo que hemos identificado como peruanismo es verdaderamente eso. Por esta razón, con la palabra provisionalmente matizamos el alcance de nuestras afirmaciones.

También se debe tener en cuenta que buen número de las voces registradas en el DRAE como peruanismos adolecen de grandes imprecisiones, cuya responsabilidad es difícil de precisar: no sabemos si los académicos correspondientes peruanos envían a España información correcta y suficiente, o si en España -habiendo recibido todo conforme- cambian o "corrigen" esos datos. Por ejemplo, en el DRAE tenemos:

"camanchaca. f. Chile y Perú. Niebla espesa y baja".

Aparentemente, según el DRAE, la pala camanchaca sería conocida en todo Chile y todo el Perú, lo cual no ocurre: por lo menos el Perú este vocablo es conocido y empleado sólo en el litoral sur (entre Nazca y Tacna); en Lima y en costa de más al norte (no hablemos ya de sierra y selva) no es conocido. Otro caso tenemos con chibolo, que el DRAE presenta así:

"chibolo, la. m. y f. Amér. Central, Col., Ecuador y Perú. Cualquier cuerpo pequeño y esférico. Amér. Central, Col., Ecuador y Perú. Chichón".

Para nosotros, la inexactitud es evidente: ninguna de las dos acepciones se conocen en el Perú. Únicamente en Lima, en lenguaje informal, se emplea chibolo (a), pero con el sentido de 'niño (a)'.

En el tratamiento de los peruanismos o americanismos, el DRAE no presta suficiente ayuda, no sólo por lo inexacto de muchos de sus Registros, sino por la limitada técnica lexicográfica con que lo elaboran, si lo comparamos -para poner sólo dos ejemplos- con el Vocabulario Jacaru- Castellano de Neli Belleza o un diccionario Oxford mediano (Advanced Learner's Dictionary), que sí brindan suficiente y oportuna información fonética y gramatical en cada palabra que lo requiera (irregularidades en la formación de plural, en la conjugación, variantes de pronunciación, etc.), a la vez que dan cuenta de los préstamos de otras lenguas. En la práctica lexicográfica internacional, hace tiempo(por lo menos cuatro siglos, si vemos el diccionario aimara de Bertonio) que se reconoce la importancia de incluir en los diccionarios información gramatical y fonética. En consecuencia, el lexicógrafo debe entender que no está produciendo un listado de palabras con sus significados, sino un documento que presta ayuda integral al lector. Lejos estamos, pues, de los tiempos en que artificialmente se establecía una diferencia tajan te entre diccionario y gramática. Consecuentemente, el lexicógrafo debe conocer no sólo técnica lexicográfica, sino también fonología y gramática. Estos nuevos vientos parece que tardan en llegar a la Academia.

Otra limitación para el estudio de lo americanismos y de los peruanismos en particular es que algunos lexicógrafos no están al día con las más recientes investigaciones en lenguas andinas, ni recurren a todos los lexicones conocidos de tales idiomas; es posible que sólo revisen los diccionarios antiguos o "consagrados", dejando de lado muchos otros trabajos que les ayudarían a aclarar el panorama. Tal omisión les impide fijar con precisión si una palabra tiene origen en el quechua, en el aimara, en el jacaru o en otra lengua nativa. Puede ocurrir que el étimon de una palabra no sea quechua, sino aimara, o viceversa, o que proceda de una raíz común a las tres lenguas, sin que se pueda precisar de cuál de ellas pasó el préstamo al español. Así, por ejemplo, pampa se encuentra en quechua, aimara y jacaru; entonces, no podríamos consignar este vocablo -a menos que sepamos que el uso se originó en zona quechua- como que proviene sólo del quechua sino también habría que mencionar al aimara y jacaru. Esto se puede conocer sólo si se está al tanto de los trabajos dialectales y de protolengua. Por su parte, los lexicógrafos de lenguas nativas o ágrafas deben tomar en cuenta los hispanismos y préstamos de otras lenguas. No existen "lenguas puras".

Otra fuente importante de inexactitud en el DRAE es la omisión de nombres científicos de muchas plantas y animales. Para entender esta grave omisión, no olvidemos que ya en el siglo pasado, Juan de Arona, en su Diccionario de Peruanismos, incluía el nombre científico de algunos zoónimos y fitónimos.

PUBLICADAS POR CESAR CHAVERA A LA/S 09:00 NO HAY COMENTARIOS.:

Peruanismos Fonéticos

En el aspecto fonético existen palabras que manejamos en el Perú con diferente acentuación, respecto de la lengua general, registrada en el DRAE. Así tenemos:

a) sustantivos: Amazonía por Amazonia, ávaro por avaro, boína por boina, biósfera por biosfera, chasís por chasis, cófrade por cofrade, estratósfera por estratosfera, frejol por fréjol, nemátodo por nematodo, úrea por urea, video por vídeo.

b) adjetivos: tactil por táctil, nóvel por novel.

c) verbos: adecúo por adecuo, alíneo por alineo, licúo por licuo.

En la pronunciación también se producen cambios vocálicos de abertura (/i/à [e], /u/à [o]; y cierre (/e/à[i], /o/ à[u]): bacenica por bacinica, bacenilla por bacinilla, diabetis por diabetes, golpié por golpeé, pasié por paseé, roceas por rocías, vaceo por vacío, etc.

Es frecuente, por habla descuidada o por desconocimiento, pronunciar apóstrofe por apóstrofo, caso que ocurre por disimilación y que se da incluso en el habla culta; también escuchamos beterraga por betarraga (asimilación progresiva)

PUBLICADAS POR CESAR CHAVERA A LA/S 08:59 NO HAY COMENTARIOS.:

Peruanismos

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