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LA SOLEDAD, COMPAÑERA DE LA VIDA

corrinha2016Trabajo24 de Mayo de 2017

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LA SOLEDAD, COMPAÑERA DE LA VIDA

Rodrigo Soares Cordeiro - Polo Tabira

  1. INTRODUCCIÓN

        El mundo contemporáneo es rápido, los cambios suceden muy rápidamente. Lo que sucede y es válido para el día de hoy ya no es lo que va a mañana. Seguimos en un mundo confuso y, a veces, difícil de vivir. Mismo delante de tantos cambios que ocurren en el mundo, lo que parece más familiar, más cómodo para vivir, con muchos recursos tecnológicos que nos permiten una vida más tranquila, vivimos solos, somos seres solitarios. De hecho, vivimos una gran paradoja: por un lado, las muchas oportunidades que el mundo nos ofrece; por el otro, nos enfrentamos a la soledad que lo proporcionan.

        El tema de la soledad y su intrínseca relación con el ser humano se hace a mano en las páginas de una gran obra del siglo XX: Cien años de soledad, del Nobel de literatura Gabriel García Márquez. Es uno de los máximos exponentes de la literatura española en América Latina en el siglo XX, uno dos últimos contadores de historias de nuestra época. Sus obras se caracterizan por una visión y la profundidad de las historias y de los personajes. Es también uno de los representantes del realismo fantástico, movimiento literario que se caracteriza por la asociación de hechos y detalles de la vida cotidiana a situaciones inusuales, increíbles, poco probable que suceda en la vida cotidiana real. Así, García Márquez va  desembalar las minucias de la soledad, por medio de la historia de los Buendía, como una especie de gama de la soledad. De hecho, la historia que se desarrolla en la legendaria Macondo, presentará sus muchos personajes atrapados en una vida inmersa en la soledad. Por lo tanto, un título no podría ser más oportuno que el dado, teniendo en cuenta que la soledad es una gran compañera y tal vez el personaje principal de esta historia.

        Desde el comienzo de su conciencia como animal de pensar, el ser humano comenzó a lidiar con este sentimiento que es muy típico del hombre: la soledad. Acéptalo puede ser una de las más feroces batallas libradas por los seres humanos. Para Angerami-Calmon (1990, p. 9), “A solidão é, na verdade, uma condição imanente ao homem, faz parte da própria vida. Só que em certos momentos a percebemos mais agudamente, e não sabemos como lidar com ela”. Ese ha sido el gran dilema de nuestro tiempo: nos encontramos con la soledad y no saber manejarla. Y esto se puede encontrar en diversas situaciones de la vida cotidiana: en la insatisfacción con el mundo, delante de las injusticias que sufrimos, frente a la enfermedad, a la fragilidad, a la muerte de un ser querido y también delante de la vejez a que todos somos sometidos.

        Pero lo que en realidad es la soledad, lo que la ciencia dice acerca de este sentimiento tan peculiar. El objetivo principal de este ensayo es de la historia de los Buendía, presente en Cien años de soledad, examinar las formas y situaciones en las que nos sentimos solos, indefensos, sin perspectivas, con la intención de describir este sentimiento y tratar de encontrarlo en las circunstancias ordinarias de nuestra vida cotidiana.

2. ¿QUÉ ES LA SOLEDAD?

        La soledad es un sentimiento típicamente humano. No la encontramos en otros animales. Esto se debe a que es un sentimiento que implica la conciencia de ser en el mundo y que sólo los seres humanos se sienten. El vacío que hemos presentado en la soledad sólo es perceptible a través de la noción de presencia en el mundo y por el hecho de que somos esencialmente seres sociables, necesitamos la presencia del otro para vivir. Y, con el tiempo, muchas fueran las consideraciones de el que sería la soledad y sus diferentes significados para el día de hoy.

        Es interesante analizar la obra de dos grandes psicoanalistas y mirar lo intentaron y llegaron a la conclusión sobre el tema en cuestión: Freud y Lacan. Para Lacan (1964, apud TATIT, 2013, p. 137):

o sujeito está no intervalo – e por isso é que a interpretação não seria apontar o sentido, mas a posição do sujeito. O sentimento de solidão parece ser um intervalo entre os discursos sociais que engolem o sujeito e que impõe a necessidade de sermos felizes e sociáveis.

        Por lo tanto, este importante psicoanalista del siglo XX establece que la soledad es una especie de dictado de la sociedad en que vivimos. De hecho, todos tenemos nuestra individualidad, que es algo intrínseco de nuestra personalidad. El sentimiento de soledad surge precisamente del conflicto que llegan del discurso social por medio de la imposición de la felicidad como vinculada a la vida en sociedad. Al no trabajarnos toda esta situación es que íbamos a sentirse solo, inmerso en la soledad.

        En la misma línea tenemos las observaciones de Freud (1930, apud TATIT, 2013, p. 137) qué identificó que hay un conflicto del sujeto en relación con el ámbito social: por un lado, tenemos la renuncia pulsional (renuncia/ cambio de la felicidad con la seguridad) y lo que se llamó "la miseria psicológica de las masas", algo que podemos evitar. El problema se plantearía la soledad en el momento en que el individuo adoptaría este último estado, identificando en primer lugar con un grupo, lo que hace que el sujeto ceder a los otros ideales civilizadores de otros grupos, que se produce el vaciado de su singularidad y pertenencia una unificación de los deseos y elecciones. La persona, en este punto de vista de Freud, perdería su individualidad y tendría los gustos y deseos de la comunidad. Sería una especie de imposición social. La persona se relacionaría con esta sociedad/mundo que se le habría impuesto. La falta de relación con esta sociedad podría causar lo que Freud llama la "angustia de la conciencia" (FREUD, 1930, apud TATIT, 2013, pág. 138). La soledad sería causada por tal angustia en respuesta a lo que se llamó por el mismo "miseria psicológica de masas."

        Para Ferrari (2008, p. 22), la soledad es una condición inherente a nuestro subjetivismo. Por lo tanto, cada individuo, por ser precisamente consciente de su individualidad, está sujeto a la soledad. Es dentro de esta lógica del individualismo que se ajusta a la colocación de Lacan en el discurso capitalista. Él verá que este discurso sería demostrar la dificultad de crear vínculos sociales, que favorezcan el paso de la materia de la fantasía a la realidad, que puede ser considerado muy peligroso, ya que él considera la fantasía una máquina para crear la soledad (FERRARI, 2008, p. 23). Por lo tanto, en el mundo actual, esencialmente capitalista, que está dominado por el orden económico, que prefiere esta al bienestar común, sería más propenso a la soledad. Como se dijo anteriormente, es una sensación característica de todos los seres humanos. Pero con el orden económico mundial sería un agravante más para vivir en soledad.

        Montaigne trata la soledad desde un punto de vista puramente social, afirmando que ella es una possibilidad de refugio en el que alcanza el resto, la salud e también la alegría, para, al final, llegar a la liberdad. De esa forma, no podríamos tener el apego al otro de forma sumisa a punto de causar sufrimientos. Así, él afirma que “...A maior coisa do mundo é saber pertencer a si mesmo.” (MONTAIGNE, 2002, p. 361)

 

3. CIEN AÑOS DE SOLEDAD – LA SOLEDAD EN SUS MUCHAS CARAS EN EL TRABAJO DE GARCÍA MÁRQUEZ

        Como señalamos anteriormente, a partir de las consideraciones de importantes autores, la soledad se manifiesta como un rasgo humano que no nos debe asustar. Más bien, puede ser sólo una manera de señalizarnos el mundo que somos seres individuales y no aceptar lo que a menudo se nos impone como una condición social aceptable. Cien años de soledad, el trabajo que nos está sirviendo como referencia para el tratamiento de la soledad, siga la historia de una familia desde hace décadas y vemos los muchos personajes que surgen en el curso de la historia. En ellos, la soledad es una característica inseparable de todos, sin excepción, que nos hace darnos cuenta de los muchos matices de la soledad en nuestras vidas. Para seguir la historia en realidad seguimos la soledad en nuestra vida cotidiana, en el día a día.

         Por lo tanto, es necesario examinar algunos de los pasajes de trabajo de que se trate que hacen referencia a esta soledad que nos acompaña en el viaje que es la vida.

3.1 Soledad: ¿medio de escape de la realidad?

“Extraviado en la soledad de su inmenso poder, empezó a perder el rumbo... Se sintió disperso, repetido, y más solitario que nunca” (Cien años de soledad, p. 70)

        La soledad puede ser, ya que el texto anterior se menciona, una salida de la realidad en la que vivimos, una vía de escape, donde se busca escapar de una realidad que es a menudo penosa, triste. Las condiciones que pueden fomentar la soledad pueden ser las más diversas posibles y entre estos, citemos algunos que se pueden traducir en una especie de escape de la realidad: una esposa, con sus muchos quehaceres de la vida cotidiana, se puede sentir abrumada y ahogado hasta el punto de aislamiento, quiere aislarse de todo, como una manera de alejarse de esa situación opresiva, lo que a menudo causa dolor y sufrimiento; también la soledad puede aparecer en cualquier situación ordinaria del día de hoy, cuando las personas toman muchas responsabilidades a la vez, lo que los hace vulnerables y asfixiadas, y en la soledad de una manera lúcida para escapar de esta situación. Y así, hay muchas circunstancias contemporáneas donde la soledad puede aparecer como escape de la realidad.

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