La Lengua y el Habla.
ScspEnsayo4 de Junio de 2014
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La Lengua y el Habla. La lengua, es un sistema de signos que viven en la mente. Entendida como capacidad mental, es universal porque todos los humanos, todos los pueblos, naciones o tribus tienen la misma capacidad psíquica para producir signos (asociaciones de ideas y sonidos en el recinto cerebral) y todos entienden ésta capacidad como primer páso para realizar cualquier comunicación discursíva. Saussure descárta del ámbito psíquicode la Lengua la parte de ejecución. Es decir, todas las personas formamos cadenas de signos (ej:¡Que buena banda!) que luego expresamos en forma oral o gráfica. Hacemos elecciones acerca de qué palabras pronunciar, cómo combinarlas y en qué lugares expresarlas. A diferencia de la Lengua, ésta parte corresponde a un mecanísmo psicofísico y a un acto individual de voluntad e inteligencia que Saussure distingue llamándola: Habla.
La Lengua, por el contrario, no es una función del sujeto hablante, las personas no podemos modificar a nuestro gusto los signos de una lengua, jamás podríamos por ninguna razón, voluntad o capricho sustituirlos por otros signos; sí podemos decir cómo los combinamos y dónde pero jamás los creamos y mucho menos los destruimos. Por todo esto, resulta imprescindible para comprender estos conceptos que plantea el autor, acotar lo psíquico, lo físico, lo social, lo sexual, y lo individual. La Lengua es un objeto psíquico en tanto competencia mental para articular ideas y sonidos (signos) y almacenarlos en un todo orgánico que llamamos sistema. Este sistema de signos no existe en ninguna mente individual, ninguna persona conoce la totalidad de los signos de su lengua, sólo podemos encontrarlo en la suma de todas las mentes individuales que pertenecen a una determinada lengua y por eso decimos que además de un fenómeno psíquico la Lengua es un fenómeno social.
Pero no debemos confundir el aspecto social o colectivo de intervención lingüística. Ningún pueblo, nación o raza, ningún colectivo humano, según Saussure, tiene capacidad para crear o modificar los signos de la Lengua que usa. Por social muchas veces entendemos creación social. Decimos que las instituciones son sociales porque son producto de acuerdos voluntarios de hombres y mujeres. Si bien la Lengua es una institución porque los hablantes aceptamos los signos de un sistema determinado para establecer comunicaciones. Aunque la variante es que no decidimos su permanencia o cambio como sucede en el ámbito del arte, el derecho o la política. La Lengua es una institución aceptada pero también impuesta; es psíquica y a la vez social. El Habla, en cambio, es psicofísica y es individual porque es resultado de las elecciones libres que las personas hacemos sobre el sistema de la Lengua.
Cómo toma Ferdinand de Saussure el Signo Lingüístico
Resultaría muy operativo para nuestra reflexión tomar un término, por ejemplo: "Mesa" como signo lingüístico. No como una palabra pronunciada sino más bien como un hecho de la mente: ese gran cerebro colectivo formado por todos los hablantes de una Lengua. "Mesa" sería de este modo un hecho psíquico que resulta de la unión de sonidos e ideas, o sea, la cadena sonora "m-e-s-a", que todos somos capaces de reproducir en nuestras mentes, unidas al conjunto de ideas que los hablantes atribuimos a "mesa".
Saussure precisa todavía mejor estos términos. En cuanto a la parte sonora, no se trata exactamente de sonidos físicos, (nadie nos escucha cuando pensamos), sino de reproducciones o impresiones estandarizadas que la mente registra de los sonidos del Habla. No todos los hablantes producimos los mismos sonidos cuando pronunciamos las mismas emisiones de Lengua, porque la fonación dependerá de características físicas propias de cada uno (cuerdas vocales, garganta, boca, etc.), en cambio todos los hablantes reproducimos psíquicamente idénticos sonidos cada vez que pensamos "mesa", "silla", "sillón" o cualquier otro signo.
Por eso, afirma Saussure, que los signos de la Lengua son normativamente idénticos mientras que las palabras o frases pronunciadas por oralidad dependerán de varios accidentes individuales. Saussure denomina a este registro mental de los sonidos que componen a un signo: imágenes acústicas. En cuanto a la parte conceptual del signo, también se trata de ideas o conjuntos de ideas más o menos estandarizadas dentro del sistema de la lengua. Saussure realiza en su teoría un ajuste terminológico. El signo es una entidad de dos caras: el concepto y la imagen acústica, porque sus dos lados son indivisibles. No es posible encontrar en ninguna de las manifestaciones de la lengua ideas por un lado y sonidos por el otro. No hay forma sin contenido ni, contenido sin forma. Saussure compara esta bifacialidad con las dos caras de una hoja de papel: es absolutamente imposible separarlas. Es por eso que se sustituyeconcepto por significado e imagen acústica por significante, remitiendo el primero a las ideas y el segundo a los sonidos mentales.
Los Principios Universales del Signo, son las características que rigen el funcionamiento de los signos en todas las lenguas de la cultura humana.
El Principio de Arbitrearidad, Sostiene que no hay ningún vinculo natural, lógico o racional entre el significado y el significante. Si la unión de las dos caras del signo es inevitable, ahora agregamos que es convencional. Nadie podría encontrar ninguna explicación racional que relacione el significante "rojo" con el concepto que los hablantes tienen incorporado.
Saussure explica este principio marcando la diferencia entre un signo y un símbolo. En éste sí es posible hallar una explicación que una la forma con el contenido. Por ejemplo, si el símbolo de la cruz cristiana transmite el concepto de una redención o paso de la muerte a la vida es porque la crucifixión era el método usual de los romanos para torturar y matar a sus enemigos y porque Cristo, según cuenta la Biblia, burló a la muerte en una de esas cruces romanas. La cruz es la forma y su explicación histórica o religiosa nos permite acceder al contenido. No pasa lo mismo con el signo "rojo", nada nos permite unir la seguidilla de sonidos con las ideas que transmiten.
La mayoría de los hablantes no tienen en cuenta laarbitrariedad del signo lingüístico. En la medida en que toman con absoluta naturalidad los significados de las palabras, los hablantes se vuelven reacios para cuestionarlas. Los habitantes de una lengua nunca se pelean con ella porque consideran a los signos lentes transparentes para percibir la realidad.
El Principio de Linealidad, nos dice que los signos de una lengua forman líneas tanto en la mente como cuando se proyectan en la oralidad o en la escritura. Sea cual sea la lengua y su manifestación siempre veremos que los signos se extienden en una sola dimensión: la línea. De arriba hacia abajo como escriben los japoneses, de derecha a izquierda como se escribe en muchas culturas árabes o de izquierda a derecha como escriben los occidentales, el principio es universalmente irrebatible.
El Principio de Inmutabilidad, afirma que los signos de un sistema lingüístico se mantienen estables en un momento dado de la historia de esa lengua. Saussure utiliza el término sincrónicopara facilitar la comprensión. Que todos los signos de un sistema estén sincronizados significa que cada uno de ellos mantiene el vínculo entre el significado y el significante al mismo tiempo. Dado un significante todos debemos registrar el mismo significado para que el principio básico de comunicación sea satisfecho.
Cuatro razones sostienen, según Saussure, el principio de inmutabilidad. Primero la arbitrariedad del signo. Al no haber explicación racional nadie puede cuestionar tal unión, por lo tanto los signos permaneces invariables. Segundo, la inmensa cantidad de signos que componen el sistema de la lengua hace imposible que las personas puedan intervenir en el mismo y transformarlos según su gusto. Tercero, el sistema es tan complejo que ni los mayores especialistas en la materia lograron sintetizar la lengua universal ni modificarlo de acuerdo a sus fines. En cuarto lugar, retomamos el carácter involuntario de la Lengua.
Las personas asimilan, desde niños, los signos de la Lengua como herencia recibida. Suponen que así hablaron sus padres y abuelos y por lo tanto así deberán comunicarse ellas. Ni tienen razones para cuestionar los signos ni están en capacidad intelectual de transformarlos.
El Principio de Mutabilidad, sostiene que el sistema de la lengua no permanece a lo largo del tiempo. Esto es: las relaciones significado-significante sufren alteraciones con el transcurrir de la historia social. Contraria a la perspectiva sincrónica, hay aquí unadiacrónica(a través del tiempo) que se ocupa de la evolución de los signos de la lengua y por lo tanto de su imposibilidad histórica para formar un sistema.
Saussure argumenta que la sociedad usa como vimos más arriba, la lengua de manera irreflexiva: habla pero no se pregunta por qué habla con esas palabras y no con otras, lo que permite que con el paso del tiempo las masas sociales provoquen involuntariamente la mutación de los signos. La lingüística al estudiar el sistema de la lengua deja de lado el factor tiempo porque sólo se puede ver la estabilidad de los signos en un momento dado. (Wikipedia)
La lingüística trabaja en la frontera
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