La gerencia estratégica y el potencial humano

LA GERENCIA ESTRATÉGICA Y EL POTENCIAL HUMANO

El poder es una realidad inmanente a todo ser humano. Es un estado de conciencia del que extraemos la capacidad de autonomía e influencia sobre los diferentes espacios vitales que nos afectan. Ese poder es la posibilidad que cada persona tiene de ser, de crecer, de desarrollarse, de mantener su autonomía y de cooperar con los demás.

La mitología griega de Pigmaleón nos brinda un momento de reflexión. Narra la historia de un excelente escultor que en una ocasión tomó un bloque de piedra y comenzó a esculpir la mujer ideal, la de sus sueños. Poco después obtuvo lo que ansiaba: pues los dioses le concedieron vida a esa mujer… que llamó Galatea. Esta historia trata de lo significativo de perseguir un sueño, de crear un futuro. Pues el poder está allí, impregnando toda la realidad existencial del ser humano: la imaginación es poder, la inteligencia emocional confiere poder, la palabra tiene poder, el grupo otorga poder… y el ideal le da forma a ese potencial humano que todos tenemos.

Es una mitología que ilustra el poder de las creencias y de las experiencias de una persona, y de cómo influyen de manera significativa en su comportamiento, provocando en los demás una respuesta que confirma esas expectativas. Pero el poder personal, en ocasiones, se puede pervertir cuando se utiliza como instrumento coactivo para controlar a los demás e imponerles un modo de pensar, una ideología, un estilo de vida, un tipo de moral o unos determinados valores que, obviamente, benefician a quienes ejercen la potestad.

Todos los juegos de poder que se dan en nuestra sociedad (guerra, rivalidad fraterna, peleas de pareja, credo religioso, patriotismo, militarismo, acoso sexual, capitalismo galopante…) son manipuladores, ya que pretenden ejercer fuerza para conseguir que alguien haga algo que, dejado a su libre albedrío, no haría. Del análisis del poder, de sus resortes y manifestaciones, de los abusos y perversiones que, como consecuencia de su ejercicio, tienen lugar en nuestra sociedad.

Las organizaciones, fuentes para el desarrollo del potencial humano

Las organizaciones o grupos organizados son una fuente dual para influenciar en el desarrollo humano, de una u otra forma se ajusta y forman parte del cambio constante del individuo. Asumen sin temor los retos que demandan los tiempos de hoy. Son aquellas que toman como propios los nuevos paradigmas de la calidad y del mejoramiento continuo. Cierto es que las organizaciones precisan de cuantiosos capitales, insumos de primera, maquinaria, tecnología e infraestructura de punta, pero más cierto es que estas no son ni serán nada si no cuentan con el real talento de sus recursos humanos.

Las organizaciones exitosas no solo administran y conducen talento humano, lo capitalizan. Son organizaciones en la que sus trabajadores gozan de una excelente calidad de vidal laboral, por ende, muestran indiscutible desarrollo institucional. Ahora bien, la dirección del talento humano corresponde a una serie de decisiones acerca de la relación de los empleados que influye en la eficacia de éstos y de las organizaciones. Para alcanzar todo el potencial, la organización debe contar con el personal adecuado disponible para el trabajo que va a realizar, o propiciar previamente la inducción al nuevo objetivo. Jesús Mendoza (2005) comenta que en la práctica esto significa que el gerente líder conductivo debe estar seguro de que los cargos bajo su responsabilidad estén ocupados por personas capaces de desempeñarlos de manera

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