La muerte como liberación

La muerte como liberación

Por:

Valentina Cancino Rodríguez

Área:

Ética y Valores

        Escuela Normal Superior de Envigado, Lc

        Noviembre 2016.

La muerte ha sido un aspecto lo suficientemente controversial en la vida del ser humano como para que cada persona en algún momento se haya cuestionado al respecto, desde la pregunta más remota y simple hasta la filosofía más profunda, al fin y al cabo, es algo que hace parte de la vida misma. La muerte es algo tan vivo, necesario y latente que es imposible simplemente no tenerla en cuenta. Es por ello que a estas alturas surge una pregunta cuya respuesta genera aún más interrogantes, pero que le da un vuelco total al panorama establecido y abre una mar de posibilidades desde un enfoque palpablemente distinto. ¿Es la muerte la esencia de la vida misma?

Cabe resaltar que a lo largo de la historia ha predominado el miedo, como un común denominador. La muerte parece precedida de un halo de temor, pues suele asociarse con dolor, sufrimiento, derrota y como la culpable de muchos males. Es por ello, que es necesario romper prejuicios y barreras para descubrir el propósito de la misma. Es algo que trasciende lo superficial, que va más allá. Se trata de liberación, en toda la amplitud de la palabra. Se trata de abandonar las circunscripciones y dejar de lado todo aquello que impide la plena manifestación del ser. Se resume, en una palabra: trascender.

Existen múltiples autores que han hablado sobre la muerte, pues como se dijo al principio, ha sido un tema muy controversial que ha suscitado todo tipo de teorías y opiniones. Uno de ellos es Kafka, quien en su obra la metamorfosis plasma un claro ejemplo de la muerte como herramienta para mostrar realmente como se es. De liberarse de las ataduras que se van generando a lo largo de la vida, de confrontarse con la realidad.

Se puede morir de muchas maneras, se muere cuando se pierde un sueño, cuando se deja de tener esperanza, cuando se abandona un proyecto o cuando se deja de insistir. La definición de muerte queda sujeta a la opinión y experiencia personal, es un concepto libre para cada persona según sus propios criterios y maneras de percibir el mundo. Pero aquí, se habla de una muerte un tanto más específica: de la muerte necesaria. En efecto, llega el tedioso momento en el que la única salida es el colapso, el cambio brusco, la aniquilación de la monotonía, la dejación de penas, angustias, dilemas y sentimientos contraproducentes. En este sentido, morir representa llegar al siguiente nivel, ir un paso adelante, en un camino sin retorno; se convierte en un requisito, un anhelo y en algunos casos una utopía.

´´Es absolutamente necesario suicidarse cada cierto tiempo. Huir de uno mismo, perderse, levitar, ayunar, sentir el cuerpo vacío, agotado, dolorido. Mudar la piel, beber, vomitar, tocar fondo, follar con desesperación y luego no recordar nada. Estar ausente de todo. Para después, aferrarse de nuevo a la vida. Vestir colores pastel, andar a paso ligero y sonreír a los vecinos cuando te saludan en la escalera. -¿Qué tal estás, preciosa?-Jodidamente bien, gracias.-´´

En el fragmento anterior, la escritora Ana Elena Pena, expresa la muerte desde un punto de vista diferente a lo convencional, se sale por un momento de lo tradicional para proponer la muerte como algo necesario, renovador. La muerte como vida. ¿Acaso morir no es algo necesario para renacer? ¿En la muerte se encuentra la verdadera respuesta para darle sentido a la vida, a la propia existencia?

...