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Las vanguardias literarias


Enviado por   •  29 de Marzo de 2022  •  Ensayos  •  2.176 Palabras (9 Páginas)  •  176 Visitas

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Las vanguardias.

En las últimas décadas del siglo XIX y primeras del siglo XX, fue un momento agitado y bastante complejo para los artistas quienes estaban en medio de una lucha constante entre el sentido del presente; motivado por el desarrollo industrial, y sus ansias por alejarse de los estilos del pasado. La búsqueda de lo nuevo convive con la permanencia del pasado, dejando por manifiesto el rechazo a las máquinas, pero si, la aceptación de nuevas tecnologías que exploran o anticipan el futuro. (Milicua, 1994).

La crisis arte-sociedad es evidente, siendo una de las características de las vanguardias, se les conoce como vanguardias históricas a los estilos artísticos que aparecieron en la primera mitad del siglo XX. Su propuesta rupturista fue tan radical que más de un siglo después sigue siendo el paradigma del arte de vanguardia, dado que en la época se produce en el arte una auténtica revolución de las artes plásticas. (Milicua, 1994).

Dice Milicua (1994)que los movimientos vanguardistas son más una actitud ante el arte que una estética, que abandonará la imitación de la naturaleza para centrarse en el lenguaje de las formas y los colores. Es la hegemonía del inconsciente, de la reconstrucción mental de la obra. Al espectador se le exige una nueva actitud ante la obra de arte. Los estilos dejan de ser internacionales para ser característicos de un grupo de artistas.

El término es de origen medieval y se usaba en el lenguaje militar, siendo la parte de un ejército, o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera, por delante del cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.Parte de un ejército, o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera, por delante del cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.Si tomamos literalmente el significado del término apuntaría a una idea de combate de pequeños grupos que destacan de una mayoría que avanza y se sitúa por delante.

Por ello las vanguardias fueron experiencias grupales más o menos organizadas, en las cuales los artistas suscriben una misma agenda estética e ideológica, es por ello que varios de estos movimientos tuvieron un manifiesto escrito, entres ellos, el expresionismo, el futurismo, al suprematismo, el dadaísmo, el neoplasticismo y surrealismo.

Este término con relación al arte aparece por primera vez en el primer cuarto del siglo XIX, en textos de los socialistas utópicos. No se trataba de un grupo o de una tendencia artística en particular, sino que el arte se presentaba en general, como avanzadilla de los sectores fundamentales que tratan de transformar la sociedad: la ciencia y la industria. Esto introduce otro concepto de vanguardia: Vinculación con actitudes progresistas; una transformación social. A fines del XIX, el término vanguardia se utilizó en el vocabulario político y antes de la primera guerra mundial pasó a ser frecuente, en la crítica artística concretamente se aplicó al Cubismo y Futurismo.

Tres acontecimientos políticos, la constitución de la segunda y la tercera República Francesa (1848 y 1871) y la Primera Guerra Mundial (1914), provocaron una reacción intelectual en contra de la sociedad de la época. Empieza así el estereotipo de artista incomprendido, bohemio y comprometido con una serie de valores contrarios a todo ese mundo convulso que provocaba situaciones miserables y desafortunadas A estos tres acontecimientos políticos, se debe añadir uno artístico de obligado nombramiento, el comienzo de los llamados Salones de París, unas muestras artísticas anuales de elevado prestigio que contaba con un jurado tradicional y conservador, y de donde fueron rechazados la mayoría de pintores impresionistas. (Milicua, 1994).

Estos inauguraron, por iniciativa propia, los llamados Salón de los Rechazados con la intención de que su trabajo, aunque no fuera aceptado en la muestra principal, pudiera ser apreciado y valorado por el público. Quizá fue este el primer gran desencuentro entre el mundo artístico y el intelectual de la época, que no había hecho más que empezar. A este precedente se debe añadir el panorama de principios del siglo siguiente, lleno de cambios y aportaciones significativas que modificaron ciertas ideas y modos de vida: la Segunda Revolución Industrial, con la aparición del motor de explosión, la publicación de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein y la Interpretación de los sueños de Sigmund Freud, la popularización de la fotografía, el nacimiento del Cine, anunciaban la ruptura con el estilo del pasado. (Milicua, 1994).

Las vanguardias literarias son el conjunto de movimientos desarrollados dentro de la literatura durante la primera mitad del siglo XX, que buscan la renovación y libertad de expresión. La literatura vanguardista, especialmente a través de la poesía, reacciona contra los valores, las producciones estéticas anteriores y la tradición literaria.

a) Futurismo.

El primer manifiesto futurista se publica el 20 de febrero 1909, en el periódico parisino “Le Figaro”, escrito por Filippo Marinetti, escritor italiano, que casi con un rigor dogmático no dudaba en afirmar que “un automóvil rugiente, es más bello que la Victoria de Samotracias”. Con ello se exaltaba la modernidad, lo tecnológico, lo mecánico y rompe una lanza a favor de sus cualidades estéticas de estos objetos industriales infravalorados según esta vanguardia.

El futurismo se caracterizará principalmente por la originalidad y el dinamismo, la ruptura de la sintaxis y la adoración de los objetos como temática. El escritor futurista pretende ser innovador, se opone a la literatura anterior, Marinetti propone el surgimiento de una tendencia nueva y dinámica. La energía frente al sentimentalismo y la melancolía anterior. (Ortiz, 2018).

Uno de los objetivos del futurismo es la originalidad, por ello los futuristas rechazaron las formas contrarias al progreso y buscaban contenidos nuevos. Es como si los propios representantes sintieran que ellos ya eran el futuro. El dinamismo se explica por la movilidad del mundo moderno, marcado por la energía y la velocidad. Los autores futuristas experimentan este dinamismo jugando con las diferentes tipografías y formas para dar la sensación de ritmo y movimiento.[pic 1]

En literatura futurista se busca terminar con la sintaxis, la utilización del verbo en infinitivo para agregar más dinamismo e importancia a la acción y, de alguna forma, despersonalizar el mensaje. También se pretende abolir los adjetivos y dar más importancia a los sustantivos, intenta ultimar las locuciones conjuntivas, los puntos o la métrica, con un único fin: “dejar palabras en libertad”. (Ortiz, 2018).

b) Dadaísmo.

El más radical y agresivo de los -istmos o -ismo de principios de siglo nació en Zürich (Suiza) obra de Tristan Tzara. Fue una vanguardia anarquista que se mostró rotundamente en contra de cualquier norma social, moral o estética. Contundente, destructor y provocador, basado en lo absurdo, lo elemental, lo casual y lo azaroso (la misma palabra dadá que designó el movimiento se escogió de modo arbitrario en un diccionario). Su objetivo principal era cuestionar unos criterios artísticos fuertemente afianzados y aceptados en la época. El ejemplo máximo de Dadá fue el artista francés Marcel Duchamp que, a través de los denominados ready-mades (objetos industriales sin valor, elevados a la categoría de obra de arte por el simple hecho de exponerlos en un museo bajo una firma y una fecha) trató de ridiculizar la veneración pasiva y poco crítica del público burgués. Gracias al movimiento dadaísta, el Arte abrió sus fronteras y aceptó otros modos de expresión artística, lo que fue su mayor aportación. Era el nacimiento de lo que hoy denominamos arte conceptual. Además de Duchamp, los componentes de este grupo fueron Hans Arp, Francis Picabia, M. Ernst y el fotógrafo Man Ray.  (Ortiz, 2018).

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