Mujeres Del Narco

CAPITULO 2

Introducción

El segundo capítulo de esta tesina se enfoca en más detalle sobre el papel que la mujer tiene en el narcotráfico. Hablo sobre los trabajos que estas mujeres tienen en el narcotráfico y sobre los crimines que cometen. El capitulo se enfoca en cómo estas mujeres llegaron a su posición y cómo lo mantienen. En este capítulo hablo sobre la violencia que estas mujeres usan en sus empleos y cómo manejan sus negocios. Me enfoco en cómo la mujer ha entrado al mundo del narcotráfico por su familia. Uso a tres mujeres narcotraficantes que fueron y siguen siendo las jefas de carteles que dominan el mercado de drogas. También use a mujeres que se dedican al asesinato y están al cargo de grupos que están al servicio de carteles peligrosos. Este capítulo representara a las mujeres no como amas de casas o como las madres amorosas sino que la representara como una criminal que a la hora de eliminar a sus rivales no les tiembla el pulso. La mujer en este capítulo será la del poder y será la que demuestre tener más inteligencia y eficiencia en el negocio.

Las organizaciones criminales que han arruinado la paz de los habitantes mexicanos han estado bajo el mandato del género masculino. Los hombres son los que han manejado a estas organizaciones que se dedican al transporte de drogas ilícitas o al asesinato. El dinero y poder que estas organizaciones ofrecen atrajo a muchos mexicanos que buscaban una manera más fácil de salir de la pobreza. Los mexicanos involucrados en el crimen organizado aumento la cantidad de carteles y bandas en el país. Al ver que estas organizaciones se convertían en una amenaza para el país el gobierno les declaro la guerra. La batalla contra estas organizaciones las ha dejado débiles y el mandato del hombre empieza a disminuirse. Mientras los hombres empiezan a ser eliminados por las autoridades el género femenino ha empezado a tomar el mando de estas organizaciones. La mujer está dejando su papel como objeto sexual y ama de casa a uno de criminal. El género femenino ya no forma parte del narcotráfico como las esposas o amantes de los narcos, ahora tiene el papel como asesina o narca. La mujer empieza a tener empleos que solían ser solo para hombres y empiezan a tener poder en un negocio dominado por varones. El género femenino no solo está rompiendo todas las normas de su género sino que también está logrando mantener el poder en un país tan machista.

El machismo en México le ha negado la igualdad a la mujer y ha establecido la creencia de que el hombre es superior a la mujer. Sin embargo, esta creencia no ha detenido al género femenino a ser parte y triunfar en un negocio dominado solo por hombres. Las mujeres se han destacado como las sicarias de unos de los carteles que dominan el mercado de las drogas y son iguales o más violentas que los hombres sicarios. Las mujeres sicarias han demostrado ser más eficientes cuando se trata de matar y trabajan equivalente a los hombres. El género femenino está logrando tener igualdad en el mundo del narcotráfico y poco a poco está obteniendo el respeto del hombre. El hombre ya no es el único que está enfrente de estas organizaciones, ahora es la mujer que esta al mandato y tiene a los hombres bajo su mando. Estas jefas de carteles tienen a los hombres a su disposición y están demostrando ser más calculadoras e inteligentes que los hombres. Estas jefas del narco logran mantenerse en el poder y evitar ser arrestadas por las autoridades mejor que los hombres. La mujer no solo está tomando el papel como la jefa del narco sino que también se está convirtiendo en la líder de las bandas que se dedican al asesinato, secuestros y otros crímenes. El estilo de vida de ambos géneros está cambiando drásticamente por la involucración que la mujer tiene en el sicariato y el narcotráfico.

El narcotráfico es un negocio que se ha encargado de reclutar a muchos mexicanos y ha inspirado la creación de pandillas que se dedican al asesinato y otros actos criminales. Muchas familias mexicanas dependen del narcotráfico para poder comprar el pan que los alimenta. En varias ocasiones el negocio del narcotráfico es heredado a los miembros de la familia y entre la gente que tiene algún tipo de relación con ellos. La mayor parte del tiempo esto es lo que ocurre con las mujeres que se convierten en las jefas de carteles. Estas mujeres suelen ser las esposas, amantes o familiares de los hombres involucrados en el narcotráfico. Estas mujeres se ven obligadas a tomar el mando del los carteles cuando sus parejas o familiares son arrestados o asesinados. La ausencia del los hombres deja a estas mujeres al frente de sus familias y sin ninguna otra alternativa se vuelven empleadas del narcotráfico. Como empleadas del narcotráfico estas mujeres están demostrando ser más inteligentes y más reservadas que los hombres en el narcotráfico.

En el narcotráfico la función como burrera fue uno de los primeros empleos que más recluto a la mujer. Burrera es otro nombre usado para las mujeres mulas que se encargan de transportar paquetes de drogas utilizando sus cuerpos. Estas mujeres usan cada rincón de su cuerpo capaz de sostener los paquetes de drogas ya fuera sus partes intimas o su estomago. A estas mujeres se les llama mulas o burreras por la forma que utilizan sus cuerpos en cargar los paquetes de drogas. Las mujeres eran las ideales para este puesto ya que ellas tenían más capacidad de cargar la droga con sus cuerpos. Muchas burreras corrían mucho riesgo de morir de una sobredosis ya que ellas se tragaban las bolsas de drogas y había posibilidad de que la bolsa se rompiera en sus estómagos. Algunas mujeres sostenían los paquetes de drogas a sus cuerpos con fajas y entre más flacas estuvieran más fácil era pasar seguridad sin ser detectadas. Las mujeres embarazadas eran las que más éxito tenían en cargar los paquetes de drogas ajustados a sus estómagos y en cargar las drogas dentro de ellos. Las mujeres embarazadas eran exitosas ya que evadían las maquinas de los aeropuertos por su condición. Estas mujeres empezaron a involucrarse en el narcotráfico por necesidad y en muchas ocasiones lo hacían para poder mantener a sus familias (Soto cap.2).

La familia es lo que lleva a muchas mujeres a buscar empleo en el narcotráfico y en muchas ocasiones ellas se involucran en el trafico de drogas junto con sus parejas amorosas. Este fue el caso de Ignacia Jasso alias “La Nacha” quien junto con su esposo Pablo González conocido como “El Pablote” crearon el cartel que dómino Ciudad Juárez. Se cree que aunque ambos crearon el cartel era Ignacia quien llevaba las riendas y era ella que demostró ser el cerebro del negocio (Ramírez-Pimienta 89). Ignacia Jasso alias “La Nacha” es considerada la primera jefa del primer

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