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PAUSA A LA REALIDAD


Enviado por   •  30 de Abril de 2019  •  Tareas  •  1.249 Palabras (5 Páginas)  •  124 Visitas

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PAUSA A LA REALIDAD

DANIEL RICARDO PINCHAO BRAVO

UNIVERSIDAD DE NARIÑO

FACEA

MERCADEO II

IPIALES

2018- 2019


PAUSA A LA REALIDAD

DANIEL RICARDO PINCHAO BRAVO

ALEJANDRA GUARANGUAY RODRIGUEZ

UNIVERSIDAD DE NARIÑO

FACEA

MERCADEO II

IPIALES

2018- 2019

PAUSA A LA REALIDAD

Cierta mañana al abrir mis ojos y mirar el sol por la ventana, me puse a pensar en algo para hacer en el día, aún es muy temprano para salir susurre y nuevamente me quede dormido. De nuevo fue la luz del sol seria la que me despertaría y la cual estaba en el mismo lugar, me pareció muy extraño, quise encender un viejo radio pero no había electricidad, fui al baño y no había agua, así que salí a la calle y fue abrumadora la sorpresa al ver que la gente, las aves, los perros callejeros estaban inmóviles, mire al cielo e igualmente lo estaban las nubes, no se movía nada, como si repentinamente le hubieran puesto pausa a la realidad, seguí caminando y la mirada de la gente estática me daba escalofríos, habían quedado inmóviles de improvisto en cual fuese la actividad que realizaban unos corriendo, unos saltando, incluso un borrachín había quedado con la botella alzada sobre su boca, yo seguía caminando y todo se encontraba inmóvil, estaba muy emocionado porque quería  hacer lo que no había podido antes, avance  por las calles principales y la sugestión de correr y agarrar todo me indujo a hacerlo, al fin nadie me podría decir nada, tenia una agitación de animo de hacerlo todo así que entré a los almacenes y centros comerciales tome las cosas que siempre había querido tener, luego a los restaurantes mas finos y degustaba de exquisitos platos, lo tenia todo, podía hacer lo que sea y no había limites solo quería disfrutar de la disposición de toda la ciudad para mi, o tal ves de la disposición del mundo entero y averiguarlo fue lo que hice. En un velos auto avance a la ciudad mas cercana, al llegar a la ciudad confirme mi sospecha todo se encontraba en pausa, entraba a los mejores lugares, tomaba las mejores ropas y comidas, estaba muy exaltado y ansioso así que decidí seguir explorando y derrochando, pero esto cambiaria cuando avanzaba por la carretera baldía, de manera abrupta un acontecimiento sorprendente hizo que me detuviera, a poca distancia mire un hombre levantando sus brazos, seguí lentamente mirando al hombre de un aspecto desgarbado, figura descompuesta y con un par de andrajos como ropa, al llegar el hombre golpeaba las ventanas preguntándome varias veces:

-¿Qué sucede?, ¿De donde viene? Baje la ventana y le comente lo ocurrido, el me dijo:

-Muy cerca esta mi pueblo e caminado porque ya no soportaba la incertidumbre de saber que sucede, hace un tiempo que nadie va al pueblo ni pasa por la carretera y ni siquiera tenemos electricidad. Así que fuimos a su pueblo, al llegar todos se abalanzaban a mi haciéndome las mismas preguntas, yo solo les decía la verdad por lo cual se les notaba mas asustados y como no se había abastecido al pequeño pueblo de alimentos la gente estaba muy hambrienta, decidí ayudarlos. Varios tomaron vehículos y se dirigieron a distintas ciudades y al igual que yo todos derrochaban de todo lo que encontraban a su paso. Pero las cosas cambiarían radicalmente, los alimentos comenzaron a escasear, había mucha gente saqueando los almacenes y peleando por la comida, el agua y los pocos víveres que quedaban, todo esto me aterraban, después de haber echo todo lo posible en este mundo hasta lo inimaginable, había saciado mis gustos y placeres, estaba asqueado de mis excesos ahora las calles y los lugares horriblemente en ruinas me turbaban cada vez mas, estaba ávido de volver a ver los hermosos crepúsculos del verano, de bailar bajo la lluvia, de escuchar el bello piar de las aves,  mi desdicha se acrecentaba y caía en una profunda depresión causantes de la cruel decisión que tomaría; me dirigí hacia una gran colina cerca al pueblo, escale hasta la cima y sin pensarlo mucho me lance, iba en caída libre hacia mi muerte, pero a diez centímetros de chocar contra el suelo rocoso mi mente se quedo en blanco enseguida súbitamente caí los diez centímetros que faltaban, me levante mire alrededor y todo estaba devastado mire al cielo y las nubes  no se movían y el sol en el mismo lugar, parecía que todo seguía igual a excepción de una cosa, al mirar mis manos y tocarme note que estaba muy viejo, una larga barba y blancos cabellos que caían sobre mi macilento rostro y de un aspecto en general desgalichado, por alguna razón no morí, solo estaba muy viejo, con las pocas fuerzas que tenia me dirigí al pueblo en ruinas y desolado, para mi fortuna me encontré con un viejo que se acerco y me ofreció una rebanada de pan y mientras comía ansiosamente, el me pregunto:

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