Pabellón urgencias del seguro social

CRÓNICA

Pabellón urgencias del seguro social

NICOLÁS GARCÍA QUIROZ. Egresado colegio Calasanz. La ciudad y sus voces. Crónicas urbanas.

7:00 a.m

Son eso de las siete de la mañana, hoy es sábado 12 de Octubre, día de las culturas y el doctor FEMANDO DUEÑAS llega a pasar revista de lo que según él, fue el voleo de anoche, un clásico viernes de rumba, alcohol y peleas callejeras, sí, estoy en la Clínica del Seguro Social, esa que queda en la veinte entre quinta y sexta. Más exactamente, estoy en la entrada de lo que es el Pabellón de Urgencias en donde según él se vive día a día más de cien batallas contra la muerte. Aún no ha comenzado la mañana y el Pabellón ya está lleno de gente, que no está aquí por dárselas de bacanes manejando borrachos, está lleno de gente humilde que implora por un poco de atención médica.

Cualquiera que no conozca este lugar diría, ya están y es sólo esperar, sí, pero es que el tiempo de espera es eterno, según afirman algunos de los usuarios con los que hablé. Uno de estos es RAMÓN GÓMEZ un jornalero de los que ahora está trabajando en la construcción de la nueva sede de la policía en la avenida sur: << no, yo estoy como desde las seis y media de la mañana y me dicen que no me pasan el niño porque hay personas más graves>>, estas son algunas de la expresiones más comunes, que se oye decir a la gente, que por su estrato social y tipo de trabajo, no pueden aspirar a una EPS donde los atiendan más rápido.

8:00 a.m

Sale una de las enfermeras del área restringida donde solo entran los pacientes y doctores, la cara de todos aquellos que están en el pabellón se ilumina como con la esperanza de que digan su nombre pero a la mayoría se le va la ilusión cuando sólo llaman a CARMELA JIMÉNEZ, una señora de unos setenta años que llevaba más de media hora conectada a una pipa de oxígeno, don RAMÓN ya están desesperados y le tova dejar su hijo de 5 años con su mamá doña NANCY HERNÁNDEZ, pues según él ya lleva una hora re retraso y el “ingeniero” es una fiera por lo cual le toca irse, yo hablé un poco con doña NANCY; se le notaba colérica pues decía <<cómo es que a uno le rebajan del sueldito para que lo atiendan así de mal, mire no mas, llevamos más de hora y media aquí con el niño todo enfermito perdiendo colegio y yo sin poder llamar a la señora de la casa donde trabajo, y eso fijo que hoy me toca regañina>> y yo apostaría, pues como somos de indolentes los colombianos, se nos meten a la cabeza y nos la inflan los tres pesos de más que tenemos en el bolsillo y por lo cual ya somos diferentes y mejores que aquellos que tienen poco, porque

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