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Seguro Social


Enviado por   •  11 de Marzo de 2014  •  4.255 Palabras (18 Páginas)  •  175 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Hablar de Seguridad Social es acrecentarse en una situación de máxima importancia para los habitantes de un país, donde cada día se observa mayor discriminación, mayor empleo informal, mayor evasión de la contribución, entre otros, lo que ha originado un deterioro muy importante en el bienestar de las poblaciones mundiales.

El problema radica en que todo lo que se hace se piensa a corto plazo como si el mundo se va a terminar en ese lapso de tiempo, ha habido innumerables fórmulas en distintos países mal llamados desarrollados que han fracasado en un tema de tanta preeminencia como es el de la seguridad social, hoy vemos como Europa, atropella a los ciudadanos, cambiando el estilo de seguridad social a que estaban acostumbrados porque no pueden sostener el gasto social que han desarrollado por el solo hecho de mantenerse dentro de una esfera política mundial que solo intenta mantener un estatus quo que les conviene debido a la manera guerrerista que han querido sobrellevar después de la Segunda Guerra Mundial.

Desde el momento que a los países industrializados les ha importado primeramente la parte económica ya que son fuertes allí y han dejado la parte social porque son débiles allí, es desde ese instante cuando se ha visto mermada la situación en materia de seguridad social. Todo lo que está sucediendo en el mundo en materia de catástrofes es producto de un olvido al aspecto social, a la adecuada distribución de la riqueza, a la parte ambiental, ya que todo es un sistema y se ve afectado por todos y cada uno de los factores que intervienen en la actividad mundial.

El muy difundido hoy en día desarrollo sostenible, pareciera ser una utopía más de la realidad que se vive en el mundo, ya que no es un secreto para nadie que esto no le conviene a los países llamados ricos porque se ven en desigualdad de condiciones en cuanto a recursos naturales, los países llamados más pobres son los que tienen mayor nivel de recursos naturales, que son altamente necesarios para la vida del planeta y los países ricos en lugar de tratar de alcanzar un equilibrio para la mejor distribución de la riqueza lo que hacen es tratar de a la fuerza alcanzar dichas materias primas.

Todo esto ha generado la necesidad de que las personas luchen no por una competencia justa sino por una libre donde el más habilidoso logre la mayor parte sin importar lo que suceda al semejante.

El trabajo que se expone a continuación y que comprende lo que respecta al modelo de seguridad social en Venezuela, que también hace referencia a la seguridad social pública y privada y no menos importante lo que se describe de los sistemas de capitalización y de reparto, busca insertar al lector en un tema de alta sensibilidad social, en el que todos y cada uno de los que habitan este planeta tienen una gran notabilidad en el conocimiento que se requiere para afrontar tan relevante tema como es el de la seguridad social.

El problema que afronta la población venezolana con el tema de la seguridad social es muy serio y requiere de mucha discusión respeto, sensibilidad humana entre otros por el delicado asunto de la vida en sociedad. Si se continúa con el modelo actual de seguridad social a través de un modelo netamente estatista, lo más probable es que haya una hecatombe que destruirá por completo el país, ya que se convertirá en una espiral ascendente de miseria, hambre corrupción y delincuencia. Todos los venezolanos deben saber que desde hace más de cinco años es el Estado a través del fisco nacional quien hace los aportes para que se cumpla con la seguridad social, lo que se convierte en una carga financiera bastante importante para el Estado y por ende para sus habitantes. Es necesario que el Estado mismo si quiere tener el control de tan importante sistema, comience por depurar las instituciones que ha través del tiempo han demostrado ser antros de corrupción como es el caso del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Probablemente sea a través de inversiones capitalizables y no de aumento en gastos sociales, donde esté la verdadera solución al problema. Si el Estado se vuelve ciego en tratar de alcanzar una solución que solo él considere que puede lograr, probablemente estará cavando más profundamente la tumba de la seguridad social de los venezolanos.

B. F. Skinner, destacado psicólogo de fama mundial dijo alguna vez, “Nadie ha dado nada sin nada a cambio” así como otra expresión que abarca a Venezuela de manera importante y reflexiva, cuando muchos irresponsables supuestamente dueños tanto de las verdades absolutas como de la solución de los graves problemas sociales, recalcan solo la parte negativa de la crisis por la que atraviesa el mundo y que nuestro país no escapa de ella porque todo es un sistema y lo que suceda en alguna parte del mundo afecta a los otros y que lo que pareciera que añoran es que haya una destrucción y en lugar de apoyar para determinar las causas y las soluciones a problemas cotidianos lo que hacen es empañar nuestra realidad, a ellos hay que expresarles que: “Venezuela no está en crisis, Venezuela está cambiando, están en crisis los que no quieren cambiar”.

Este trabajo trata de hacer llegar a los que aborden el mismo que es necesario que se observen y se tomen en consideración todos y cada uno de los proyectos que se han llevado a cabo en otros países tanto de América Latina, Europa, Asia, India, África y América del Norte para emprender tan sensible propósito como es el de la seguridad social por su sensibilidad y complejidad humana.

Según la Organización Mundial de la Salud, el estado más perfecto de salud es el bienestar y este no hace sino generar un proceso de redistribución de la riqueza, pues en principio, las clases inferiores de unasociedad son las más beneficiadas por una cobertura social que no podrían alcanzar con sus propios ingresos.

En este Sistema se engloban temas como la salud pública, el subsidio aldesempleo, o los planes de pensiones y jubilaciones y otras medidas que han ido surgiendo en muchos países tanto industrializados como en vías de desarrollo desde finales del siglo XIX para asegurar unos niveles mínimos de dignidad de vida a todos los ciudadanos e intentar corregir los desequilibrios de riqueza y oportunidades

El estado como garante de la seguridad social de todos los ciudadanos que residen en Venezuela, debe imperantemente y valga la redundancia, fiscalizar con mano de hierro, todos los recursos que en la materia a que se hace referencia se aporten, ya que de lo contrario, el caos vendrá pronto y podrá ser irreversible.

Hay que tomar en consideración lo referente al sistema de reparto y a las diferentes formas de capitalización que deben llevarse a cabo con el firme propósito de lograr la mayor suma de felicidad posible a los ciudadanos la cual primariamente recalca sobre la seguridad social.

Seguridad Social Pública.

La seguridad social en Venezuela está, básicamente en manos del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, IVSS. El IVSS, constituido como un sistema de seguros obligatorios que recibe aporte de los trabajadores, los patrones y el sector público, fue ampliando su cobertura y expandiéndose durante un largo periodo en que funciono razonablemente bien.

Se organiza de la siguiente manera: el sistema recibe cotizaciones mensuales y, con ellas, paga las pensiones y jubilaciones de los beneficiarios, utilizando para eso el sistema de financiamiento sobre la marcha o de “reparto”, lo que significa que todo el dinero llega a un fondo común y luego es gastado según la obligaciones contraídas año a año, con esos fondos, además, el IVSS fue generado, en su primera etapa, una red de centros de atención de salud que, si bien no logró cubrir todo el territorio nacional, al menos representó en su momento un perceptible avance con respecto a la situación anterior. Por consiguiente la Asamblea Nacional Constituyente (1999) en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela decreta lo siguiente:

Titulo: Capítulo IV: de los Derechos Sociales y de las Familias.

Articulo Nº 86: Toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio público de carácter no lucrativo, que garantice la salud y asegure protección en contingencias de maternidad, paternidad, enfermedad, invalidez, enfermedades catastróficas, discapacidad, necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de empleo, desempleo, vejez, viudedad, orfandad, vivienda, cargas derivadas de la vida familiar y cualquier otra circunstancia de previsión social. El Estado tiene la obligación de asegurar la efectividad de este derecho, creando un sistema de seguridad social universal, integral, de financiamiento solidario, unitario, eficiente y participativo, de contribuciones directas o indirectas. La ausencia de capacidad contributiva no será motivo para excluir a las personas de su protección. Los recursos financieros de la seguridad social no podrán ser destinados a otros fines. Las cotizaciones obligatorias que realicen los trabajadores y las trabajadoras para cubrir los servicios médicos y asistenciales y demás beneficios de la seguridad social podrán ser administrados sólo con fines sociales bajo la rectoría del Estado. Los remanentes netos del capital destinado a la salud, la educación y la seguridad social se acumularán a los fines de su distribución y contribución en esos servicios. El sistema de seguridad social será regulado por una ley orgánica especial.

En relación a lo antes expuesto se establece por vía legal que:

a) La seguridad social es un derecho humano fundamental.

b) Toda persona tiene derecho a la seguridad social, independientemente de su capacidad económica para contribuir a su financiamiento.

c) El estado tiene la obligación de garantizar la efectividad del derecho a la seguridad social, mediante la creación de un Sistema de Seguridad Social, regulado por una Ley Orgánica Especial.

d) La seguridad social es un servicio público de carácter no lucrativo.

e) Los recursos de la seguridad social, así como sus rendimientos y excedentes, no podrán ser aplicados a fines distintos a los de su cometido original, es decir, protección social de la población afiliada y fines sociales del Estado.

f) El Sistema de Seguridad Social debe amparar a las personas sujetas a su campo de aplicación ante la contingencia de enfermedades o accidentes cualquiera sea su origen, magnitud y costo, maternidad, paternidad, invalidez, incapacidad parcial, desempleo, vejez, muerte, riesgo viudedad, orfandad, vivienda, cargas familiares, necesidades especiales, y , cualquier otra circunstancia de prevención social.

g) El sistema de seguridad social debe ser universal, integral de financiamiento, solidario, unitario, eficiente, participativo, y de contribuciones directas o indirectas.

Sin embargo, es importante aclarar que la reforma de la Seguridad Social en Venezuela, data en sus inicios desde finales de la década de los años 1980. Al igual que esl resto de los países de América Latina, este proceso abrió caminos para que expertos sobre el tema e instituciones incursionaron sobre su contenido y dieran a conocer sus propuestas de solución a la crisis del mismo.

No obstante la crisis del Seguro Social en Venezuela marca la pauta del proceso de reforma. Los problemas de liquidez del Estado, aunados a la mala gestión pública, dieron paso a su colapso definitivo, lo cual se tradujo en constantes protestas de los ancianos con el petitorio de ajustes a sus pensiones, así como de otros sectores sociales. Por otro lado, los fondos previstos para la Seguridad Social en Venezuela no fueron utilizados en su oportunidad para potenciar la institución Instituto Venezolanos de Seguros Sociales (IVSS), sino para otros planes que concluyeron en costear corrupción y clientelismo político.

Cabe mencionar, lo referido por la Comisión Tripartita en 1997, la cuál sostuvo que la verificación de la enorme crisis del IVSS, tuvo su base en factores demográficos, la poca relación entre contribuciones y beneficios, ausencia de incentivos, evasión de contribuciones, pésimo manejo administrativos, elevado costo fiscal y corrupción, todo ello dio lugar a la propuesta de reforma que en marzo de 1997, formularon los empleadores, los trabajadores y el gobierno.

Como consecuencia de este proceso, se destaca que es en el programa de gobierno del Presidente Caldera, la Agenda Venezuela (1996), donde se asume el compromiso de “reestructurar integralmente el Sistema de Seguridad Social”. La citada “restructuración” contempla:

a) Eliminar el régimen legal de prestaciones sociales. Hecho este que se materializa con la reforma parcial de la Ley Orgánica del trabajo

b) Crear un sistema pensional fundado en cuentas o fondos de capitalización individual administrados por el sector privado (fondos de pensiones), cuyos lineamientos generales ya han sido aprobados en la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social Integral (1997).

c) Transformar el IVSS en un organismo financiero y por lo tanto no oferente de servicios o prestaciones en forma directa.

Partiendo de estas ideas se han elaborado interesantes planes que luego, por la lentitud y la insuficiencia en su aplicación, no han redundado en nada positivo. Es preciso, por lo tanto, presionar, advertir, estar vigilantes para que no nos empantanemos en una tierra de nadie a mitad del camino hacia la solución. Podría decirse que ningún sistema de Seguridad Social puede ser viable si existe una elevada o persistente inflación, pues no hay forma de hacer rendir fondos que se van depreciando constantemente.

En está perspectiva, en Febrero de 1999, cuando asume la Presidencia de la República Hugo Chávez Frías, con la Ley Habilitante otorgada al Presidente Chávez en abril de 1999, el Estado Venezolano, viene desarrollando una serie de programas en materia de Seguridad Social. Jurídicamente son Fundaciones del Estado, que en su mayoría escapan del control publico, no están adscritas a ministerios y su constitución ocurre por vía de decreto ejecutivo. Algunas de estas misiones tienen un nivel operativo, otras gestionan servicios públicos.

A partir de 1999, Venezuela parece estar a punto de dar un viraje en un tema que no sólo es importante por sus repercusiones directas en la población, sino también en un adecuado sistema de seguro de salud. Para favorecer la recuperación del deterioro social, aumentar considerablemente el ahorro y la inversión privadas y atraer, por su estabilidad, un caudal importante de inversiones.

Esta formula que se ha adoptado en Venezuela ha sido muy criticada por su carácter populista, Sin embargo en algunos sectores de la sociedad (los estratos mas bajos) han tenido mucha aceptación. En Venezuela hay una protección Social parcial, es decir, solo a los trabajadores dependientes, que son la minoría. Los indicios que parten del Gobierno son, hasta esta fecha, bastante buenos, pero no indican que los ciudadanos esperen pasivamente esperando sus acciones.

La Seguridad social es de gran importancia en un país ya que su objetivo principal es proteger a los habitantes de la República, de las contingencias de enfermedades y accidentes, sea o no de trabajo, cesantía, desempleo, maternidad, discapacidad temporal o parcial, invalidez, vejez, muerte, sobrevivencia y cualquier otro riesgo. Así como las cargas derivadas de la vida familiar recreación de todo ser humano. Es de gran valor debido a que las personas que están en imposibilidad temporal o permanente de obtener un ingreso o que deben asumir responsabilidades financieras excepcionales, pueden seguir satisfaciendo sus necesidades, proporcionándoles, a tal efecto, recursos financieros o determinados servicios, lo cual tiene basamento legal en el artículo antes mencionado de la República Bolivariana de Venezuela (Art. 86) donde se establece que toda persona tiene derecho a la Seguridad Social como servicios público de carácter no lucrativos que garantiza la salud y la protección ante las contingencias.

SEGURIDAD SOCIAL PRIVADA

El seguro privado se inspira en un interés personal inmediato, se funda en un negocio privado, es normalmente voluntario y existe el espíritu de lucro en el asegurador, que generalmente es una persona de derecho privado. Por el contrario, el seguro social satisface un interés social inmediato y da origen a una relación jurídica que, aunque pueda excepcionalmente no ser obligatoria, está íntegramente regulada por la ley. No existe en él una equivalencia matemática de las prestaciones, el asegurador es siempre persona de derecho público, y los beneficiarios sólo pagan una parte de la prima, la que es integrada por aportes de un tercero (patrón o estado).

SISTEMA DE CAPITALIZACIÓN

Capitalización individual (seguridad social)

En la seguridad social, se denomina capitalización individual, a un sistema de ahorro personal para la vejez. Como estrategia para prevenir la incapacidad laboral que produce la vejez, el sistema se distingue del régimen de reparto público, en el hecho de que mientras éste está organizado a partir por un mecanismo de solidaridad, el sistema de capitalización está apoyado en un mecanismo de ahorro exclusivamente individual. En varios países el sistema de capitalización individual existe como opción voluntaria, organizado por empresas de seguro privadas, con el fin de complementar el sistema público de reparto.

En 1981, la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet, aplicando teorías económicas de libre empresa de la Universidad de Chicago, y el asesoramiento del economista estadounidense Milton Friedman, impuso en Chile un sistema obligatorio de capitalización individual para la vejez, administrado por empresas privadas con fines de lucro, con el fin adicional de formar un mercado de capitales.

En contraposición al régimen de reparto aparece el de capitalización individual de corte puramente economista cuya exponente y estandarte principal el implantado en Chile a partir del año 1980. este sistema, llamado por el antiguo ministro de trabajo del gobierno chileno en época de dictador Pinochet, Dr. Piñeira, el de la "libretita". Consiste en un aporte individual obligatorio pagado, en algunos casos sólo por el trabajador, y en otro por éste y su empleador para cuando llegue su edad de retiro reciba la pensión que el mismo se ha labrado. El trabajador escogerá cuando se retira de la actividad productiva. Su pensión dependerá del grado de sus ahorros. Es una pensión prepagada cuyo monto puede ser determinable de antemano.

El trabajador depositará su cotización en una entidad financiera pública o privada, quien le cobrará una comisión para administrarle su dinero. Cuando el trabajador decida retirarse podrá elegir entre retirar todo su dinero o comprar una póliza de seguros. Sin duda que este régimen se pierde un elemento social de un verdadero sistema de seguridad social: a la solidaridad. Por más rodeo que se quiera dar, este elemento se pierde.

Es un régimen individualista y el monto de la pensión o cuidados de salud dependerá de la capacidad económica del contribuyente.

El problema de la protección social es complejo y no sólo se puede enfocar desde el punto de vista económico. La política social se nutre de realidades, por lo que ésta debe adaptarse y adoptarse pensando siempre en las condiciones y circunstancias de cada país.

Si fundamentamos la atención de los riegos sociales sólo en el ahorro, nos podemos encontrar, en alguna ocasión con muy serias dificultades porque los grupos sociales más desfavorables, justamente a quienes más se debía brindar protección, por si solos no disponen de medios suficientes para ahorrar y solventar sus necesidades. El ahorro se expone a los riegos, por ejemplo, que entraña una devaluación de la moneda, sino se toman las medidas de lugar.

El ahorro por sí solo, considerado aisladamente no garantiza al individuo que pueda hacer frente a las adversidades de la vida.

A comienzos de la década de 1990 el Banco Mundial impulsó a los países del Tercer Mundo a adoptar el modelo de capitalización chileno, algo que hicieron algunos otros países latinoamericanos, como Argentina y Uruguay, y de Europa del este, como Polonia.

En la segundo mitad de la década de 1990, el propio Banco Mundial y organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y gran cantidad de partidos políticos, organizaciones no gubernamentales y académicos, comenzaron a cuestionar los desequilibrios y el mal funcionamiento del sistema de capitalización, recomendando su anulación o reformas radicales, como la necesidad de que el Estado aporte fondos sustanciales para garantizar que las prestaciones alcancen un mínimo que permita la supervivencia de los jubilados.

En Venezuela este sistema es privado y de acceso solamente a las personas con mayores recursos, el mismo contempla que los trabajadores tengan sus contribuciones en fondos de ahorro capitalizables donde son ellos mismos los vigilantes de sus aportes ya que serán estos los que tengan para cubrir sus necesidades al retiro de sus actividades productivas.

En la década de los noventa se discutió fuertemente este modelo de seguridad social sin embargo al llegar el gobierno bolivariano, se descarto completamente la idea, ya que es del pensar del Estado que es una obligación del mismo el atender solidariamente a los pensionados y jubilados, sin embargo al realidad que se vive actualmente es que los recursos que se tienen a través de los cotizantes activos es insuficiente para cubrir las necesidades que requieren los pensionados y jubilados.

SISTEMA DE REPARTO

En la seguridad social, se denomina reparto, a un sistema de seguro solidario para la vejez. El sistema de reparto se organiza sobre la base de un aporte obligatorio realizado por los trabajadores en actividad por una parte, los empresarios por la otra y el Estado también con el que se forma un fondo para atender las pensiones y jubilaciones de los trabajadores retirados.

Como estrategia para prevenir la incapacidad laboral que produce la vejez, el sistema se distingue del régimen de capitalización individual, en el hecho de que mientras el primero está organizado a partir por un mecanismo de solidaridad, el sistema de capitalización está apoyado en un mecanismo de ahorro exclusivamente individual. La mayoría de los países del mundo han establecido sistemas de reparto de aporte obligatorio, a veces complementados con sistemas de capitalización voluntarios.

Es importante mencionar que este sistema debido a los múltiples factores donde entra en mayor grado la corrupción e incapacidad de sus directores, no ha estado funcionando correctamente y es el Estado quien en los últimos cinco años ha satisfecho financieramente las obligaciones constitucionales con los pensionados y jubilados. Por esta misma razón muchos trabajadores de la economía informal que muy bien pudieran estar cotizando, han evadido tal responsabilidad y se ha visto mermado el mismo desde el punto de vista económico.

Entre el sistema de capitalización individual y el sistema de reparto... Cuál es la diferencia ?...

La principal diferencia entre el Sistema de Capitalización Individual y el Sistema de Reparto, es la forma de financiamiento de las pensiones. En el Sistema de Reparto las pensiones se financian en parte con los aportes que realizan los trabajadores activos y el Estado, por lo tanto, el dinero aportado va a un fondo común con el cual se financian las prestaciones. En el Sistema de Capitalización Individual, cada afiliado posee una cuenta individual donde se depositan sus cotizaciones previsionales, las cuales se capitalizan y ganan la rentabilidad de las inversiones que las Administradoras realizan con los recursos de los Fondos. Al término de la vida activa, este capital le es devuelto al afiliado o a sus beneficiarios sobrevivientes en la forma de alguna modalidad de pensión.

Por otra parte, el Sistema de Reparto se caracteriza por tener cotizaciones indefinidas y beneficios definidos. Es decir, el monto de la pensión no se relacionaba necesariamente con lo aportado durante la vida activa, sino con las características de la Caja de Previsión a la que se perteneciera y con el cumplimiento de ciertos requisitos que daban derecho a una pensión previamente definida.

CONCLUSIONES

Es impostergable la puesta en funcionamiento de la Ley del Sistema de Seguridad Social en toda su extensión, el manejo acertado de los recursos que son destinados para el sistema de seguridad social, son de cosa pública y el Estado a través del brazo ejecutor del Poder Judicial debe ser implacable contra los que de una u otra manera busquen a través de la corrupción, adueñarse de los patrimonios de los ciudadanos que residen en Venezuela.

La reforma al sistema de seguridad social es necesaria e imperante de manera que las leyes que comprenden todos los subsistemas de la seguridad social deben aplicarse de inmediato, tratando de humanizar a toda la población. El Estado venezolano tiene que fijar una política no solo constructivista sino también conductista, donde se le ponga coto a la corrupción, a la desidia, tal y como se establece en el Artículo 87 constitucional que todos los venezolanos tienen derecho al trabajo y el deber de trabajar, es oportuno que se conozca la situación de los ciudadanos de manera que tengan una ocupación productiva, que aporte resultados para el bien de todos.

El Estado venezolano debe proporcionar a todos los venezolanos educación para que no dependa solo de él tal y como lo están haciendo gran cantidad de venezolanos con gran fuerza para trabajar, cada día a través de las misiones de alimentación están minándoles los recursos a otros compatriotas que si tienen esa necesidad convirtiéndose los primeros en meros parásitos del sistema.

El Estado venezolano debe trabajar con los éxitos y errores de otros países en materia de seguridad social de manera de no caer en los mismos errores que son muy costosos para la población, y que conllevan aun estado de preocupación con los pensionados y jubilados como se vivió en las décadas de los ochenta y los noventa, cuando las personas adultas mayores eran vapuleados y sorprendidos como delincuentes por el solo hecho de solicitar lo que por derecho les corresponde.

El Estado venezolano tiene una gran responsabilidad en el fomento al empleo de manera que haya una mayor formalidad en el mismo, por ende una mayor contribución, lo que redundará en mayores ingresos al sistema para así poder cumplir con las obligaciones de los que ya dieron su esfuerzo por muchos años y tienen el derecho del disfrute verdadero de la seguridad social.

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