Resumen Comunicación y Lenguaje

• La categoría de sexo

Witting, M

Todo sistema de dominación crea divisiones en el plano material y económico, las divisiones se vuelven abstractas y son conceptualizadas por los amos y más tarde por los esclavos cuando se rebelan y comienzan a luchar.  En este caso, la ideología de diferencia sexual opera en nuestra cultura como una censura, en la medida en que oculta la oposición que existe en el plano social entre los hombres y mujeres justificando por causa natural.

La opresión viene del sexo, afirmar lo contrario sería afirmar que la existencia de un sexo dominante es natural. La primacía de la diferencia es constitutiva de nuestro pensamiento que le impide realizar ese giro sobre sí mismo que sería necesario para su puesta en cuestión, la lucha de clases permite resolver la contradicción entre dos clases opuestas, pues ella las desmantela en el momento mismo en que las constituye y las muestra como clases, la lucha entre hombres y mujeres es lo que resuelve las contradicciones entre sexos, los destituye cuando los hace comprensibles. Es gracias a la lucha que se invita al dialogo y se propone un cambio, ya que el pensamiento dominante se niega a analizarse.

Las mujeres ignoran el hecho que son oprimidas por los hombres conscientemente, porque es más fácil, y por más que los hombres intenten ser diferentes fueron criados en una sociedad para eso, porque la clase dominante es también la clase intelectual. El pensamiento de diferencia es el dominancia, que domina a las mujeres y nos enseña que existen dos sexos predeterminados como categorías diferenciadoras con consecuencias metafísicas (enfoque metafísico), la diferenciación de estos sexos es biológica y tiene consecuencias sociológicas (enfoque científico), hay una división natural del trabajo familiar que se aplica al acto sexual (enfoque marxista).

En cualquier enfoque existe la diferenciación de sexos como categoría y aunque puede estar justificado por cuestiones naturales, solo causa opresión en el ámbito social, en este caso, de los hombres sobre las mujeres. La categoría de sexo es el producto de la sociedad heterosexual que impone a las mujeres la obligación absoluta de reproducir la especie, es decir, reproducir la sociedad heterosexual. La categoría de sexo es el producto de la sociedad heterosexual, en la cual los hombres se apropian de la reproducción y la producción de mujeres, así como de sus personas físicas por medio de un contrato que se llama contrato de matrimonio. La categoría de sexo es el producto de la sociedad heterosexual que hace de la mita de la población seres sexuales donde el sexo es una categoría de la cual las mujeres no pueden salir. La categoría del se sexo es la categoría que une a las mujeres porque ellas no pueden ser concebidas por fuera de esa categoría. La categoría de sexo es totalitaria, para probar su existencia tiene sus inquisidores, su justicia, sus tribunales, su conjunto de leyes, sus terrores, sus torturas, sus mutilaciones, sus ejecuciones, sus policías. La categoría de sexo determina la esclavitud de las mujeres y actúa por medio de la reducción.

        Es momento de erradicar la categoría de sexo, que funciona en el plano materialista y somete a las mujeres al papel de dominado sexual, explotada por un sistema heterosexual.

• Distinción entre sexo y género

Serret, E y Méndez, J

        La incontrastabilidad entre lo masculino y lo femenino, data apenas del silo XVIII. Para los griegos y romanos nos existían dos sexos, solo uno.  Las diferencias sexuales entre mujeres y hombres expresan la distinta maduración de un mismo organismo, los mismos órganos solo que invertidos. La maduración física asignada a cada sexo se relaciona con su maduración mental y del alma, de ahí viene la idea de la subyugación de la mujer al hombre. Luego surge por avances médicos, científicos y el apoyo feminista vienen a cuestionar los establecimientos sobre hombres  y mujeres como especies diferentes que se complementan. La idea generalizada de sexo y género se reducen a la identificación de hombre y mujer, es con la concepción de que el género se construye cultural y socialmente que se impone a los individuos, lo cual resulta contradictorio a nuestra percepción del yo, porque la concepción de género no puede ser modificada por capricho. Si bien podemos ver que los hombres y mujeres se manejan en percepciones de masculinidad y feminidad pueden cambiar de lugar a lugar por las distintas percepciones culturales. Las construcciones modernas se derivan de los pensamientos europeos del siglo XXI, que plantean misoginia y percepciones de construcción a través del sexo binario y sus interrelaciones heteronormadas, como por ejemplo la orientación sexual (homosexualidad) y la constitución de un tercer sexo se hace para encasillar en el mismo sistema. Si los hombres y mujeres no definen sus mentalidades, comportamientos y roles de acuerdo con su ‘‘naturaleza’’, sino a partir de construcciones sociales y pautas sociales, entonces la subordinación de las mujeres no es un destino sino un fenómeno acotable y susceptible de ser modificado socialmente, este es el papel de la concepción de género como herramienta para transformar las relaciones humanas.

• La sexualidad: ¿invención histórica?

Ana Amuchástegui y Yuriria Rodríguez

        El cuerpo y sus placeres se construyen y se expresan bajo condiciones sociales, históricas y culturales particulares.

1. Algunos antecedentes de la discusión actual

En las dos lecturas anteriores vimos como el sexo puede usarse para hacer referencia a una relación amorosa, un tipo de persona o un género, pero no siempre fue así, hasta el siglo XIX se comenzó a utilizar para referirse a las relaciones físicas y Freud se refirió al sexo como un impulso natural relacionado con los genitales, con lo que el sexo se naturalizó en función de la heterosexualidad que a su paso normalizó la diferenciación de género, la discriminación sexual y la violencia. También, el comportarse y pensarse como hombre y mujer estaría relacionado con la naturaleza y la genitalidad, por lo tanto, si la sexualidad reproductiva es natural los hombres desean a mujeres y viceversa, es decir, la sexualidad define la identidad genérica de la persona según la normalidad.

1. Delimitación conceptual del tema

Foucalt expone que la sexualidad no es entonces más que un dispositivo de poder construido históricamente con el fin de localizar el control de los sujetos dentro de ellos mismos y no en el poder soberano, lo cual es característico de la conformación del sujeto moderno, es decir, la sexualidad es una posibilidad entre muchas, y los sujetos hetero u homosexuales-como personas con características esenciales-son apenas una invención del siglo pasado, aunque las prácticas y deseos no lo sean. El establecimiento de la sexualidad como una relación de poder fue establecido por los movimientos feministas y homosexuales. Si bien la sexualidad, placeres y deseos se construyen el discurso se impone para controlar, que imponen instituciones de poder como la religión y la ciencia.

        Freud y el psicoanálisis, además de la dimensión histórica de Foucault se arriesgan a la conformación del sujeto como ‘fijado’ a un deseo en particular. Es decir, si bien las identidades han permitido que los sujetos que viven prácticas sexuales diversas construyeran un sentido de comunidad, también los obligan a fijar el deseo, la práctica y los significados que se les atribuyen y no necesariamente debe haber una relación intrínseca.

1. Alcances e implicaciones del sujeto

• No podemos seguir conceptualizando a la sexualidad como naturaleza. No dejaran d existir el deseo, los impulsos, las fantasías, los cuerpos, pero la sexualidad como sistema puede cambiar.
• Es necesario considerar las consecuencias que se derivan de la idea de que la sexualidad no existe, y de que lo que existe son cuerpos y sus posibilidades. Weeks (1998) parafraseado: si los significados que otorgamos al cuerpo y sexo están organizados y sustentados socialmente en una serie de discursos que luchan por señalarme qué es el sexo desde fuera de nosotros mismos, es necesario discernir nuestro propio deseo, pensemos en el deseo como algo fluido y no un esencia predeterminada.
• Hay que asumir que también el cuerpo, aunque se considera como lo más natural del ser humano, es siempre cuerpo significado, que se determina según la época y sociedad, por eso es importante promover la reflexión.
• Los significados atribuidos a los cuerpos y sus placeres obedecen a estrategias de poder múltiples y locales, que se articulan a su vez con otras más globales.

Podemos concluir, que Foucault nos enseña que el problema de la sexualidad no está reducido a los dormitorios: más bien tiene que ver con el poder y como tal con las estructuras de desigualdad de las culturas, como la raza, la clase y el género.

1. Recomendaciones para su aplicación en la educación sexual

Estudiar y reflexionar las relaciones de poder implicadas en la sexualidad, empapar a los estudiantes sobre las culturas para explorar la diversidad sexual, inculcar básicos valores de tolerancia, respeto, este último con suma importancia para crear un ambiente de respeto a las diversas prácticas sexuales. Invitar a la reflexión entre la construcción biográfica personal y sexual y su relación con la historia, por último, generar estrategias para la reconstrucción de la sexualidad.

• Conceptos claves en los estudios de género

Adriana González Mateos

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