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TEMA- LA FELICIDAD COMO INSTRUMENTO DE CONSUMO CULTURAL.


Enviado por   •  12 de Octubre de 2016  •  Ensayos  •  4.075 Palabras (17 Páginas)  •  283 Visitas

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LA FELICIDAD COMO INSTRUMENTO DE CONSUMO CULTURAL

La felicidad es íntima, no exterior; y así no depende de lo que tenemos sino de lo que somos” Henry Van Dyke

Hoy en día la sociedad se rige por un sistema económico capitalista, el cual se caracteriza por el intercambio de bienes y servicios mediante transacciones en las que intervienen los precios y los mercados y donde también se hace una gran distinción de clases esto por la acumulación de capitales generando así una marcada exclusión social, derivado de ello el comportamiento y las actividades de las personas se basan en  dicho sistema y de ahí que la gente adquiera objetos materiales  que han ido deformando las relaciones sociales y por ende las culturales legitimando y relacionando la mayoría de actividades al consumo pues como bien lo dice José Miguel Marinas (2001) “el consumo no es la compra: es el hecho global que recorre la totalidad de nuestra vida y que implica prácticas sociales, sueños e identificaciones que ocupan nuestro espacios y tiempos”  así   que las prácticas de consumo actualmente tengan otros significados generando que las acciones adquisitivas enmarquen el modo de convivir.

Los seres humanos hemos sido objeto de estudio de varias disciplinas tal es el caso de la psicología y de la biología las cuales en un inicio calificaban de racionales  las acciones de los individuos,  y por consecuencia cada acción que emprendan los seres humanos estará caracterizada por haber usado la razón, sin embargo actualmente se ha generado un polo opuesto de esta hipótesis debido a que el hombre en sociedad está expuesto a diversos estímulos que lo hacen responder no necesariamente de manera razonable y muchos estudiosos como es el caso de García Canclini quien argumenta que no necesariamente se responde de esta manera pues debido a las causas que en determinado momento el hombre absorbe responderá de distinta forma.

La felicidad ha sido un elemento que ha sido empleado en la vida cotidiana, durante mucho tiempo expertos en diferentes disciplinas han querido dar respuesta de lo que es la felicidad, sin embargo, no han podido lograrlo del todo debido a que es un elemento subjetivo e infinito.

A lo largo de este ensayo seremos cómplices de cómo la industria cultural ha sido la responsable en cierta medida de emplear a la felicidad como un recurso de consumo cultural.

Consumo Cultural

El consumo es una práctica que se ha consolidado como aquella que se realiza de manera cotidiana en diversos contextos, donde no necesariamente  implica que se desarrolle con un gran pensamiento o análisis esto porque actualmente se concibe como parte de lo cotidiano, dentro de lo cual se establecen y legitiman las relaciones sociales.

A lo largo del tiempo se ha estudiado sobre el comportamiento de los consumidores y todo lo que se genera en el cíclico proceso de consumir, algunos afirman que estos actúan de manera racional debido a que únicamente sacian sus necesidades mediante la adquisición de bienes o servicios, es decir, que todo aquello que es adquirido cumple una función de utilidad para el consumidor, pero no necesariamente sucede esto pues las necesidades que expresan los consumidores están muy lejos de pertenecer a las  básicas debido a que son necesidades generadas por factores externos, sin bien todos tenemos la necesidad fisiológica o básica de comer pero no de comer hamburguesas, pizzas, etc. Todo lo anterior relacionado con la ilusa idea de que como lo comenta Baudrillard (2009) eran satisfacción, en este caso la necesidad se desvirtuaría convirtiéndose en deseo o en otros aspectos alejados de lo que realmente es una necesidad.

“El consumo es una institución de clase como lo es la escuela: no solo hay desigualdad frente a los objetos en el sentido económico (…), es decir, no todos tienen los mismos objetos, del mismo modo que no todos tienen las mismas oportunidades escolares” (Baudrillard, 2009) derivado de esto el hombre nunca estará satisfecho por lo que se ve envuelto en un proceso cíclico de nunca acabar, donde además de no acabar se verá involucrado en una desigualdad de oportunidades en relación con los demás que continuamente adquieren bienes; sin embargo es preciso considerar que esto ha producido que las grandes industrias generen estrategias de “oportunidades” como lo es hoy en día las compras a crédito o la facilidad con la cual se proporcionan las tarjetas de crédito donde si bien dan oportunidad a las clases medias o medias bajas de adquirir productos a los que nunca imaginaron poder acceder todo esto mediante una esclavización pues las deudas ascienden muchísimo por lo intereses por tanto las deudas son eternas, si bien sonaría como que nadie estaría dispuesto a hacerse acreedor a deudas inmensas los últimos años cada vez es más común que las facilidades incrementen pero la cuestión es ¿Con dichas facilidades las desigualdades podrían desvanecerse?, en realidad no puesto que cada lugar destinado a la comercialización está dotado de significados los cuales clasifican los lugares distinguiendo para que sector va destinado porque actualmente los individuos saben o están “consientes” de a qué lugar tiene que ir cierto tipo de personas debido a que surge un elemento resalta y da base a las ya mencionadas jerarquías sociales que se producen y este es el estatus término que anteriormente estaba relacionado a la posición que adquirían los individuos desde el nacimiento y que nadie más podría alcanzar durante el resto de sus vidas debido a como comúnmente lo dicen “con eso se nace”.

         Según Baudrillard (2009) el proceso de consumo puede analizarse a partir de dos aspectos fundamentales: como proceso de significación y de comunicación y como proceso de clasificación y diferenciación social, es decir, que mediante estos dos tipos de aspectos podemos concebir el rol que juega el consumo en la sociedad. En cuanto al consumo como proceso de significación y comunicación podemos observar el cómo las prácticas de consumo adquieren un sentido y un lenguaje que no necesariamente se lee en textos sino por el contrario que se leen mediante las prácticas de consumo de las personas; mientras que el consumo como proceso de clasificación y diferenciación personal hace referencia a la distinción social jerárquica que se genera en los distintos ámbitos donde se desarrollan las personas debido a que se transforma la práctica del consumo, pues ya teniendo el articulo las personas se asumen de determinando Estatus aunque no lo tengan, pues una mujer que adquirió una bolsa Michel Kors la va usar en los distintos contextos donde se desenvuelva de ahí que tanto ella como los demás la asumirán de una determinada posición social (aunque no pertenezca a ella y haya empeñado todo para hacerse del objeto), lo mismo sucede con las personas que consumen en las famosas cafeterías Starbucks pues en su mayoría no son personas pertenecientes a un nivel socioeconómico alto sin embargo el simple hecho de adquirir algún producto, disfrutarlo en sus instalaciones, tomarle una foto y postearla o poner la ubicación en las redes sociales las personas consideraran a esas personas como personas pertenecientes a un alto nivel jerárquico. Con base en lo anterior sabemos que cuando consumimos no lo hacemos necesariamente por el valor de uso sino por el contrario se conciben como signos que distinguen entre otros consumidores posicionándose como ideales de otros tantos.

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