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Texto Paralelo, Pio Martinez "los Huesos Del Heroe"


Enviado por   •  19 de Abril de 2014  •  1.205 Palabras (5 Páginas)  •  983 Visitas

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Texto Paralelo

Capítulo I

Lo Fatal (Buscando la felicidad, fuera de casa)

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,

y más la piedra dura porque ésa ya no siente,

pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo

ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,

y el temor de haber sido y un futuro terror...

¡Y el espanto seguro de estar mañana muerto,

y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,

y la carne que tienta con sus frescos racimos,

y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos

y no saber adónde vamos,

ni de dónde venimos!...

Rubén Darío

La incertidumbre que Rubén Darío refleja en su poema Lo Fatal me hizo recordar cómo el protagonista de Siddharta en muchos capítulos de la novela se sentía respecto a: “ser, y no saber nada y ser sin rumbo cierto”. Esto se menciona en el primer capítulo sobre Siddharta luego que nos ubica en el contexto de las buenas referencias que tenían todos los brahmanes sobre él “el propio Siddharta no sentía alegría ni gozo de sí mismo”.

Cuántas veces nos sentimos así, deseando ser una árbol, una piedra, creemos que no somos felices, aunque tengamos un hogar, una familia un techo y alimentación, así actúa el ser humano queriendo “valerse por si mismo”, pensando que el mundo nos tratará como en casa nos han tratado.

Experimentamos, aunque hayamos escuchado que el alcohol, el cigarro son malos, olvidando nuestra propia seguridad por compartir con los amigos, creo que en esa etapa nos comportamos inmaduros e insensatos.

Me pregunto, necesitaba salir de su lugar si en ese lugar el era tratado con respeto, con admiración y creo que la respuesta es no, porque pudo seguir ahí y haber sido feliz junto a su padre.

Capítulo II

Señales y caminos (Emprendiendo la travesía)

Misteriosos son los rumbos de la vida, sus sendas cuales autopistas nuevas, cuyos finales de rutas a veces desconocidas, envuelven, enredan y se presentan, dudas de a donde llegarán.

Repentinos caminos nacen,

viejos caminos sucumben,

se desmoronan de repente,

también personas van y vienen,

te dejan atrás o se detienen.

¿Como reconocer los caminos?

Por las señales que muestran.

Un día estaba seguro

del cartel gigante que veía,

pero lo ignoré como un tonto.

Decía lo que no quería.

¿El amor es ciego, te vuelve bobo?

El problema es el no pensar,

uno aprende, a veces... pero...

¡Ya se ha tomado una ruta¡

Observando las huellas

los carteles y las gentes,

en la vida las querellas;

mejor no apresurarse,

antes, pensar.

Javier R. Cinacchi

No podemos valernos de, las experiencias, del estatus de otro, para pensar que a nosotros nos irá de igual manera, menos aún si pensamos que esos otros pensaban igual que nosotros, que su decisión había sido impulsada por las mismas preguntas que nosotros nos estemos haciendo en cualquier etapa de nuestras vidas, me refiero a la idea que Siddharta tuvo con respecto a los SAMANES le pareció que podría empezar en ese momento su destino, una vida llena de carencias con la cual pretendía encontrar la bienaventuranza, como su padre se lo mencionó: “Si encuentras la bienaventuranza en el bosque, regresa y enséñamela”

Qué es para mí la bienaventuranza: Buscar algo para lo cual estamos “predestinados”, buscar según nuestra época el éxito lejos de la casa valerme por mí mismo; para Siddharta esto significaba encontrar el porqué de la vida, el porqué de la muerte, buscaba creo yo el ser perfecto, pero

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