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Veronika Decide Morir


Enviado por   •  6 de Noviembre de 2013  •  2.665 Palabras (11 Páginas)  •  302 Visitas

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Verónica es una chica muy joven y con un trabajo estable. Su vida es muy normal, pero es esto lo que a ella le ha hecho pensar que su vida ya no tiene mucho sentido. Cada día se levanta, desayuna, se va a la biblioteca a trabajar, mas tarde sale y va a un restaurante a comer, después va al bar y regresa a dormir y al día siguiente lo mismo. Nada en su vida es diferente al día anterior. Ella vive en un convento donde las madres le rentan un cuarto que da a la plaza central y ella puede ver a todas las personas que pasan por ahí, cada noche lee y luego se duerme tranquila.

Verónica decidió morir, pensaba que era una persona por completo normal. Su decisión de morir se debía a dos razones muy sencillas y tenía la certeza de que si dejaba un papel explicativo mucha gente concordaría con ella.

La primera razón: Todo en su vida era igual y, una vez pasada la juventud, todo era decadencia (la vejez comenzaba a dejar marcas irreversibles, llegaban las dolencias y los amigos se iban. En fin seguir viviendo no la conduciría a nada; al contrario las posibilidades de sufrir crecían con el tiempo.

La segunda razón: Verónica leía los periódicos, veía la televisión y estaba al corriente de lo que pasaba en el mundo. Todo estaba al revés y ella no tenía modo alguno de remediar aquella situación, lo que daba una sensación de inutilidad total.

Pensó en todas las posibilidades de un suicidio y como serian las reacciones después de su muerte, tampoco quería que las personas que amaba se llevaran una impresión desagradable que jamás olvidarían como el caso de aventarse de un edificio y quedar deforme, sus padres tendrían que reconocer su cadáver, pobres, jamás olvidarían la impresión. Cortarse las venas también era una opción y morir en su recamara pero tampoco quería causar molestias con las monjas. En un determinado momento se darían cuenta que Verónica no salía de su cuarto y al entrar en éste la verían desangrada, ellas tendían que limpiar. La tercera opción era tomar una serie de pastillas y recostarse en su cama y no despertar. Era la mejor opción que tenia así que empezó a tomarse una bolsa de pastillas hasta que por fin se las había acabado, tenía poco tiempo pero aún no pasaba el efecto. Tomo una revista de informática y empezó a hojearla, se topó con un artículo que impresionó a Verónica desde la primera frase que decía: ¿Dónde está Eslovenia?

Dejó la revista a un lado; no le interesaba ahora indignarse con un mundo que ignoraba por completo la existencia de los eslovenos; la honra de su nación. Decidió hacer una carta para esas personas que no conocían Eslovaquia y lo tomo como un pretexto para explicar su muerte, no era muy creíble pero por lo menos debería dejar algo que explicara su muerte que no fuera la razón verdadera. Después de terminar la carta se recostó y empezó a sentirse muy mal un marea incomparable que nunca había tenido y sintió como se le fue la respiración poco a poco.

Tiempo después despertó en un lugar muy luminoso blanco, le deslumbraba mucho, ella estaba acostada y escuchaba voces y una de ellas decía ya despertó. Por un momento pensó que estaba en el cielo ¿Pero cómo? Si no podía abrir los ojos por completo.

Cuando pudo abrir los ojos vio que no estaba en el cielo ni nada por el estilo, ella se encontraba en un manicomio. El doctor le dirigió la palabra junto con una enfermera que le explicó la situación.

Las monjas habían visto a la muchacha en la cama muy mal y hablaron a un hospital, pero se dieron cuenta de la carta donde culpaba al artículo por su muerte lo primero que pudieron pensar es que aquella muchacha estaba loca.

Las pastillas le dejaron muy mal su corazón, pero aún estaba ahí y podía vivir por lo mucho una semana. Ella no quería estar ahí lo único que quería era morir tranquila sin que nadie se diera cuenta, pero la pudieron salvar. Tenía que escaparse de aquel hospital psiquiátrico.

Verónica conoció a una paciente de éste hospital llamada Zelda que le conto una historia sobre la locura, ya que Verónica no sabía lo que era la locura y porque estaba ahí. Zelda le conto que en un reino un brujo hiso una pócima de la locura y lo hecho en el rio donde todos tomaban de esa agua, todos los pobladores tomaron de aquella agua menos el rey y la reina, la pócima dio efecto rápidamente y el rey y la reina se dieron cuenta de la locura que los pobladores tenían, el rey trato de calmarlos y poniendo reglas nuevas. Todos pensaron que él ere el loco y lo querían encerrar pero la reina lo convenció de que también ellos debían tomar del agua del río y todo lo que hacían los pobladores lo verían como normal. Y así fue y cada vez que llegaba un visitante al poblado lo encerraban porque lo pensaban loco.

Verónica comprendió pero Zelda no le explico lo que era un loco. Lego la enfermera y las saco a tomar un baño de sol, ¿Pero qué sol? Era pleno invierno y asía mucho frío pero era rutina, tenían que sacarlos al sol, las enfermeras si deben de estar locas. El lugar era amplio, con árboles y sillas con una fuente en el centro del patio. Verónica siguió platicando con Zelda, ella no parecía estar loca y se lo dijo, Zelda le comento que en ese lugar llamado Villet (así se llamaba el centro psiquiátrico) se encontraba dos tipos de personas. Las primeras si estaban locas y las otras fingían estarlo para no enfrentar la realidad. Zelda le conto que ella había llegado a Villet por depresión, un día sin que nadie le dijera la depresión toco su puerta y ya no podía pararse de la cama y se sentía muy mal, los recuerdos llegaron a su cabeza, el primer amor que tuvo pero él no la quería como ella a él y lo busco por mar y tierra para que consiguiera un rechazo más. Su esposo se preocupo mucho por ella y la mando a Villet para que la curaran y el doctor le detecto niveles bajos de serotonina, que se encontraba en su sistema nervioso.

Le faltaba poco a Zelda para que el doctor la diera de alta. Le platico a Verónica de Mari una señora ya grande que le podía ayudar con el problema que tenia. Mari antes de llegar a Villet era una abogada muy destacada. Un día fue con su esposo al cine y en plena película se puso muy mal, empezó a sudar y tenía mucho miedo pero lo peor es que no sabía de qué o por qué, estos ataques de miedo fueron más frecuentes y más duraderos, hasta el punto que dejo de ir a trabajar y descuidó a su familia. Ella se dio cuenta de lo que pasaba y por su propia voluntad quiso ir a Villet para mejorar, ella ya estaba curada pero fingía no estarlo pues no quería enfrentar su realidad.

En una noche de luna llena Verónica fue a salón de estar porque no podía concebir el sueño, el salón era amplio, con ventanales que daban al patio y un piano. Verónica se sentía tan inspirada con la luz de la

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