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ARISTOTELES . NATURALEZA DEL CONOCIMIENTO

Gilma2Biografía16 de Octubre de 2015

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Universidad de San Carlos de Guatemala.

Facultad de Humanidades.

Extensión casillas.

Elementos de Teoría del Conocimiento F1.67.

Lic. Israel González.

[pic 1]

Aristóteles.

Grupo: No. 2

Integrantes:                                                                    No. De Carné.

Suceli del Carmen Santos del Cid.                               201412588.

María Esther del Cid Monterroso.                                  201412589.

Brenda Azucena González y González.                         201412580.

Milvia Marisol Melgar Melgar.                                         201412582.

Cclaudia Mariela Rosales del                                          201412591.    

Sección: “A”.

Fecha de entrega: sábado 13 de septiembre del 2014.


ARISTOTELES

Aristóteles (384-322 a.C.) nacido en Estagira (Macedonia), llamado por ello El Estagirita, discípulo de Platón, se convierte en uno de los filósofos más importantes de la filosofía griega, a la par de Sócrates y Platón. La filosofía de Aristóteles se funda en la filosofía platónica, pero se separa de ésta, constituyéndose, así, en una de las escisiones de la filosofía que aún permanecen. Para Platón, lo más importante es lo universal, las ideas, el esclarecimiento de estas a través de la dialéctica y como instrumento lógico la definición; tal es la preocupación esencial de Platón. Aristóteles, contrariamente, entiende a la filosofía como explicación del mundo de lo individual y lo contingente, a sabiendas, tal como él lo expresa concretamente, no hay saber de lo individual si no de lo universal. El problema está en que a Platón   le interesaba más la precisión en los conceptos y a Aristóteles la explicación del mundo concreto y cambiante. Pero, una ciencia que se fundamenta en lo que contingente e individual no puede hacer uso de la dialéctica, que Aristóteles identifica con la labor de los sofistas, un saber en apariencia. No un saber de lo aparente sino un saber aparente.

Mérito especial el de Aristóteles, dentro de los estudios del conocimiento, al haber hecho la primera sistematización de la Lógica. Y si bien la preocupación filosófica capital del estagirita es ontólogica, sus aportaciones a la Teoría del conocimiento son de un valor innegable. Su clasificación del conocimiento en diversos niveles. Para Aristóteles el conocimiento que se obtiene por medio de los sentidos es verdadero conocimiento, propio tanto de los animales como de los seres humanos. Su definición de EXPERIENCIA se acerca mucho a lo que vulgarmente, se quiere dar a entender con la expresión “es una persona de experiencia”. Adquiere especial relevancia la definición de ARTE-CIENCIA; y es altamente humanista la distinción entre ambas. Pocos son ya los que aprecian el saber por el saber. Estamos acostumbrados a considerar que si la búsqueda de conocimientos no se hace por razones de beneficio personal o social, tal empeño no solo no tiene sentido si no que es un egoísmo imperdonable. ¿Cómo podremos entonces, no solo apreciar pero ni siquiera entender el motivo aristotélico de hacer FILOSOFIA? Nuestra era positiva, pragmática y utilitarista-constreñida, tal vez, por la necesidad imperiosa de resolver los ingentes problemas que nos rodean- ha descartado de nuestro mundo el hacer las cosas por gusto. El arte por l arte y el saber por el saber – que son las satisfacciones íntimas más nobles, elevadas y liberadoras del espíritu humano- se consideran hoy un disparate y un desperdicio. El “desinterés” en el quehacer artístico o cognoscitivo ha sido anatematizado en un mundo en el que el espíritu utilitario impera por doquier. Pareciera que solo es permitida la actividad cognoscitiva que tenga como fin la satisfacción de las necesidades o el de evitar dolor o el de producir o aumentar los placeres de la vida, es decir, el conocimiento utilitario. ¿Hubiera avanzado tanto el conocimiento utilitario si los filósofos griegos, como Aristóteles, no se hubieran esforzado en explicarse el mundo físico y humano movidos únicamente por el deseo de explicárselo?

NATURALEZA DEL CONOCIMIENTO SEGÚN ARISTOTELES

A continuación se enumeran con precisión las formas de conocimiento dentro de las cuales el alma descubre la verdad mediante afirmaciones y negaciones. Estas son:

  1. Conocimiento sensorial

Todos los hombres tienen por naturaleza la tendencia de saber. Prueba de esto es la afición de las cosas de los sentidos; las cuales, además de que nos son útiles, nos agradan por sí mismas y sobre todas, las percepciones de la vista. Por ello, preferimos, según se dice, la vista entre todos los sentidos, no solamente en el quehacer práctico, si no también cuando ninguna tarea estamos realizando. La causa de esta preferencia es que el sentido de la vista, más que ningún otro, nos hace conocer mayor número de cosas sensibles y nos descubre múltiples diferencias.

También los animales tienen por naturaleza capacidad sensorial y gracias a ella se sigue el que algunos posean memoria, si bien es cierto que otros carecen de ella. / Debido a tal diferencia son más inteligentes y más capaces de aprendizaje los animales dotados de memoria, que los que son incapaces de recordar. Hay seres vivos que tienen conocimiento práctico de las cosas y no pueden oír, sin aprendizaje alguno, como acontece con las abejas y con alguna otra especie de animales, si la hay. Otros animales aprenden gracias a la memoria y poseen el sentido auditivo.

Pero, como los demás animales viven en posesión de un conocimiento empírico mínimo, ayudados por sus imágenes sensibles y recuerdos, en cambio el género humano vive merced al conocimiento técnico y reflexivo.

  1. Conocimiento de experiencia

La experiencia humana se origina de la memoria, puesto que varios recuerdos de la misma cosa/ conducen a hacer factible una experiencia. Y, casi parece, como si la experiencia se asemejara a la ciencia y al conocimiento técnico, puesto que la experiencia es el punto de partida que lleva a los hombres a la ciencia y al conocimiento técnico. Por ello es que dijo Polo que la experiencia hizo el conocimiento técnico y la inexperiencia el azar.

Un conocimiento técnico se origina, cuando de muchas nociones experimentadas se obtiene una respuesta universal circunscrita a objetos semejantes. Por lo tanto, constituyen una experiencia, al constatar una respuesta referente a que tal cosa fue provechosa para Calias, Sócrates y  para cada uno de otros muchos, agobiados por una misma enfermedad, pero, es conocimiento técnico, cuando establecemos una determinada concepción de provecho para todos y cualesquier agobiados por determinada enfermedad, ya sean flemáticos, biliosos o febricitantes por la temperatura.

En cuanto al quehacer practico parece que la experiencia en nada se diferencia del conocimiento técnico. Antes bien los operarios tienen mayor éxito que aquello que poseen conocimiento teórico, pero que carecen del conocimiento práctico de la experiencia. Esto se explica porque la experiencia nos da conocimiento de las cosas singulares y el conocimiento técnico en tanto de las cosas universales. Todas las acciones prácticas y las generaciones se refieren a lo que es individual. Por ejemplo, el médico no cura al hombre en general, si no individualizado, como a Calias, a Sócrates o a algún otro a quien damos un nombre porque posee el ser hombre. Inferimos de esto, que, si alguno poseyera solo el conocimiento teórico sin el ejercicio de la práctica y conociera lo universal sin conocer tal caso particular, se equivocaría con frecuencia en la terapéutica, porque solo se puede curar a cada individuo.

De igual manera pensamos que el saber y el conocer sirven de fundamento más al conocimiento técnico que al de experiencia y sustentamos como más sabios a los técnicos que a los empíricos, ya que es más propio del saber ir acompañado en todo con la sabiduría . y esto es así porque unos saben la causa, y los otros no; puesto que los empíricos saben que una cosa existe, pero no saben por qué; y los otros, empero, conocen el porqué y la causa. Por tales motivos juzgamos en cada caso particular, que son de mayor importancia y saber los arquitectos, / que los trabajadores manuales. Si a aquéllos los tenemos por más sabios es porque saben las causas de las cosas que hacen. Los operarios, en cierto modo, nos parecen que actúan como algunas cosas inanimadas, las cuales tienen la facultad si bien de hacer algo, pero ignoran lo que están haciendo, como el fuego que ignora que quema, por eso decimos que las cosas inanimadas ejecutan cada una de sus acciones según cierta tendencia natural y los trabajadores manuales gracias al hábito. Concluimos, por tanto, que no son los más conocedores quienes se habitúan a la práctica si no los que han logrado el saber teórico y conocen las cosas. Para distinguir al que sabe, del que no sabe, la señal más universalmente aceptada es la capacidad de enseñar y por ello opinamos que el conocimiento técnico es más ciencia que el de experiencia, pues está no puede enseñarse y, aquél, sí.

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