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El alma como algo inmortal, sus argumentos y refutaciones

lyanccvaldesResumen19 de Noviembre de 2022

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[pic 1]UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO[pic 2]

Facultad de Filosofía y Letras

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“El alma como algo inmortal, sus argumentos y refutaciones”

Ensayo sobre el diálogo de Platón, Fedón.

Valdes Vera Lyan Caleb

Grupo 1103

28 de octubre de 2022


Introducción

Platón tuvo su natalicio en Atenas el año 428 a. C. en el seno de una familia aristócrata. Su padre fue Aristón de Atenas, quien era descendiente de los reyes Codro y Melanto, y su madre fue Perictione, proveniente de la familia de Solón, un importante reformador político.

        Su nombre real era “Aristocles”, pues Platón sólo era un apodo por sus anchos hombros y espalda que destacaba su profesor de gimnasia.

Fue alumno de destacadas figuras como Teodoro de Cirene y Hermógenes, sin embargo, destacó en el seguimiento de Sócrates a quien tomó como único maestro hasta el día de su muerte. Platón fue fundador de la Academia de Atenas, una escuela dedicada al desarrollo del conocimiento que dedicó a la filosofía, la retórica, las matemáticas, la astronomía y la medicina. De allí tuvo a Aristóteles como uno de sus destacados alumnos. La Academia llegó a funcionar por nueve siglos, salvo algunas interrupciones. Tras una vida consagrada a la educación, Platón murió con poco más de 80 años.

En este documento se buscará explicar y desmenuzar uno de sus diálogos: el Fedón o sobre el alma, buscando conocer los argumentos y las refutaciones que nos demuestran o no si el alma es inmortal, este dialogo nos lleva a reflexionar en compañía de mitos. Se delimita nuestro tema a los distintos argumentos que se dan a favor de que nuestra alma es, en teoría, imperecedera e inmortal, así como los contraargumentos que los demás personajes participes de este diálogo aportan.

¿Cómo nuestra alma puede ser verdaderamente inmortal? ¿Esa inmortalidad debe alcanzarse o realmente es algo que trae ya nuestra alma? ¿Por qué? Si tomamos las ideas de Sócrates —que se desarrollarán más adelante— y sus respuestas a los contraargumentos y la constate puja, sabremos entonces que nuestra alma sí es inmortal y que es algo imperecedero, que nunca se va, pero que si es algo que debe mantenerse.

Nuestro objetivo general será dar una respuesta desarrollada y con mayor énfasis a las preguntas anteriores, exponiendo cada argumento y viceversa, ayudando a esclarecer el tema de la inmortalidad del alma. Mientras que, los objetivos particulares serán explicar lo siguiente:

  • Explicar la prueba de los contrarios.
  • Desarrollar la prueba de la reminiscencia.
  • Aclarar la prueba de la simplicidad.
  • Desglosar el argumento ontológico.

El procedimiento por seguir será el siguiente: Introducción, desarrollo del tema y conceptualización de un marco teórico, argumentos y contraargumentos sobre la inmortalidad del alma, dar veracidad a la hipótesis, cumplir los objetivos generales y particulares, realizar un esquema y cronograma del procedimiento del trabajo de investigación. Concluir con la bibliografía utilizada.

A continuación, se ilustra el cronograma que se ha utilizado en la realización de este trabajo:

Actividades

Viernes

28/10

Sábado

29/10

Domingo

30/10

Lunes

31/10

Lectura y repaso del Fedón

Comienzo de la redacción del proyecto

Primer desarrollo de la idea de los contrarios

Desarrollo de la reminiscencia

Desarrollo de la simplicidad

Comienzo de los contraargumentos

El argumento, o prueba, ontológica

Conclusión del trabajo

Elaboración de bibliografías.

Se presenta un esquema que dará mayor precisión de qué orden seguirán cada uno de los contenidos y temas que se piensan tocar:

Introducción.

Argumento de los contrarios.

Doble generación de los contrarios.

Ciclo de la vida y muerte.

Permanencia del alma.

Prueba de la reminiscencia.

El aprender como recuerdo.

Prueba del esclavo.

Prueba de la igualdad.

Persistencia del alma.

Prueba de la simplicidad.

Lo visible y lo invisible.

Alma mareada.

El gobierno del alma sobre el cuerpo.

Refutaciones.

Alma – Armonía.

Símil del tejedor.

Contraargumentos.

Alma – Armonía.

  Contradicción de la reminiscencia.

  Dominio del alma.

  Justificación de almas buenas y malas.

Símil del tejedor.

  Trayecto filosófico.

  Segunda singladura.

  Rechazo de los contrarios.

  Prueba ontológica.

Conclusión

Bibliografía


Uno de los primeros conceptos que se nos muestran es el de la separación del alma y el cuerpo, pues una vez el hombre muere, el cuerpo y el alma se separan quedando solo en sí mismos. Se nos muestra que el filósofo sólo necesita y ocupa los cuidados del alma y no del cuerpo; contrario de los hombres comunes y ordinarios, que necesitan de los cuidados carnales.

        Sócrates nos dice, entonces, que quien no se cuida de los placeres del cuerpo, se encontrará más cerca de la muerte que cualquiera otro. Nos demuestra que encima el alma es engañada por nuestro cuerpo, pues nuestros sentidos no son de fiar, son engañosos, no nos demuestran la verdad de las cosas, el cuerpo y sus cuidados contaminan al alma, que al contrario de ésta que sí es capaz de ver las cosas tal cual son. Y si es nuestra intención adquirir algo tan limpio, con el cuerpo y sus limitantes, hay dos opciones: nunca será posible adquirir el saber o sólo se consigue una vez muertos. Y es por medio de la reflexión que el alma puede alcanzar la verdad.

“[…] el cuerpo siendo esclavos de sus cuidados. Por eso no tenemos tiempo libre para la filosofía, con todas esas cosas suyas […] si nos queda tiempo libre de sus cuidados y nos dedicamos a observar algo, inmiscuyéndose de nuevo en nuestras investigaciones nos causa alboroto y confusión y nos perturba de tal modo que por él no somos capaces de contemplar la verdad.” [1] 

Y esta, por consiguiente, será la labor del filósofo: separar su alma del cuerpo y ensimismarse en ella, por algo se encuentra más cerca de la muerte, pues se encuentra más cerca de su alma. Sólo aquellos que de verdad tenga un amor y ansía a la sabiduría serían capaces de caminar al Hades para alcanzar su objetivo.

        Teniendo este concepto remarcado, podemos pasar a lo siguiente: El primer argumento sobre la inmortalidad del alma, los contrarios. Simmias y Cebes entienden que hay que separar al alma del cuerpo, pero hay dudas de lo que pasa una vez que el alma se separa de este. ¿El alma perece? ¿A dónde va una vez está en libertad del cuerpo? ¿Acaso se esfuma?

        Sócrates nos explica entonces que provenimos de los muertos. El alma viaja al otro mundo donde se encuentran todas las almas de los muertos y, después de su viaje, vuelve a aprisionarse en un cuerpo y esto sería imposible, pues si no existieran los muertos no sería posible que volvieran a nacer. Su conclusión es que de la muerte nace la vida y profundizaremos más este tema.

        Las cosas nacen de todo aquello que sea su contrario, que tienen algo semejante. Por ejemplo: la belleza y la fealdad, lo justo y lo injusto, la muerte y la vida, etc. Si necesariamente todos los seres todos los seres que cuentan con contrario no se originan jamás de otro lugar sino de su mismo contrario. Pues, si analizamos, lo veloz siempre vendrá de lo lento, lo grande de lo pequeño, lo débil de lo fuerte, lo peor de lo mejor.

        Todas estas cosas anteriormente mencionadas tienen un principio de disminución y de aumento, pues todas vuelven a ser lo que son. Entonces se reafirma que la vida viene de la muerte, son los muertos los que preceden a los vivos y así sucesivamente, un círculo vicioso —unas cosas se originan de otras siempre, avanzando en un movimiento circular—, un ciclo de vida donde son las mismas almas las que se reencarnan; es así como el alma permanece. ¿Cómo sería una vida sin la existencia de los contrarios? Nada de lo que conocemos podría existir o alguna acción que realicemos como sería dormir sin la existencia de su contrario nos veríamos envueltos en un eterno y profundo sueño, siendo incapaces de regresar. Ahora, si no existiera la muerte, nada podría revivir, todo quedaría en estado muerto; y si el revivir existe este sería el proceso generativo desde los muertos hacia los vivos. Se da esta acción de revivir y en resultado los vivientes nacen de los muertos y las almas de los muertos perviven, se nos plantea que para las almas buenas les espera algo mejor, y algo peor para las malas. Por lo tanto, es necesario que nuestras almas existan en algún lado de donde luego nazcan de nuevo.

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