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Breve análisis de la Banalidad del Mal:


Enviado por   •  27 de Marzo de 2016  •  Reseñas  •  1.028 Palabras (5 Páginas)  •  555 Visitas

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La banalidad del mal

Integrantes: Lilian Briones (6)

Sofía Bueno (7)

Gabriela Toro (41)

Angie Valenzuela ()

Curso: 3°B

Filosofía Política

Profesora: Pamela Caruncho

Fecha: 27/08/2015


La banalidad del mal

Por banal entendemos algo que es intrascendente, vulgar o de poca importancia, es decir, algo que se vuelve cotidiano e incluso natural. El mal es una condición negativa atribuida al humano e indica la ausencia de moral, bondad o afecto natural a su entorno.

Según Arendt, la banalidad del mal reside en cometer crímenes sin necesidades o motivaciones propias; quienes ejecutan estos crímenes tienen la incapacidad de juzgar: “los peores crímenes no requieren grandes motivos”.

Respecto a la capacidad de juzgar, Arendt diferencia el pensar del conocer, el último radica en las cosas que sabemos, incluso técnicas, en cambio el pensar se asocia al acto de reflexionar sobre las acciones que cometemos, el diálogo interno, la resolución de problemas, etc, por eso nos da la capacidad de juzgar. En el primer video visto en clases se muestra el Caso de Eichmann, en cual se refleja la banalidad del mal, ya que, Eichmann (teniente en la SS Nazi) estuvo involucrado en el holocausto nazi, era encargado de trasladar judíos a los campos de concentración y por estas razones se le juzgo en Israel: dentro de su juicio se le pregunta si se siente culpable de los crímenes de los cuales se acusa y él declara que no tiene remordimientos ya que “sólo cumplía órdenes”. Tomando el pensamiento de Arendt, podemos decir que para él, se volvió tan natural el mandar a judíos, despacharlos, cumplir con sus órdenes y con lo que su ideología le mandaba que él ya no juzgaba sobre sus actos, es decir, la maldad la podemos reflejar en que él indirectamente mataba a esas personas y lo banal está en que él no sentía remordimiento por ello pero tampoco lo hacía por necesidades o placer propio. Eichmann perdió su capacidad de pensar; si bien pudo conocer mucho, él no era capaz de establecer una reflexión sobre lo que hacía ni siquiera años después en su juicio. Relacionándolo con el texto leído la clase anterior, la condición humana de aquellos que obedecían órdenes se perdió, ya que no podían reflexionar sobre cómo actuar, en este caso el régimen totalitario nazista logró que se actuara por el fin común que perseguía la ideología, no los hombres en comunidad.  Según el video, Arendt consideraba a Eichmann una persona corriente sin trastornos ni tampoco “un genio del mal” por lo tanto, la banalidad del mal se da cuando gente normal comete actos monstruosos sin justificación o remordimientos.

En el segundo video vimos la banalidad del mal pero en Chile, durante la dictadura. En el vídeo se ven testimonios de un prisionero, una madre y gente que fue sacada de sus hogares para registrarlos. Podemos situar la banalidad del mal en el contexto de las milicias, ya que, estas debían seguir órdenes que no podían cuestionar como por ejemplo dejar en prisión 11 días a jóvenes o a la gente que luchaba por su libertad, o el hecho del allanamiento para buscar información que atentara contra la dictadura. Dentro del primer vídeo Arendt aclara que hay tres tipos que hacen la banalidad del mal, es decir, aquellos que han perdido la capacidad de juicio: los nihilistas que siempre buscan el poder y  no hay una buena o mala forma de llegar a él; los dogmáticos que vendrían siendo los fanáticos y los ciudadanos de buenas costumbres. Tomando ambos casos mostrados en los vídeos vamos a referirnos a los últimos dos; en primer lugar los dogmáticos, ya que en Alemania tenemos los dogmas impartidos por el nazismo y en Chile tenemos la represión impartida por el orden militar. Con respecto a las buenas costumbres, podemos decir que es lo que se considera como “bueno o malo” pero esta decisión no es hecha por los ciudadanos, se les es dada por alguien o algo: en este caso serían los dogmas impartidos por cada totalitarismo. Más que en los ciudadanos podemos ver “lo bueno o malo” en los ejércitos, aquellos encargados de resguardar el orden de los dogmas impartidos por un líder. Las buenas costumbres, como se menciona en el video no son cuestionadas por aquellos que las siguen, al igual que lo veíamos en el caso de Eichmann o en el del ejército de Chile: ellos sólo debían obedecer y no cuestionar. Se tacha de malo los libros que “atentan sobre el orden político”, al igual que se tachan de malos a los judíos (malos en el contexto de las buenas costumbres). En cambio, lo bueno es eliminar todo aquello que podría dañar el dogma: los judíos, los apátridas, los “libros políticos”, los que exigen su libertad, la gente distinta físicamente, religiosamente, etc. Podemos ver similitudes en los casos expuestos, por ejemplo en Alemania se llevaban a los judíos a los campos de concentración y en Chile se les encerraba a aquellos “sospechosos” en el Estadio Nacional, también en la quema de libros, pasaba de igual forma en los dos lugares, los libros pueden cambiar nuestro conocimiento y de esa forma condicionar nuestro pensar, que era exactamente de lo que se quería privar a la sociedad.

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