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Comentario De Texto De El Discurso Del Método De Descartes

yasminb10 de Marzo de 2014

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Comentario de Texto de El Discurso del Método de Descartes

Índice

1. La obra y sus contenidos 1

1.1. La obra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

1.2. El texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

1.2.1. Segunda parte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

1.2.2. Cuarta parte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

2. Contexto histórico, cultural y filosófico 3

3. Comparación del pensamiento del autor con otra posición filosófica 4

3.1. La realidad (ontología) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

3.2. El conocimiento (epistemología) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

3.3. El conocimiento de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

3.4. El ser humano (antropología) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

3.5. El proyecto filosófico y el método . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

4. Valoración crítica 7

4.1. La realidad (ontología) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

4.2. El conocimiento (epistemología) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

4.3. El conocimiento de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

4.4. El ser humano (antropología) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

4.5. El proyecto filosófico y el método . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

5. Actualidad del tema tratado 8

5.1. Matematización y desarrollo científico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

5.2. Autonomía de la razón, laicización y ciencias sociales y humanas . . . . . . . . . . . . . . . 8

5.3. Autonomía de la razón e individualismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

5.4. La verdad y el genio maligno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

6. Glosario del texto 9

1. La obra y sus contenidos

1.1. La obra

Ha de tenerse en cuenta que el contenido de las dos partes seleccionadas ha sido desarrollado por Descartes

en otras obras (las Reglas, las Meditaciones, los Principios), por lo general de un modo más riguroso y

detallado. Téngase en cuenta también que, desde el punto de vista formal, el Discurso del método presenta dos

características importantes:

1. está escrito en francés y no en latín, lengua científica y culta del momento. Descartes ofrece la siguiente

explicación: “Y si escribo en francés (...), y no en latín (...), es porque espero que aquellos que solamente

se sirven de su razón natural, carente de todo prejuicio, juzgarán más correctamente mis opiniones que

aquellos que no aceptan sino el pensamiento antiguo” (Discurso, parte sexta);

1

Descartes El Discurso del Método

2. está escrito en forma autobiográfica. Al respecto, él mismo señala: “Así pues, no es mi deseo enseñar en

este tratado el método que cada persona debe seguir para dirigir adecuadamente su razón; únicamente

intento presentar cómo me he esforzado en dirigir la mía” (Discurso, parte primera).

Estos dos rasgos muestran que Descartes:

1. es consciente de que su filosofía constituye una ruptura con toda la filosofía anterior (de ahí su

apelación a la “razón natural” frente a los prejuicios de los eruditos mantenedores de la tradición), y

2. adopta cautelas ante el rechazo institucional que pueda sufrir (de ahí su insistencia en que no pretende

conseguir adeptos para su filosofía, sino solamente exponer su trayectoria personal).

1.2. El texto

1.2.1. Segunda parte

1. Descartes comienza explicando y justificando con cierta amplitud su proyecto intelectual que no es

otro que “suprimir” todas sus creencias a fin de construir enteramente de nuevo el edificio de las

mismas:

a) Tal tarea se justifica en el hecho de que las creencias adquiridas desde la infancia por distintos

caminos y fuentes carecen de coherencia y sistematicidad. Descartes las compara con edificios,

ciudades, etc., que no han sido construidos por una única mente y conforme a un único plan.

b) Es de señalar, una vez más, la cautela con queDescartes insiste en que esta tarea no es recomendable

para todo el mundo.

2. A continuación, Descartes se plantea la cuestión del método más adecuado para llevar a cabo tal tarea.

a) Ha de ser un método más simple que la lógica tradicional, más puro intelectualmente (sin mezclar

imágenes y sensaciones) que el análisis de los geómetras y más claro que el álgebra de los modernos.

b) Seguidamente expone las cuatro célebres reglas del método.

c) Finalmente añade algunas consideraciones sobre el modo en que él mismo lo ha aplicado. Repárese

en que Descartes piensa que el método:

1) es único y aplicable universalmente (“todas las cosas que pueden ser objeto de conocimiento

se entrelazan de igual forma”);

2) esencialmente consiste en seguir el orden (“el método nos enseña a seguir el orden”), orden

real y orden de la razón, y

3) permite alcanzar la totalidad del conocimiento posible en cada caso (“no habiendo más que

un conocimiento verdadero de cada cosa, aquel que lo posee conoce cuanto se puede saber”).

d) Descartes concluye señalando la necesidad de aplicar el método a la Filosofía, de cuyos principios

depende todo el edificio de nuestros conocimientos.

1.2.2. Cuarta parte

Téngase en cuenta que la misma línea de pensamiento y sustancialmente el mismo contenido fue expuesto

por Descartes también en lasMeditaciones y que su pensamiento se presenta más elaborado en esta última obra,

tanto en relación con la “duda” (en el Discurso no aparece la hipótesis del “genio maligno”) como en relación

con las “ideas”, cuyo análisis y clasificación no aparece tampoco en el Discurso. El orden seguido por Descartes

a lo largo de esta obra es el siguiente:

1. Introducción de la duda metódica: decisión de rechazar “como absolutamente falso todo aquello en que

pudiera imaginar la menor duda” y los motivos de esta.

2. El “pienso, luego soy”:

2

Descartes El Discurso del Método

a) como “primer principio de la filosofía que yo indagaba”;

b) como paradigma de verdad (“podía admitir como regla general que las cosas que concebimos muy

clara y distintamente son todas verdaderas”), y

c) como fuente de nuestro conocimiento de la sustancialidad del alma y de su distinción del cuerpo.

3. Conciencia de la propia imperfección e idea de lo perfecto (“la idea de un ser más perfecto que

el mío”, “más perfecta de lo que era la mía y también que tuviese en sí todas las perfecciones”) como

fundamento para demostrar la existencia de Dios y para el conocimiento de su naturaleza.

Respecto de la existencia de Dios, Descartes propone sus dos conocidos argumentos: el basado en la

causalidad (Dios, causa de la “idea” de un ser más perfecto que yo) y el ontológico (puesto que existir

es perfección, “Dios, el ser perfecto, es o existe”).

4. Dios como garantía última de la verdad de nuestros conocimientos claros y distintos.

Garantizada la verdad de estos, Descartes concluye señalando que hemos de atender solamente a la evidencia

de la razón.

2. Contexto histórico, cultural y filosófico

En 1637 se publica en Leyde (Holanda), el país más tolerante de aquella Europa, el Discurso del método

para dirigir adecuadamente la razón y buscar la verdad en las ciencias, obra que aparecía anónimamente y en

francés, no en latín, como era habitual. El contexto de la primera mitad del siglo XVII en la que vive su autor,

Descartes (1596-1650), ayuda a explicar por qué éste cree necesario una obra, publicada con esas características,

que se ocupe del método, y por qué defiende que el anterior «camino» al conocimiento debe abandonarse.

Descartes busca una certeza para sobrevivir a la crisis del momento.

Igual que al siglo IV ateniense o al XIV bajomedieval, también al siglo XVII europeo se le asocia la palabra

crisis, crisis en primer lugar política. La Guerra de los Treinta Años (1618–1648) que enfrentaba a unos

Estados alemanes con otros y a sus respectivos aliados implicó a toda Europa. Era una contienda estructurada

en torno a la religión: católicos frente a reformados. Este conflicto en el que Descartes mismo participó, trajo

asociada una profunda crisis económica (especialmente agraria) y demográfica (mortandades de hasta el 30 por

ciento ocasionadas principalmente por las hambrunas). El carácter ilusorio de la vida y la presencia amenazante

de la muerte serán ideas recogidas por el Barroco. Calderón de la Barca con su obra teatral La vida es sueño

juega con esa visión de la vida que influirá en el proceso de duda cartesiano.

También crisis religiosa. Como consecuencia del

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