Comunicacion 2

Contursi y Ferro

Concepto de mediación, propuesto por Adorno ante la noción más “alienada de reflejo”, que establece que la base determina la estructura. En cambio la “mediación” establece un proceso activo entre estructura y superestructura. La mediación tiene un sentido positivo y sustancial, que se haya en el propio producto.

Para estos autores, es necesario diferenciar mediación de discurso. La mediación es un proceso que incluye la puesta en relación de modelos ideológicos de inteligibilidad del mundo con las materialidades discursivas que los ponen en escena comunicacionalmente.

Los sujetos que son interpelados por una mediación conceptualizan el mundo de modos particulares. Y estas constituyen procesos de construcción o de asignación de sentido, dado que los signos presente y ausente pueden reproducir una red semiótica preexistente o conformar una nueva. Lo que lleva al estudio de las mediaciones diacrónicamente (se van transformando a partir de una relación de tensión con las relaciones sociales de producción) o sincrónicamente (modelos de mediación en relación de conflicto con otros modelos).

El lenguaje como mediación: Existe la discusión sobre posibilidad de pensamiento de forma autónoma fuera del lenguaje. (la más extrema es la de Lee Whorf, para quien todos los niveles de pensamiento dependen del lenguaje y la estructura de las lenguas tiene incidencia sobre como se comprende el hábitat). Esta posición es la de “relativismo lingüístico”.

Hay dos tipos de críticas de esta posición, el primero por ser una concepción anacrónica del lenguaje y que no tienen en cuenta el lenguaje no verbal, y la segunda crítica es por su concepción del pensamiento, simplificadora y anacrónica.

Esto no anula que el lenguaje sea visto como una mediación, pero no la única posible, porque la comunicación humana es multicanal. (Ej. Onomatopeyas.).

La mediación es un proceso ideológico de inteligibilidad del mundo y de producción e interpretación de efectos de sentido, histórica y culturalmente pautado. El mundo es conocido para los seres humano a través de signo que al mismo tiempo forman parte de un código, y también hay distintas formas discursivas.

La noción de mediación permite explicar tanto la diferencia entre los objetos y los discursos que los “representan” como los efectos de sentido que se producen por el acto de decir algo.

Pablo Alabarces

Lectura de textos Gramcianos

Con Gramsci, formado en el marxismo, muere la lectura romántico positivista de la cultura popular y surge un nuevo paradigma interpretativo, al encontrarse con la derrota del proletariado frente al fascismo. La reflexión de Gramsci es politico-cultural, la relación entre las clases será ideológica-cultural ante todo. Para Marx, lo económico determina en última instancia lo ideológico-cultural, pero muchas interpretaciones la verán como mecanicista a esta posición, a cada fenómeno de la base le corresponde uno de la superestructura. Gramsci retomara las dos ultimas líneas:”las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan para resolverlo. Este conflicto se traslada para Gramsci fundamentalmente a la superestructura.

Por lo tanto Gramsci: reconoce la importancia de lo superestructural como lugar de conflicto social, sin olvidar lo económico pero sin asignarle un carácter mecanicista y reconoce la existencia de un conglomerado confuso, heterogéneo que llamara folclore y con el que designara la cultura de los sectores subalternos.

Gramsci desarrolla el concepto de hegemonía como una forma más rica de comprender las relaciones sociales. Diferencia dominación de hegemonía. La primera es posible por imposición con resistencia explícita, mantenida con aparato represivo. La hegemonía, por otro lado, es “el proceso de dominación social ya no como la imposición desde el exterior, sino como un proceso en el que una clase hegemoniza en la medida que representa intereses que también reconocen de alguna manera los sujetos de las clases subalternas, y “en la medida” significa que no hay hegemonía, sino que esta, se hace y se deshace”.Este proceso es fundamentalmente superestructural, antes que económico, proceso por la generación y preservación de consenso, de disputa por la administración de sentido, instancia simbólica antes que estructural.

El folklore lo define como una concepción del mundo y de la vida en contraposición con las concepciones del mundo oficiales”. Genera una triple ruptura, con los románticos porque lo popular no será esencia, sino hecho social; contra los eruditos que ven lo popular como substancia, cuando es un hecho relacional e histórico y con el populismo oligárquico, la cultura popular no se define por su origen, sino por su uso y refuncionalización. Cuando habla de folklore debemos leer “cultura popular”, es aquellos productos que los sectores populares usan, a los que los sectores populares otorgan su propia función, a partir de sus condiciones de vida.

Entonces la cultura popular puede no ser originaria de los sectores populares. La cultura es un dinámico circuito de intercambios y conflicto, sin coexistencia pacifica entre culturas. Así, Gramsci caracteriza cultura popular como ideología, las clases populares piensan por si mismas.

Antonio Gramsci

Observaciones sobre el folklore

Gramsci dirá que hasta entonces el folklore haba sido estudiado como un elemento “pintoresco”, pero que es necesario estudiarlo como una concepción del mundo y de la vida, en gran medida implícita, de determinados estratos de la sociedad, en contraposición con las concepciones del mundo “oficiales” (de las partes cultas). Concepción no-elaborada y sistemática. También el pensamiento y la ciencia moderna le dan nuevos elementos continuamente al “folklore moderno”, en cuanto a ciertas nociones son separadas de su complejo e insertadas en el mosaico de la tradición. Existe también una “religión del pueblo”, muy diferente a la religión de los intelectuales, si bien todas las religiones son folklore en relación al pensamiento moderno, con la diferencia de que son “pensadas y sintomáticas”.

El folklore no debe ser considerado como algo “raro” o “pintoresco” sino como un elemento muy serio a ser tomado en cuentas. Solo así será eficiente su enseñanza y dará lugar a una nueva cultura en las grandes masas populares, es decir, desaparecerá la separación entre cultura moderna y cultura popular o folklore.

Literatura Popular.

Para Gramsci en Italia, falta identidad de concepción del mundo entre “escritores y el “pueblo”. Ni los escritores viven los sentimientos populares como propios, ni ellos cumplen una función “educadora nacional”. Es decidir que no se plantean elaborar sentimientos populares luego de haberlos revivido y hacerlos propios. En este país no existe para Gramsci una identificación del termino “nacional” que nunca coincide con “popular”, en cambio, se encuentran ligados a una tradición de casta que nunca ha sido rota por un fuerte movimiento popular desde abajo. Falta una literatura nacional-popular narrativa y de otro genero. La literatura popular francesa, en cambio, representa el laicismo moderno.

La religión se ha mantenido en estado de superstición, pero no ha sido sustituida por una nueva moralidad laica y humanista por la impotencia de los intelectuales laicos. La novela de folletín sustituye el fantasear del hombre de pueblo, es un verdadero soñar con los ojos abiertos. Se puede decir que ene l pueblo el fantasear depende del “complejo de inferioridad” que determina dilatadas fantasías sobre la idea de venganza.

Existen gran variedad de novelas populares, prevalece sin embargo una sobre las demás. De ello se infiere que existen diversos tipos de “héroes populares”. En la producción en conjunto de cada país está implícito un sentimiento nacionalista no expresado retóricamente pero hábilmente insinuado en la narración.

En la literatura policial ha existido siempre dos corrientes: una mecanicista, de intriga, la otra artística. Soriani bosqueja un cuadro del éxito inaudito de la novela policial en todos los ordenes de la sociedad, para éste es una manifestación de rebelión contra el mecanicismo y la estandarización de la vida moderna, un modo de evadirse contra el mecanicismo y la estandarización de la vida moderna. También Burzio establece su éxito por el carácter de “aventuras” en contraste con la “racionalización” de la vida moderna.

Ahora bien no tienen en cuenta que siempre ha habido una parte de la sociedad cuya población ha sido taylorizada y disciplinada férreamente. La más grande “utopía” que ha creado la humanidad colectiva, es la religión. En la modernidad, se aspira la aventura bella e interesante, porque es debida a la propia iniciativa libre, contra la aventura impuesta por otros y no deseada.

Para Gramsci hay que considerar al “superhombre” popular de Dumas como una reacción democrática contra la concepción de origen feudal del racismo, que es necesaria ligar a la exaltación de galicismo.

Clifford Gueertz

Descripción Densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura.

Gueertz

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