Controversias Entre Socrates Y Los Sofistas

CONTROVERSIAS ENTRE SOCRATES Y LOS SOFISTAS

Cuando se habla de los sofistas y Sócrates, muchos creemos que estos pensadores se refieren a la misma corriente filosófica por ser Sócrates contemporáneo de estos pero era más exactamente lo contrario de estos. Hay algunas diferencias profundas entre estos que clásicamente se han esquematizado; una de las principales controversias entre Sócrates y los sofistas es el modo o método de enseñanza, Sócrates no se intereso por las preguntas sobre la physis que habían interesado primordialmente a Anaxágoras y a los filósofos anteriores porque su preocupación era la conducta degradada de sus conciudadanos; en consecuencia, enfocó su curiosidad intelectual en el ser humano y en su capacidad de conocer la verdad, por otra parte los sofistas no creían que el ser humano fuese capaz de conocer una verdad válida para todos especialmente en el ámbito de las convenciones (nomos), pero llegaban a dudar, incluso, de que pudiera lograrlo en el terreno de la naturaleza (phýsis).

Debido a esto el modo o método de enseñanza que Sócrates implementaba era la Mayéutica, o arte de dar a luz, que completa el proceso irónico al conducir al descubrimiento de la verdad a través de una serie de preguntas encaminadas a ello. De esta manera, la mente humana engendra el concepto, que constituye el momento esencial del saber, cabe resaltar que en este método hay dos personas activas puesto que tanto el maestro como el discípulo intervienen en el dialogo, aunque según él, nunca fue maestro de nadie. Simplemente se dedicaba a conversar con quien quería conversar con él; creía que la sabiduría se adquiere en el intercambio vivo de la conversación, haciéndose preguntas y buscando juntos respuestas. Así y sólo así enseñó a pensar, a buscar la verdad y a saber que es posible alcanzarla, para él, el conocimiento es innato y todo aquel que tiene alma, tiene conocimiento.

A diferencia de los sofistas, para quienes el conocimiento se enseñaba, pues esta es la tarea del maestro (conocimiento adquirido). Los sofistas empleaban grandes discursos e incluso se planteaban ideas para sí, de esta manera podían extender su discurso, en el cual solo hay una persona activa (quien da el discurso), las demás personas se les consideraba pasivas, pues simplemente escuchaban el discurso. Para ellos el discípulo era una hoja en blanco y el maestro llenaba esa hoja de conocimiento. Los sofistas cobraban por enseñar y se interesaban por la vida política, esta es una de las grandes diferencias que se caracterizaron entre los sofistas y Sócrates, a él jamás le intereso la vida pública.

Sócrates al ser objetivista creía que la belleza, la verdad y la bondad eran independientes del sujeto y si alguien no lograba captarlas era porque ese sujeto estaba en la ignorancia, mientras que los sofistas eran realistas y subjetivistas, para ellos la belleza, era relativa al igual que la verdad y la bondad, es decir cada persona tiene su propia percepción, en otras palabras todo depende del sujeto. Es justamente según ello que Protágoras de Abdera, uno de los más importantes sofistas, afirma en su célebre frase que “El hombre es la medida de todas las cosas” (1). Es decir, toda la realidad es relativa al hombre; la verdad será tal si el hombre considera que lo es, y mientras lo considere.

Los Sofistas enseñaban la areté requerida para estar a la altura de las nuevas circunstancias sociales y políticas, recordemos que la palabra areté traducida al español es virtud pero en esa época no tenía entonces las connotaciones

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