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Deontología profesional SÍNTESIS -Ética y deontología profesional-


Enviado por   •  30 de Mayo de 2019  •  Trabajos  •  2.648 Palabras (11 Páginas)  •  132 Visitas

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Deontología profesional

SÍNTESIS

-Ética y deontología profesional-


ÍNDICE

1. Introducción………………………………………………………………………. 3

2. Síntesis……………………………………………………………………………. 4

3. Bibliografía……………………………….……………………………………….10


1. Introducción

Este trabajo consiste en la realización de una síntesis sobre la deontología profesional. Para ello, nos basaremos en algunos textos básicos sobre la deontología del educador, poniendo en común las distintas ideas que tienen cada autor acerca del ámbito, responsabilidades o deberes que debe cumplir el profesorado.

Para poder realizar la síntesis, como hemos mencionado, nos basaremos en los siguientes textos y autores:

  • “Ética profesional de los profesores” escrito por Emilio Martínez Navarro

  • “Deontología para profesionales de la educación” escrito por María García Amilburu y Juan García Gutiérrez
  • “La ética de la profesión docente” escrito por Christine Wanjiru Gichure
  • “Código deontológico de la profesión docente” escrito por el Consejo General de los Ilustres.
  • “Ámbitos de la deontología profesional docente” escrito por Jover.
  • “Teacher codes Learning from experience” escrito por Shirley Van Nuland.

2. Síntesis

Antes de comenzar a mirar las ideas que definen los autores de los textos básicos que hemos seleccionamos, debemos decir que el concepto de la deontología profesional se considera como una teoría ética que se ocupa de regular los deberes, tranduciéndolos en preconceptos, normas morales y reglas de conducta, dejando fuera de su ámbito específico de interés otros aspectos de la moral.

En cuanto a los compromisos y deberes en relación con el alumnado, Consejo General de los Ilustres destaca que hay que contribuir activamente al ejercicio afectivo de principio constitucional del derecho a la educación, promover la formación integral del alumnado a través de una atención formalizada, tratar justa y equitativamente al alumnado. Todo ello proporcionando un sistema estructurado de conocimiento y habilidades  que permita avanzar en su desarrollo personal.[1]

Jover en este ámbito comenta que el respeto es lo más destacable ya que a la persona educando, implica tanto en el deber de no someterlo a condiciones que puedan representar un atentado contra su integridad personal como el de atender a su pleno desarrollo como hombre. En este principio se derivan a otros deontológicos como son los siguientes: principio de diligencia, principio de ausencia de discriminación, principio de veracidad, principio de desinterés y por último, principio de secreto profesional.[2]

Sin embargo, Martínez señala en cuanto a las responsabilidades éticas con los niños que la responsabilidad del profesorado es proveer el cuidado y educación en un ambiente seguro, saludable, estimulador y sensible para cada niño. Con lo cual, hay que apoyar el desarrollo y el aprendizaje del alumnado, respetando las diferencias individuales. También, destaca que el profesorado debe estar comprometido a fomentar la conciencia propia, la competencia, el amor propio, la adaptabilidad y el bienestar físico.[3]

Por otro lado, García y García resumen en que se debe basar en el respeto, diligencia, ausencia de discriminación, veracidad, desinterés y en el secreto profesional.[4]

En cuanto a los compromisos y deberes en relación con las familias, el Consejo General de los Ilustres señala que hay que respetar los derechos de las familias y los tutores en relación con la educación de sus hijos, también se debe favorecer la cooperación entre las familias y el profesorado, compartiendo las responsabilidad educativa en los temas que les afectan y de la misma manera, proporcionar a las familias información acerca de los proyectos educativos del centro, al igual que los objetivos y los criterios que de evaluación que establecen.[5] 

En cuanto a Martínez dice que las familias son de importancia primordial en el desarrollo de los niños ya que la familia y el profesional del cuidado infantil tienen un interés común en el bienestar del alumnado. Reconoce que la responsabilidad primordial de efectuar la comunicación y la colaboración entre el hogar y el programa para niños pequeños de maneras que fomenten en desarrollo del niño.[6]

En cuanto a los compromisos y deberes en relación con la institución educativa, por un lado, el Consejo General de los Ilustres afirma que hay que mostrar el máximo respeto al proyecto educativo del centro, respetar y hacer respetar las normas de funcionamiento del centro y favorecer la convivencia en los centros educativos, contribuyendo a mantener un ambiente adecuado para la enseñanza. También, se debe velar por el buen estado y mantenimiento de los materiales e instalaciones y de la misma forma velar en toda circunstancia por el prestigio de la institución  en el que se trabaja.[7]

Por otro lado, Jover menciona que en este ámbito entran los deberes relativos al buen funcionamiento del centro (desde el cumplimientos de las obligaciones hasta en la participación en distintas actividades). Sockett nos dice que hay tres principios: en primer lugar, los profesores deben garantizar mediante contribuciones, que su escuela tiene una política coordinada sobre el currículum y disciplina; en segundo lugar, los profesores que ocupen puestos de dirección y gestión deberían garantizar la existencia de canales abiertos de consulta y debate en la escuela y por último, el profesorado deberá garantizar que la escuela ofrece a los alumnos condiciones de trabajo gratas y adecuadas (Sockett, 1985, p.34).[8]

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