EL EXTRANJERO

El extranjero

Albert Camus

Después de enterarse de la muerte de su madre por medio de un telegrama, Meurasault viajo hasta el asilo donde había llevado a su madre a vivir, y ahora retornaba nuevamente a cumplir con el protocolo convencional.

A su llegada a aquel lugar, el recibimiento le resulto un poco incomodo, y tras los preámbulos necesarios pudo por fin encontrarse frente al féretro de su madre. Su indiferencia causo incertidumbre para todos aquellos quienes se encontraban reunidos ahí, y ciertamente a el le causaba la misma impresión pero por las reacciones de dolor que mostraban los demás.

Ya de regreso en casa se incorporo rápidamente a su rutina normal, asistió al trabajo, comió en el lugar y hora de siempre, disfrutada de sus cigarrillos, e incluso decidió salir al cine en compañía de su amiga María, vieron una película cómica y disfrutaron de las carisias en la oscuridad.

Su rápida adaptación a la realidad después de la muerte de su madre fue lo que despertó curiosidad en algunas de las personas que le conocían, he incluso el parecía discurrir mas desde entonces.

“Pensé que, después de todo, era un domingo de menos, que mamá estaba ahora enterrada, que iba a reanudar el trabajo y que, en resumen, nada había cambiado.”

Cierta tarde después del trabajo fue invitado a cenar por uno de sus vecinos, que le ofreció su amistad tras contarle acerca de la venganza que planeaba en contra de su amante. Meurasault desinteresado como siempre le escuchaba sin dar opinión alguna, y acepto ayudarle a redactar un carta para que Raimundo pudiera llevara cabo sus malévolos planes.

Un día después habiendo pasado la noche con María, Meurasault fue despertado por los gritos en el pasillo donde una golpiza a una mujer tenia lugar en la casa de su nuevo amigo Raimundo, y de inmediato concluyo que era la amante. Todos los vecinos presenciaron los hechos y un gendarme fue llevado hasta el lugar donde advirtió a Raimundo que dejase de golpear a la mujer.

Después del incidente un hecho muy relevante ocurrió, su viejo vecino Salamano, que tenia un aspecto vetusto y al cual siempre le acompañaba un perro sarnoso, y con el que siempre se le veía discutiendo discutiendo, se encontraba ahora desesperado por la perdida de su vieja mascota, quien a pesar de las riñas que tenia en contra del pobre animal era lo único que le quedaba en ese momento y tras la muerte de su esposa el perro y el envejecieron juntos.

“Desde que el perro tuvo aquella enfermedad de la piel, Salamano le ponía pomada. Pero según el su verdadera enfermedad era la vejez, y la vejez no se cura”.

La visión que maneja el libro entorno a la muerte es una inferencia de los parámetros establecidos moralmente por la sociedad, ya que tipifica la mentalidad de una sociedad colectivamente influida por los parámetros morales y dirigida bajo el influjo del estado colectivo, afectando al sujeto para el manejo de sus acciones y por consiguiente de su pensamiento.

La novela lleva a la reflexión desde su visión existencialista de la vida, donde la existencia propia no es mas que un estado transitorio por la vida, donde uno se convierte en extranjero de la vida porque pronto se ira de ella, haciendo alusión a una vida que no es la propia, así como la patria tampoco es nuestra.

“Me pregunto entonces si no me interesaba un cambio de vida. Respondí que nunca se cambia de vida, que en todo caso todas valían igual y que la mía aquí no me disgustaba en lo absoluto”.

Raimundo el nuevo amigo de Meurasault, les invito a el y a María a la playa y a casa de unos amigos para comer, durante el transcurso de llegada un grupo de árabes les seguían insidiosamente, a lo que Raimundo explico que se trataba del primo de su amante, a la misma que había golpeado el día anterior, y que ahora seguía por esa misma razón, tras leves atisbos que parecían no llegar a gran cosa el día transcurrió normalmente; comieron y nadaron un poco, y después de cavilar por escaso tiempo Meurasault supo que debía casarse con María, ya que días antes esta le había interpelado la propuesta de matrimonio para poder casarse, pero él se mostro indiferente frente al tema.

Al termino de la comida decidieron salir a caminar, he inesperadamente los árabes que tiempo atrás les seguían, se dirigieron hacia ellos, y Meurasault acompañado de Raimundo y un amigo de él, aceleraron el paso hasta encontrarse cara a cara con ellos,

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