EL SER HUMANO Y SU DIGNIDAD, UN AMOR ETERNO

EL SER HUMANO Y SU DIGNIDAD, UN AMOR ETERNO

La dignidad humana es un tema de amplia reflexión y  una vasta serie de discusiones a lo largo de la historia, esta vez, nos convoca como estudiantes para tratarla en nuestro foro anual  y filosofar con respecto a ella y a las implicaciones que sobre nuestras vidas puede llegar a tener. En este trabajo, mostraremos que la dignidad humana, aun siendo un asunto filosófico o religioso, se puede llegar a perder y por qué no, a recuperarse también. Para ello, partiremos de unas definiciones de la dignidad humana y luego se expondrán los motivos que me llevan a decir que ésta se puede perder. Finalmente, veremos que la dignidad humana se puede llegar a recuperar por parte de quien la ha perdido.

Ahora bien, ante este panorama, es válido que nos preguntemos ¿Qué es la dignidad humana? Se puede partir de dos definiciones muy conocidas que establecen unos  significados de ella. La primera, desde el campo religioso, en donde se afirma que la dignidad humana es otorgada por Dios al hombre desde el momento de crearlo a su imagen y semejanza, dándole el poder de ser una criatura intelectual con capacidad de llegar a conocer y amar a su creador, este aspecto lo hace superior a las otras especies. En otras palabras, como lo expresa Martín Glabert, parafraseando a Juan Pablo II "Al hombre se le ha dado una altísima dignidad que tiene sus raíces en el vínculo íntimo que lo une a su creador; en el hombre se refleja la realidad misma de Dios"^[1]

La otra definición se puede tomar desde el punto de vista filosófico, aquí, se establece que la dignidad de una persona puede ser reconocida y exaltada a partir de los principios, virtudes y valores éticos que ésta desarrolle. Igualmente, se reconoce en la forma de obrar libremente un hombre con base a su condición racional. En otros términos, este concepto se relaciona con el claro pensamiento filosófico de Kant expresado en su imperativo categórico donde asegura que el hombre es un fin en sí mismo, no un medio para uso de otros individuos y por ello él es merecedor de todo el respeto moral.

En síntesis, podemos decir que  la dignidad humana es el nivel de valor que tú mismo te otorgas y que le expresas a los demás por el simple hecho de ser persona, por lo cual se fundamenta el respeto y el valor como seres humanos íntegros. Entonces, lo que queda por responder es cuándo se pierde la dignidad humana.

Partamos del hecho de que el ser humano es consciente que posee principios, virtudes, valores éticos y morales. Además, el hombre es dueño de un conocimiento racional que lo orienta a obrar de forma correcta respecto al bien común. No importa el rango social, político, económico y cultural, no importan las diferencias humanas, todas las personas tenemos dignidad desde el momento de nuestra concepción hasta la muerte. Sin embargo, debo decir que el hombre pierde la dignidad humana por voluntad propia, él mismo decide renunciar a su dignidad, a pesar de tener el conocimiento anteriormente mencionado que lo atañe. No obstante, es tarea nuestra comprender qué lleva al hombre a perder la dignidad que lo identifica. En este caso podríamos señalar tres aspectos, a saber: situaciones que condicionan a la persona a apartarse de lo humano, ya sea por fines de supervivencia, necesidades o ambiciones propias. También el hombre pierde su dignidad al dejar llevarse de sus pasiones, como la codicia, pues cuando una persona vende sus valores y creencias, está desistiendo de la dignidad que goza. Por último y el más importante de todos, el poco amor e irrespeto que se tiene hacia uno mismo, considerado una de las mayores causas que llevan al hombre como ser singular o referente de toda la humanidad  a renunciar a su dignidad.

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