ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EXPERIENCIA ESTÉTICA

KIKELONDONO6 de Diciembre de 2012

3.213 Palabras (13 Páginas)806 Visitas

Página 1 de 13

LA EXPERIENCIA ESTÉTICA Y EL TEJIDO SOCIAL

EN LA FORMACIÓN CIUDADANA

La estética es la rama de la filosofía que se ocupa de analizar los conceptos y resolver los problemas que se plantean cuando contemplamos objetos estéticos. Objetos estéticos, a su vez, son todos los objetos de la experiencia estética; de ahí que, sólo tras haber caracterizado suficientemente la experiencia estética, nos hallamos en condiciones de delimitar las clases de objetos estéticos. Aunque hay quienes niegan la existencia de cualquier tipo de experiencia específicamente estética, no niegan, sin embargo, la posibilidad de formar juicios estéticos o de dar razones que avalen dichos juicios; la expresión «objetos estéticos» incluiría, pues, aquellos objetos en torno a los cuales se emiten tales juicios y se dan tales razones.

La estética se formula en las cuestiones típicamente filosóficas de « ¿Qué quiere usted decir?» y « ¿Cómo conoce usted?», dentro del campo estético, al igual que la filosofía de la ciencia se plantea esas mismas cuestiones en el campo científico. Así pues, los conceptos de valor estético o de experiencia estética, lo mismo que toda la serie de conceptos específicos de la filosofía del arte, son examinados en la disciplina conocida con el nombre de estética; y preguntas tales como « ¿Qué es lo que hace bellas a las cosas?», o « ¿Existen patrones estéticos? », o « ¿Qué relación hay entre las obras de arte y la naturaleza?» -y cualesquiera otras cuestiones específicas de la filosofía del arte, son cuestiones estéticas.

Las experiencias estéticas son el resultado de percepciones sensibles, poseedoras de un significado que dejan en el alma una sensación permanente y evocadora. El contenido y significado de las experiencias estéticas es algo diferente a lo racional; es de carácter sensible el sentimiento que se apodera del hombre al contemplar el arte, cuando éste le significa verdaderamente algo en su interior. Cuando el hombre percibe algo realmente bello, tiene una experiencia estética.

Por otro lado la expresión artística en la escuela, es el conjunto de habilidades que se desarrollan a través de lenguajes artísticos; estos lenguajes pueden ser corporales, auditivos, plásticos, etc., los cuales permiten comunicar sentimientos, desarrollar imaginación, creatividad, experiencias y vivencias a lo largo del proceso de formación

Para significar la importancia de la experiencia estética es importante tener presente que las percepciones estéticas en esencia son subjetivas, por tanto la Institución Educativa Escuela Normal Superior San José, debería propender por formar personas que aprecien su entorno, siendo contemplativos en la acción, es decir involucrándose directamente en su transformación creativa, tratando siempre de observar todo como una obra de la inspiración divina, brindándoles elementos de análisis que les permitan tomar parte activa en una experiencia, dándoles a entender que por tratarse de una experiencia estética, no puede descalificar o excluir otras experiencias.

La apreciación que se hace sobre un objeto por lo general nos lleva a emitir un juicio que casi siempre es a priori, lo cual nos lleva a insistir mucho más en una formación estética ya que como nos dice Kant: “La aprehensión estética de las cosas no contribuye en nada a su conocimiento, pero aumenta la facultad de conocer, en tanto que mantiene una relación inmediata de ésta con el sentimiento (de agrado o desagrado) subjetivo.”

…”Baumgarten definió una vez la estética como el «ars pulchri cogitandi», el arte de pensar bellamente. Quien sepa escu¬char habrá advertido enseguida que la definición está formada por analogía con la definición de la retórica como ars bene discendi, como el arte de hablar bien. Esto no es casual. Desde muy an¬tiguo, la retórica y la poética se corresponden mutuamente, teniendo la retórica, en cierto modo, la primacía. Esta es la forma universal de la comunicación humana, e incluso hoy sigue de¬terminando nuestra vida social mucho más pro-fundamente que la ciencia. Para la retórica, la definición clásica de ars bene dicendi, arte de ha¬blar bien, resulta convincente de inmediato. Está claro que Baumgarten se apoyó en esta defini¬ción de retórica para definir la estética como el arte de pensar bellamente.”

Lo anterior nos muestra como la experiencia estética no está directamente relacionada con lo cognoscitivo, puesto que al tornarse subjetiva y producto de los sentimientos, no puede ser entendida con elementos que “contaminen” la sensación que la experiencia misma me produce, meditemos lo siguiente: “…incluso en la contemplación estética observamos algo no «por sí mismo», sino por alguna otra razón, por ejemplo, por el placer que nos produce. No seguiríamos prestando atención al objeto percibido si el hacerlo no nos resultase agradable; según esto, ¿no será el goce la finalidad en el caso estético? cabe, en efecto, describirlo así, y acaso la expresión «percibirlo por sí mismo» sea desorientadora” .

La experiencia estética nos exigirá actitudes frente a los diferentes estímulos que recibimos a diario, por lo que nos ayudará a fomentar nuestra capacidad de asombro, ya que nos va a brindar siempre ese “goce” o disfrute por lo que a diario percibimos, llevándonos no solo al pragmatismo de mirar el valor o el servicio que las cosas o elementos nos pueden prestar, sino que nos proporcionarán la satisfacción de degustar de ellas y de apreciarlas en su pura esencia, manteniendo una actitud estética en nuestra manera de contemplar el mundo.

Al contemplar algo estéticamente, respondemos al objeto estético y a lo que puede ofrecernos, no a su relación con nuestra propia vida; si al realizar una apreciación estética estamos personalmente involucrados en dicha experiencia, esto afectará nuestra respuesta estética y por ende nuestra visión estará salida de toda subjetividad.

“…La forma estética de observar, es también ajena a la forma personalizada de hacerlo, en la que el observador, en vez de contemplar el objeto estético para captar lo que le ofrece, considera la relación de dicho objeto hacia él. Quienes no prestan atención a la música, sino que la utilizan como estímulo para su fantasía personal, son buena muestra de esa audición no estética que a menudo pasa por serIo...”

En el Primer Seminario Taller Internacional de Metodología para La Enseñanza de las Artes realizada en la Universidad de La Sabana – 1996, se presentó la ponencia sobre el desarrollo de mentes estéticas, presentando en ella tres grandes aspectos o elementos: sensibilidad estética, apreciación estética y la representación simbólica. Enfatizó la conferencista Sonia Ríos sobre los niveles de desarrollo de la cognición estética: “La apreciación estética hace parte de esa fase cognitiva del hombre. Es entonces la forma de “conocer”. Ese conocimiento se cualifica y se desarrolla por niveles que van de la monosemia a la polisemia. Es decir, de una sola interpretación a múltiples”

Si analizamos lo anterior podríamos ver que la experiencia estética tiene como vehículo importante a la educación artística, pero esto no quiere decir que sea precisamente ésta área la encargada de fortalecer la dimensión estética, ya que nuestro educación debe propender por la integralidad, lo cual nos hace a todos responsables de formar en las diferentes dimensiones del ser humano.

Pero si como ya lo hemos dicho, la experiencia estética nos brinda goce y disfrute frente a lo que percibimos, lo cual nos permite degustar de las cosas, no podemos olvidarnos que son nuestros sentidos los que nos permiten esta gama de sensaciones, por lo que no podríamos dejar de lado la sensibilidad.

El diccionario de la lengua española nos define la sensibilidad de las siguientes maneras:

• Capacidad propia de los seres vivos de percibir sensaciones y de responder a muy pequeñas excitaciones, estímulos o causas.

• Tendencia natural del hombre a sentir emociones, sentimientos.

De acuerdo a lo anterior, nos damos cuenta que la percepción de emociones y la respuesta a las diferentes emociones y sentimientos es propia de cada ser humano, por tanto se torna en algo subjetivo, lo cual nos lleva a una de las características de la experiencia estética…el subjetivismo.

La sensibilidad nos permite tomar conciencia del mundo, percibirlo y aprehenderlo, para posteriormente a través de la experiencia estética transformarlo de manera creativa, es por esto que la sensibilidad exige capacidad de asombro, lo que permite a los estudiantes ser conscientes de la realidad, para llevarla luego a su propia realidad, lo cual le permitirá desarrollar aptitudes y actitudes que le permitan su desarrollo integral y el fortalecimiento de habilidades que contribuirán en su transformación del entorno.

No podríamos hablar de experiencia estética sin hablar de experiencia sensible “La atribución de sentido, de significación y de valor que hacen de la construcción de la realidad y sentidos espaciales, cualidades propias, tiene como eje directo la condición perceptiva –la vía sensorial-, un proceso aislado de dictámenes objetivos, tan particular que se atribuye a través de las sensaciones, mecanismos y fortalezas que aportan gesto y esencia, que fundamentan todo proceso de creación enfocado ya sea al desarrollo teórico o al de representación formal .

Al hablar de sensibilidad debemos considerar algunos Aspectos, los cuales nos llevan a fortalecer en los-as estudiantes

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (21 Kb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com