El Principe "maquiavelo"

FRAY MARTIN M. DELAS SALAS PONTÓN.M.C.M.

ALEXANDRA VELASQUEZ CORTES.

FILOSOFÍA POLÍTICA.

EL PRINCIPE

Autor: Nicolás Maquiavelo.

El Príncipe de Nicolás Maquiavelo, es una obra sobre el ejército del poder, del liderazgo, o de la administración, que aún cabe en los tiempos modernos, porque el hombre se pelea constantemente por el poder.

“Nunca fueron partidarios de este consejo, que está en boca de todos los sabios de nuestra época: “Hay que esperarlo todo del tiempo”; prefirieron confiar en su prudencia y en su valor, no ignorando que el tiempo puede traer cualquier cosa consigo, y que puede engendrar tanto el bien como el mal, y tanto el mal como el bien” (MAQUIAVELO, Nicolás, Capítulo III De los principados mixtos, pág. 9).

Es importante entonces, anotar que, Maquiavelo vio al hombre como un ser emotivo y fácilmente dominado por la sociedad, por esto habla de la necesidad de encarnar el poder en un jefe único, cuyos criterios últimos son la conservación y afianzamiento del poder político, contando con la firmeza de mantener la credibilidad y la docilidad de un pueblo y que éste le tenga temor. Estas necesidades de cambio fueron formuladas por Maquiavelo en su tiempo a través de la observación del mundo material y del estado de ánimo colectivo de sus compatriotas. Es por esto que, El Príncipe de Nicolás Maquiavelo es la disolución de un mundo del Medioevo, y el nacimiento de un nuevo principio de realidad en el que el hombre vuelva a ser la preocupación esencial de todas las cosas, en el Renacimiento.

Esta obra cuenta que un gobernante antes que amado debe ser temido, respetado, se ha de valer de la fuerza, de ejércitos propios que le ofrezcan seguridad frente a otros principados y frente a sus propios gobernados y que siempre debe utilizar la fuerza, la violencia porque estos son los procedimientos o método más apropiados o convenientes para la estabilidad y permanencia en el principado o gobierno. Lo importante en un gobernante o príncipe es que debe tener las condiciones naturales que aseguren la conquista y posesión del poder, porque un gobernante ha de mantener una imagen fuerte y robusta frente a sus administrados, siendo en algunos casos fortaleza algunos vicios como la avaricia, la rapiña y la astucia malsana, y que virtudes como la castidad, la bondad, la honestidad, la templanza, serán deseables en conjunto, en cabeza de un príncipe o gobernante, desdichadamente, la naturaleza no permite que estas virtudes residan en un solo gobernante.

En síntesis, Maquiavelo predice desaparecer, exterminar, acabar al opositor y a su descendencia, fundando así un principado fuerte, mediante ejércitos propios, valiéndose de los vicios y las virtudes para que alcance su intención o voluntad, se mantenga en el principado, a través del despotismo, claro que a Maquiavelo no le parece conveniente que el príncipe o gobernante sea odiado por sus subordinados o administrados.

“El fin justifica los medios”, Maquiavelo con ésta frase nos quiere dar a entender que todos los medios son buenos si el fin es bueno, es una visión completamente pragmática que caracteriza a su autor porque cuando dice bueno lo hace refiriéndose a la eficiencia, es decir, no lo hace desde el punto de vista moral. El autor nos habla de lo importante que es tener los medios para poder mantener un principado, como un ejército propio y personas en las cuales podemos confiar; esta gente debe respetar a su príncipe y también debe estar dispuesto a morir por él, es importante que el príncipe se cree una figura de autoridad ante sus subordinados ya que solo así lo respetaran entre sus subordinados y cuidar no tener confianza con ellos más bien se debe ser prudente, sensato.

“Sin embargo, debe ser canto en el creer y el obrar, no tener miedo de si mismo y proceder con moderación, prudencia y humildad, de modo que una excesiva confianza, no lo vuelva imprudente, y una desconfianza exagerada, intolerable”.

(MAQUIAVELO, NICOLAS, El príncipe, capitulo XVII, De la crueldad y la clemencia; y si es mejor ser amado, pág. 45.

Es impredecible resaltar que, si el príncipe no es prudente o no elige bien es factible que caiga en poder de los elogiadores, es por esto que el príncipe debe estar rodeado de gente sensata de su estado; la relación entre el príncipe y sus súbditos debe ser discreta, es allí donde el utiliza su sabiduría para gobernar el estado.

El “arte de la guerra” y los deberes del príncipe

En cuanto a los ejércitos el autor toma una postura enérgica que presta una atención especial a la milicia, que son la fuerza soporta todos los imperios, los reinados, principados y demás. La milicia debe ser propia conformada por ciudadanos, servidores y súbditos del príncipe, los ejércitos propios aseguran la seguridad de los principados.

El príncipe tiene ciertos deberes en el “arte de la guerra”, su objetivo no debe apartarse de la milicia dado que ella es quien tiene el poder de engrandecer el nombre del príncipe o llevarlo hasta límite de perder el Estado. Uno de los deberes que tiene con el “arte militar” es el cuidado, jamás podrá apartarse de él, aún en los tiempos de paz tiene ejercitarse para los tiempos de guerra. El éxito de las

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