El Sujeto Ético: Moral y Sociedad. La conciencia moral y conciencia psicológica
luis12183Trabajo12 de Junio de 2022
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA[pic 1][pic 2]
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“RAFAEL MARIA BARALT”
PROGRAMA PRE-GRADO
SEDE CORO-FALCÓN
ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
Elementos Conceptuales
de la Ética
Unidad II
[pic 3]
Facilitador Prof. Ángela Núñez | Realizado por: Jheant Carlo García C.I. 16.830.672 Sección:321521 |
Santa Ana de Coro, mayo 2022
INDICE
Pág. | |
INDICE | 1 |
INTRODUCCIÓN. | 2 |
1.- El Sujeto Ético: Moral y Sociedad. La conciencia moral y conciencia psicológica. | 3 |
a) Los principios de la conciencia moral. | 4 |
b) La conciencia como normal de la moralidad. | 5 |
c) La formación y deformación de la conciencia moral. | 6 |
2.- La libertad: Las acciones voluntarias. | 8 |
a) Diferentes acepciones de la libertad. | 9 |
b) Conciencias de la libertad. | 10 |
c) Consecuencias de la libertad. | 11 |
3.- Los valores: La axiología. | 12 |
¿Qué son los valores? | 13 |
Jerarquía de los valores. | 13 |
¿Valores o actitudes? | 15 |
Valor, en general, y el valor moral. | 15 |
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. | 18 |
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INTRODUCCIÓN
En esta entrega de la segunda unidad trataremos la complejidad del sujeto y la ética, se definen aspectos importantes de la conceptualización que se tiene de sobre la determinación de la conciencia y la moralidad asi como la definición de la libertad y los valores en la formación de ser, se pasa por la jerarquización de los valores y se señala al valor moral como parte constructiva de una sociedad.
Ahora bien, encontramos que las ideas y valores (la cultura) de la comunidad funcionan como expectativas que la persona debe aprender, es decir interiorizar por medio de la interacción social. Considerando que las expectativas sociales se convierten en necesidades, intereses y capacidades que nos definen como seres humanos. Si bien también presentaremos que el principio de la esperanza en el que nos hemos formado nos dice que aunque el ser humano está condicionado por su ambiente socio-cultural, puede mediante su pensamiento y acción entender, criticar y transformar su relación con dicho ambiente y con ello a sí mismo y a su ambiente, pretendiendo una conciencia social, impregnada en los valores que debe tener ante los estándares de la norma moral y de formación de la conciencia de la libertad.
1.- El Sujeto Ético: Moral y Sociedad. La conciencia moral y conciencia psicológica.
La conciencia ha sido uno de los "fundamentos categoriales" de toda la construcción de la teología moral y lo que hace posible un comportamiento humano responsable. Al formular un juicio ético concreto estamos ya afirmando la misma posibilidad humana de comprometerse moralmente, la íntima responsabilidad moral de la persona. Se evidencia, entonces, la inevitable eticidad de la trama humana, desde el momento que estamos ante una opción que compromete la conciencia de cada uno de nosotros. Es lo que permite señalar, entonces, que la conciencia moral es una de las mediaciones que se constituye en el punto de convergencia de otras en el proceso de salvación de la persona humana.
La posición innatista afirma que la conciencia nace con el individuo, es una capacidad propia de la naturaleza del humano. Se afirma, por ejemplo, que la capacidad para juzgar lo bueno y lo malo de una conducta es un don divino, o, es un producto propio de la razón humana, la misma que descubre a priori el sentido del bien y del mal.
La posición empírica sostiene que la conciencia moral es resultado de la experiencia, es decir, de las exigencias o mandatos de la familia, de la educación o del medio sociocultural en general, por lo que, las ideas morales son de naturaleza social, están determinadas por las condiciones materiales de existencia.
Por otra parte, la conciencia es el punto de referencia de muchos otros temas cruciales para la moral: pecado y conversión, estructura de la respuesta moral, enfoque deontológico o teleológico. Juan Pablo II, explica la centralidad que le otorga Veritatis Splendor, al estudio de la conciencia, en su relación con la verdad, con la ley moral, con la libertad, con la opción fundamental, con el acto moral.
Cabe recordar la diferencia entre conciencia moral y conciencia psicológica, esta última es básicamente el conocimiento íntimo que tiene el propio ser humano de sí mismo y de la realidad que lo circunda y lo limita; ser Yo y saberse Yo, la noción de estar presente, de que nuestro Yo está actuando o no.
Observamos por ejemplo, un sujeto asaltando a una joven en la calle. Nos sentimos preocupados y asustados pero a la vez, nuestra conciencia moral nos indica que lo que está haciendo el sujeto es incorrecto y peligroso, además sabemos que lo correcto sería ayudar a la persona que está siendo asaltada, pero eso es algo que muy pocas veces ocurre porque nuestra conciencia sicológica nos limita el actuar por el miedo de salir lastimado.
Por ser hombres libres vivimos en un mundo complejo; ya que estamos obligados a decidir y aún más, decidir por el bien. Las conciencias psicológica y moral son funciones en el ser humano que constituyen unidad de cuerpo y alma (Muñoz, 2010).
a) Los principios de la conciencia moral.
1. Es preciso actuar siempre con conciencia verdadera: solo debe inspirarse en buenas intenciones y juzgar conforme a la verdad la calidad moral de un acto humano.
2. Es ilícito actuar con conciencia dudosa: ya que esta es la suspensión de juicio, por carencia de razón suficiente, para tomar una decisión. El que obra con duda ya sea fundada en razón o sospecha sobre un acto se expone voluntariamente a obrar mal. Por ello debe resolver la duda antes de actuar.
3. Solo la conciencia cierta es regla moral por ello quien actúa en contra de ella obra mal necesariamente, porque contradice la exigencia moral conocida. la conciencia cierta es aquella que juzga con firmeza y seguridad el que un acto humano sea bueno o malo.
4. Se debe actuar tomando en cuenta los Valores inherentes a las normas o reglas de conducta que existe (bien, bondad, justicia, honor, fidelidad, entre otros).
5. No se recomienda actuar con conciencia errónea ya que esto significará que el sujeto ignora la situación y no alcanza la verdad sobre la calidad moral de la acción, lo que impedirá una solución correcta y efectiva.
6. Hay que tener en cuenta que quien está ante un dilema debe investigar mas antes de llevar a cabo una acción, con esto se disipa la conciencia probable siendo esta la que se produce cuando no existe la seguridad entre lo que se puede y lo que se debe hacer. no se recomienda tomar decisiones cuando se tiene conciencia probable porque existe falta de seguridad ante la verdad de la situación.
7. El hombre está obligado a percibir los principios éticos y su aplicación a las vivencias concretas de la vida que son necesarios para formar una conciencia recta.
8. Se debe actuar con intenciones correctas que generen un acto voluntario, libre y consciente.
b) La conciencia como normal de la moralidad.[pic 5]
Entre los distintos tipos de normas que rigen los comportamientos del individuo particular y del ciudadano que vive en sociedad, vamos a centrarnos en las normas específicamente morales. De los valores éticos, salen y se fundamentan las normas morales que guían nuestros actos, por ejemplo, si valoramos la amistad y la sinceridad, saldrá de esa valoración personal la norma, también personal, "debo ser sincero con los amigos" que, posiblemente, nos demos a nosotros mismos.
Las normas morales no estás escritas en ningún libro, como las leyes jurídicas, por ejemplo, ni hay autoridades específicas que nos obliguen a cumplirlas. Cuando obedecemos normas morales, como por ejemplo cumplir la palabra que hemos dado, decir la verdad, aunque duela, y lo hacemos de forma libre y consciente, estamos incluyendo a la conciencia como parte de nuestros actos.
La conciencia actualiza internamente la norma objetiva de moralidad en una situación determinada y de cara a una decisión concreta.
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