Ensayo Frankenstein o el Moderno Prometeo

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA

FACULTAD DE MEDICIA Y PSICOLOGÍA

PSICOANÁLISIS

ENSAYO DE PSICOANÁLISIS APLICADO EN LA NOVELA

“FRANKENSTEIN” DE MARY W. SHELLEY

PRESENTA:

HERNÁNDEZ VALDIVIA LUIS ANTONIO

00292958

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 9 DE MAYO DE 2013

REVISADO EN TIEMPO Y FORMA POR

MIRANDA MEZA KEREN ARELI: SI

Desarrollo.

     Mary W. Shelley, una joven mujer de familia respetada y adinerada capaz de desafiar a su padre y a la conservadora sociedad de los 1800, presenta su magistral obra “Frankenstein” o “El moderno Prometeo” a la psíquicamente vulnerable edad de 19 años.

     Reflejo de esta situación es el hecho de que en dicha novela se ven proyectados eventos significativos en la vida de la novelista, manejando el concepto de proyección como “[…] la operación por medio de la cual el sujeto expulsa de sí y localiza en otro cualidades, sentimientos, deseos, incluso objetos, que no reconoce o rechaza de sí mismo” (Laplanche, 1993), tal es el caso de la muerte de su primer hijo reflejada en la apresurada muerte del hermano menor de Víctor Frankenstein, héroe de la historia, o la muerte de la madre del protagonista evento que viene a simbolizar la muerte de la madre de Mary.

     En estas vivencias se pone de manifiesto eventos de carácter traumático que sin duda vienen a influir en el destino que la autora marca en el personaje de Víctor.  El concepto de trauma se viene a definir como “un acontecimiento de la vida del sujeto caracterizado por su intensidad, la incapacidad del sujeto de responder a él adecuadamente y el trastorno y los efectos patógenos duraderos que provoca en la organización psíquica” (Laplanche, 1993).

     Entrando de lleno en lo que es la historia, ésta nos presenta a Víctor Frankenstein, un hombre obsesionado con la alquimia y que, posteriormente, la mezcla con sus estudios en las ciencias de la física y la anatomía humana, éstos estudios lo llevaran al grado de obsesionarse con la idea de crear un ser vivo a partir de material orgánico ya muerto. En este fragmento de la historia se manifiesta el hecho de como Víctor dirige toda su pulsión psíquica hacia esta tarea, entendiendo por pulsión a esta energía de origen interno, específicamente en la instancia del ello, que tiene distintos fines pero que en su mayoría tienen relación con un objeto externo (Freud, 1915).

     Esta obsesión del protagonista por los estudios que le lleva a traer a la vida a criaturas ya muertas, deja de manifiesto y a la luz un reprimido deseo de Víctor por traer de nuevo a la vida a su madre ya muerta pues, a pesar de no referir este deseo de manera directa en la historia, constantemente hace mención de los recuerdos que él tiene con su madre. Freud define el objetivo de la represión como el de “suprimir este desarrollo de displacer y recaerlo sobre el contenido de representaciones del inconscientes, porque dicho contenido de representaciones podría provocar el desarrollo del displacer” (Freud, 1920).

     De igual forma, la constante referencia hacia los días en los que el joven Víctor vivía una feliz infancia, así como el deseo de traer de nuevo a la vida a su madre, habla de una posible regresión, definiendo regresión como el “retorno a una de las fases evolutivas” (Freud, 1920), esto por la necesidad de buscar una etapa en la que sentía mayor seguridad.

     Esta misma situación de generar vida por medio de métodos no coitales refiere un acto de perversión presente en Víctor al alterar de manera radical el original y biológico proceso de la reproducción humana, sustituyendo el acto coital por uno completamente sintético y partenogenético. Psicoanalíticamente conceptualizado las perversiones son vistas como las alteraciones en el fin, el objeto el proceso sexual de la reproducción (Freud, 1920). Agregado a esto se presenta una clara violación al fin de las pulsiones sexuales las cuales son “representaciones del estado primitivo del ser vivo, pero la meta que se empeñan en alcanzar por todos los medios es la fusión de las células germinales diferenciadas” (Freud, 1900).

     Incluso se puede hablar de rasgos homosexuales en el personaje que juega el papel de creador al generar una posible angustia ante el órgano femenino ya sea por el reconocimiento y aceptación de sujetos sin pene y lo que fálicamente puede representar esto o bien por esta percepción del órgano femenino como instrumento castrador.

     En este proceso de obsesión por crear un nuevo ser, se ven de manifiesto tres conceptos de origen pulsional, estos son: el objeto, la fuente y el fin. El objeto es “aquello en lo cual y mediante lo cual la pulsión busca alcanzar su fin, es decir, cierto tipo de satisfacción. Puede tratarse de una persona o de un objeto parcial, de un objeto real o de un objeto fantaseado” (Laplanche, 1993), dicho objeto se presenta en el ser creado. La fuente percibida como “[…] aquel proceso somático que se desarrolla en un órgano o una parte del cuerpo y es representado en la vida anímica por el instinto” (Freud, 1915), en este caso la fuente es representada por el cuerpo de Víctor al describir una sensación de enorme placer al ver a su creación finalizada, dicha sensación ha de cambiar en seguida al ver el resultado de su trabajo y lo cual se retomara en párrafos más adelante. Por último, se tiene el fin, que en Víctor se presenta al ver culminada su obra después de varios meses (curiosamente nueve). El concepto de fin se presenta como la “actividad hacia la que empuja la pulsión y que conduce a una resolución de la tensión interna; esta actividad está sostenida y orientada por fantasías” (Laplanche, 1993). Freud agrega el hecho de que el fin siempre se dirige hacia la satisfacción.

     Tomando específicamente el momento en el que Víctor ve consumada su terrorífica creación y el ser manifiesta vida, entran en acción dos de los mecanismos de defensa más primitivos presentes en el aparato psíquico del ser humano la transformación en lo contrario y la vuelta contra sí mismo, esto último es, cuando Víctor ve con vida a su obra se percata de que su éxito biológico no se acompaña de la satisfacción supuesta, más bien es la antesala de la huida que hace él como creador frente a las consecuencias de su deseo, un nuevo ser que le espanta y le causa repulsión. En todo caso la trasformación en lo contrario es presentada como el “proceso en virtud del cual el fin de una pulsión se transforma en su contrario, al pasar de la actividad a la pasividad.” (Laplanche, 1993). Del otro lado se presenta la vuelta contra sí mismo que viene a manifestarse como esta sensación de culpa por parte de Víctor al darse cuenta de lo que ha creado, el diccionario psicoanalítico nos refiere a la vuelta contra sí mismo como el “proceso mediante el cual la pulsión reemplaza un objeto independiente por la propia persona” (Laplanche, 1993).

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