ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Frankenstein o el Prometeo moderno


Enviado por   •  31 de Mayo de 2018  •  Ensayos  •  1.594 Palabras (7 Páginas)  •  142 Visitas

Página 1 de 7

Desde tiempos inmemorables en la historia, el hombre ha buscado dar respuestas a cuestiones fundamentales del devenir humano, las cosas que son incapaces de comprender, por ejemplo: el misterio de la vida.

La mitología Griega es una de las primeras en pensar en el mito de la creación de la vida, lo podemos comprobar en la historia del titán Prometeo.

Según Franz Hinkelammert (2006) en el mito de Prometeo, el creador de hombres, quien a base del conocimiento y la tecnología (que posee después de robar el fuego a los Dioses y entregárselo a los humanos)  y aplicando técnicas de escultura, es competente de crear vida. Prometeo no es solo un aliado de los humanos, sino que también es su creador, el fuego hurtado al cielo de la vida y la ciencia necesaria a las estatuas. Su insolencia no será comprendida por  los dioses y Prometeo será castigado. Este mito resulta ser transcendental debido a su importancia histórica, y, sobre todo, el trato y reformulación sufridos hasta la actualidad.

Es, además, el punto de partida y referencia de una obra como Frankenstein o el Prometeo moderno de Mary Shelley, quien es una de las escritoras más importantes de la época del romanticismo, la cual se desarrolló en Europa en el siglo XIX. En este movimiento predominaba la expresión de los sentimientos, siendo así, una corriente de reacción que surge frente a la ilustración que situaba a la razón como cúspide de un mundo mejor.

En el romanticismo predominan la naturaleza y los sentimientos sobre la razón, el “ser” creado por Víctor Frankenstein nos muestra muy claro estas características. En esta obra, se aprecia a la criatura describiendo todo el tiempo que es lo que siente, y poco a  poco muestra cómo la sociedad definió su carácter y sentimientos. En el inicio de su narración, es muy amable y tiene sentimientos de bondad, pero al empezar a viajar, la sociedad lo ve como un monstruo y termina convirtiéndose en uno.

Es así que Frankenstein se da el lujo de “robar” a Dios el tan anhelado secreto de la vida y asimismo se equipara con él. Este robo, como el del fuego por parte del Prometeo clásico, se justifica por el bien de la humanidad. Pero Frankenstein fracasa, y su castigo es ver morir a sus seres amados e iniciar  una contienda relativamente interminable con la “bestia” creada por él, que finaliza no con la vida de la criatura, si no del creador.

Desde el punto de vista de Natalia González de la Llana Fernández(2013) “El Frankenstein de Mary Shelley plantea problemas éticos relacionados con la ciencia y la búsqueda de conocimiento, reflexiona sobre las relaciones entre el saber y la religión, señala la responsabilidad social del científico”. Plantea que la ilustración fue una de las grandes reformas que fundaron las universidades en Alemania en el siglo XIX y el derecho a investigar libremente, sin ningún impedimento legal o secular.

El  Prometeo  original había sido una figura amable y tenía una estrecha alianza con los hombres y esta alianza salió mal y el busco algo para compensar el hecho de que sus actos alejaran al hombre del cielo. Prometeo no es un héroe, sino un responsable de los sufrimientos humanos/Frankenstein no es un genio sino, responsable de sus propios sufrimientos y de la creatura que creo.

Vemos en Frankenstein, esta pérdida de inocencia, que aparece en muchas otras obras como consecuencia aparente de la búsqueda de no muestra, efectivamente, más que la incapacidad del ser humano para aceptar sus propias limitaciones esenciales. Tanto si existe un dios que le recuerde al hombre su situación de criatura, su finitud, como si tal figura no aparece en el relato, lo que señalan estas historias es que cuando el ser humano intenta ir más allá de sus fronteras naturales, acaba sufriendo las consecuencias.

Los desenlaces no suelen ser positivos, acabado incluso con la propia muerte del protagonista, o un castigo.

Frankenstein representa la insatisfacción humana con su propia condición,  falta de plenitud que aparece como un deseo insaciable de ser más de lo que somos, en este caso, sabiendo más, aunque el conocimiento no proporciona el bienestar anhelado.

La ambición de Frankenstein compite  buscando un conocimiento que no le corresponde, intentando suplantar al Creador al darle vida a un monstruo que luego le echará en cara su falta de responsabilidad y su poco amor.

 Frente a los otros relatos, la novela de Mary Shelley añade al tema del conocimiento, el del compromiso del científico con sus investigaciones y con la sociedad en la que está inmerso. Una vez más, no es el conocimiento lo que está realmente en entredicho, sino su uso y el deseo de situarlo por encima de otros valores más importantes.

“El monstruo es un huérfano abandonado por su creador, condenado a la infelicidad, la criatura no eligió existir, se ha visto obligado a aceptar la soledad que su ambiente le impuso”

Mary Shelley sabía que el sueño de la razón produce monstruos, por eso su personaje central está atrapado en una mentalidad racionalista. Los adelantos científicos que, en ese contexto concreto, han desafiado la naturaleza de un Dios creador por tanto, sólo pueden conducir a la destrucción. La fundación por parte de Galileo de un método científico va a conllevar una notable autonomía de la ciencia en relación a las cuestiones religiosas y filosóficas, el razonamiento científico ha de basarse en experimentos sensatos y en demostraciones necesarias, de ahí que surja la ciencia experimental, que es la que practica el personaje de Mary Shelley; ajeno a las consecuencias religiosas de su actividad (y a su prometida, su familia y el resto del mundo hasta que la muerte de los seres queridos le hace tomar contacto con la terrible realidad que ha desencadenado su experimento) ya que su única religión es la ciencia.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10 Kb)   pdf (80.9 Kb)   docx (14.3 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com