Ensayo de valores

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1. ¿Cuáles son los valores que me inculcaron en mi casa?

La honestidad, amor, tolerancia y respeto

2. ¿Qué valores son los que en la actualidad profesas?

La honestidad, respeto y la tolerancia

3. Hay valores que no me enseñaron en casa, pero los adopte ¿Cuáles son?

La flexibilidad, comunicación, y responsabilidad.

4. Con base en la experiencia de vida consideras que los valores que se profesan actualmente laboral y socialmente son los adecuados o no ¿Por qué?

No porque la mayoría de las personas no tienen la cultura de seguir profesándolos

ya que estos son los principios que orientan el comportamiento.

El tema de los valores hoy en día pare que está en decadencia, más bien se escucha decir: ya no hay valore o al menos ya no son como antes. Los valores son los principios que nos permiten orientarnos en nuestro comportamiento en nuestro entorno social. Y a la vez nos proporcionan propósitos de manera social e individual y representarlos en forma de actitud, pensamiento, creencias y sentimientos.

Lamentablemente las generaciones de hoy en día no los ponen en práctica la falta de estos valores como el respeto y la honestidad pasan desapercibidos todos los días en las redes sociales y medios de comunicación masivos, y eso hace creer a muchas más personas que eso algo normal el faltar al respeto. Dentro del campo laboral, el tema de valores es fundamental. Si vemos la sección de empleos en los periódicos, se observa que las compañías no solo requieren del capital humano, sino piden ciertos valores en un candidato, por ejemplo: puntualidad, limpieza, orden, capacidad de análisis, liderazgo, agradable y presentable, entre otros más y esto quiere decir que las empresas cuentan con su propia escala de valores. La calidad de su capital humano, genera por tanto rentabilidad a través de una imagen y de valores distintivos en sus trabajadores. Lo cual no siempre es así porque al momento de contratarte te dicen que es un excelente ambiente laboral cuando en realidad es otra al momento de empezar a tratar a las personas que laboran.

 Vivimos en una sociedad que muestra un deterioro en la capacidad de convivencia entre nosotros y bien podríamos decir que este deterioro de pérdida de ciertos valores tradicionales, en especial, aquellos que han forjado nuestra nacionalidad y nuestra cultura: el trabajo, la vida en familia, la honradez, la educación, la libertad, el patriotismo, el respeto a los demás, la solidaridad y la paz. Pero quizás el problema central no está en los valores que no se cumplen, sino en los valores que efectivamente se cumplen. Parece ser que las actitudes propias de una persona con valores son escasas en todos los sentidos, desde el hogar hasta los planteles educativos, inclusive en las mismas iglesias. Yo creo que vale la pena reflexionar en esto, si la educación del ser humano ocurre en todos los espacios y momentos en los que se desenvuelve, entonces la enseñanza de valores tiene que ser llevada nuevamente a cada ámbito de formación del individuo.

Uno de esos espacios es la familia, donde existe una responsabilidad formativa en los hogares que ha sido descuidada. Es en la familia donde por primera vez se orienta hacia el descubrimiento de los valores y se enseña a practicarlos y estimarlos. Padres y madres no pueden dejar de ser guías de los hijos hacia el aprendizaje moral que le permitirá vivir de manera más tranquilo en la sociedad. Creo que esta parte se puede reforzar aún más en las escuelas y lograr formas correctas de interacción, respeto, diálogo, entre otras actitudes, es algo que todo el que tenga a cargo niños debe buscar para sus educarlos. Aplicar diferentes métodos de enseñanza y tener una visión menos ligera de los jóvenes, son estrategias de las que se puede valer el educador para que pueda ser una influencia positiva en la vida de aquellos que transitan sus aulas de clase. Para esto se necesita, evidentemente, de educadores con vocación y no de aquellos educadores que cumplen sus horas solo con interés económico.

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