Ensayo sobre la ética y la moral

República bolivariana de Venezuela

Unidad Curricular: Taller de ética

Administración de empresas.

Colegio universitario de Administración y Mercadeo,

Sede: san Felipe, Yaracuy.

Venezuela

Ensayo sobre la ética y la moral

Alumno:

Albert Perdomo

Introducción

Habitualmente se tiende a confundir los conceptos de <<moral>> y el de <<ética>>; es un error habitual en el lenguaje de las multitudes hacer de estos dos conceptos las mismas cosas en sí. Como también es menester observar que la importancia de la ética y la moral pasa desapercibida en los temas de las comunidades hoy en día. Como también, tristemente, vemos personas que afirman que la moral es relativa y por en consecuencias  no hay valor absoluto humano, por ende se proclaman amorales y siguen series parámetros de actos impulsados por la mera necesidad placentera o individual.  Hemos de plantear en este ensayo diversos aspectos para profundizar en ello. Abordaremos las definiciones filosóficas-técnicas de dichos conceptos, sus diferencias, diversos `pensadores que en cierto modo han influenciado en menor o grandes grados a la humanidad, demostración de que la moral es absoluta y no relativa, y, por último, la importancia de la ética y la moral.

Ética y moral

Ante todo desarrollo de un ensayo es menester intrínseco partir por cada una de sus definiciones correspondientes a los temas principales que se va a tratar. Por ello partiremos por lo que se comprende (a nivel filosófico) sobre la ética y la moral.

¿Qué es la moral?

La moral debe entenderse como un sistema social de valorización por parte de principios   que tienen ejecución en la conducta individual. Es un sistema normativo que me está dando una secuencias de cosas que debo de hacer (o que no hacer) de lo que se considera  bueno (y malo) en una sociedad.  Muchas personas tienden a confundir unas series de normas morales con normas legales; he aquí un grave error. Ya que nunca se debe poner la ley (normas legales establecidas) por encima o igual que la moral. Ya nos lo dada a entender Sófocles (unos de los dramaturgos griegos más grande  de la historia) en su tragedia Antígona, que en resumen se cuanta así: Antígona, Ismene, Eteocles y  Polinices son la descendencia del rey ya muerto Edipo. Los hermanos se disputan el poder del reino que les heredo su padre, entre distintas circunstancias ambos se dan muertes a la misma contemplación del tiempo. Quedando como rey su tío Creonte. El actual rey decreta que al cuerpo de Eteocles sea sepultado con divinos honores; pero en cambio el cuerpo de polinices no  y quien haga sepulcro y llore la muerte de su sobrino será condenado a muerte (cuyo acto era gravísimo en la cultura griega, ya que a los muertos que no eran sepultados su alma  vagaban eternamente). Antígona (que el amor hacia sus hermanos es incondicional), sin importarte la ley que decreto su tío y las implicaciones que dicho acto acarrearía, fue hacia donde estaba el cuerpo de su hermano y como todo humano, llórele y procedió hacer una serie de rituales  para el alma de su querido hermano. Los guardias la capturaron y las llevaron hacia el rey (su tío), este furioso le pregunto por qué se atrevió a pasar por encima de la ley; a lo que Antígona, respondió: “No era Zeus quien me la había decretado, ni Dike (diosa griega de la justicia), perfilo nunca entre hombres leyes de este tipo. Y no creía yo que tus decretos tuvieran tanta fuerza como para permitir que solo un hombre pueda saltar por encima de las leyes no escritas, inmutables, de los dioses: su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre, y nadie sabe cuándo fue que aparecieron”.

Podemos ver que desde más de dos milenios atrás se tenía la concepción de lo que es la moral. Y que esta nunca se debe confundir con la ley. ¿Pero por qué se tiende a confundir? Porque generalmente lo que se considera malo socialmente se ve reflejado en las leyes; ya que hay normas legales que representan normas morales; pero estas, no han de ir siempre de la mano. Podemos comprender, pues, que la moral se define como un conjunto de códigos de conductas fundamentadas principalmente en la sociedad con el objetivo de prevenir conflictos y colisiones entre individuos y perjudiquen el orden general.  Se podría decir que la moral estaría en el campo de estudio de la antropología y la cultura de determinados naciones (sin ser esta relativa, como veremos más adelante).

¿Qué es la ética?

La ética es una rama de la filosofía cuyo enfoque es el estudio de la conducta humana a nivel moral. Estudia lo bueno y lo malo, lo correcto o incorrecto de las acciones de las personas. En simplificación, la ética es el estudio profundizado y reflexivo sobre la moral para el desarrollo, a su vez, de una ética universal. La ética no inventa códigos morales; los estudia, los investiga, lo somete a análisis y reflexiona sobre lo que está bien y lo que está mal.

Diferencias entre ética y moral:

Como mencionamos en la introducción, el concepto de ética y moral son habitualmente considerados como sinónimos, o en el peor de los casos como cuestiones totalmente distintas. Ello se debe, a su vez, al problema del lenguaje de las multitudes a la hora de referirse a los conceptos. Claro está que en dichas definiciones que describí se puede ver que desde luego no son lo mismo, y que desde luego son lo mismo a lo que en esencia se respecta. Pero vamos  a ver de manera simplificada sus diferencias en el siguiente cuadro:[pic 1][pic 2]

[pic 3]

[pic 4][pic 5][pic 6][pic 7]

Diferentes concepciones de la ética:

Platón: platón pensaba que la ética es conocimiento y que este como todo otro, puede ser aprendido.  La idea de Dios es la idea última de su teoría del mundo de las ideas, dicho conocimiento de esta idea es  el camino de los actos morales que regirán al hombre.  La consecuencia de esto es que todo aquel que actué de manera inmoral es debido a su ignorancia.

Aristóteles: Aristóteles pensaba que las acciones humanas son medios para lograr fines como la felicidad y el bien supremo (para lo cual apunta su ética).  Para Aristóteles una acción es moral si te hace feliz. Pero el no habla cualquier tipo de felicidad, por lo que la felicidad desde el  punto de vista aristotélico no es igual a placeres o riquezas; sino la práctica de la intelectualidad, del razonamiento.

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