Es difícil que lo percibamos de manera directa sin embargo el lenguaje condiciona nuestro conocimiento

                                “Sobre el lenguaje y el conocimiento”

Isidora Muñoz Reveco

Es difícil que lo percibamos de manera directa sin embargo el lenguaje condiciona nuestro conocimiento. El lenguaje se extrae directamente de la vida cotidiana tomándola como referencia y por esto digo que construye la realidad social.

En la línea del conocimiento humano, se necesita del lenguaje, pues constituye un puente al presente de los hechos pasados y los trae a la realidad. Es decir permite el recuerdo, ya que  el lenguaje trasciende la temporalidad.

El lenguaje es pues entonces un hecho humano, permitiéndole actuar de manera social.

Pues entonces, prescindir del lenguaje, en el proceso de conocimiento sería  quitar la piedra angular.  Quedaría devastado cualquier manifestación del conocimiento humano, imposibilitando lo que por naturaleza es el hombre; un ser social.

La problemaática en cuestión, recae en el estudio de cómo el hombre llega a conocer “lo que la cosa es” y “lo que la cosa puede llegar a ser”. Pareciera, que hay un consenso universal, que permite a cada humano hacer uso de esta facultad; el lenguaje.

        Todo lo anterior guía a la imposibilidad, que exista conocimiento sin lenguaje. En este trabajo se intentará dar veracidad a la idea expuesta,        haciendo uso de ideas de postulados de filósofos divergentes.

         Para comenzar, se ha definido al conocimiento como universal y común a todos lo hombres. Sin embargo, el conocimiento no se expone de manera directa en nosotros. Por tanto se hace  necesario, que exista alguna facultad que conecte la idea conocida con la realidad.  Ese nexo lo constituye el lenguaje.  El lenguaje da al pensamiento el carácter de objetividad y universalidad pues hace uso de la experiencia.

Afirma Aristótles "ningún filósofo nunca ha llegado a desentrañar la esencia de una mosca^[1]”

John Locke en contra de lo anterior:  "No deben tomarse las palabras como retratos adecuados de las cosas, pues no son más que signos arbitrarios de ciertas ideas” ^[2] 

Al plantear, que las palabras son solo signos arbitrarios de las ideas, el filósofo manifiesta que son necesarias para comunicarnos, pero se limitan solo a esa condición. Es decir el lenguaje no proporciona ninguna certeza absoluta de las cosas.

        Ahora bien, estamos de acuerdo en que existen muchas lenguas distintas y unidas a ellas signos lingüísticos diferentes. Fuera de contexto gramatical, existe pues alguna facultad impresa en el alma del hombre que permite comunicarnos entre todos.

“Las palabras habladas son símbolos, o signos o afecciones o impre- siones del alma; las palabras escritas son los signos de las palabras habladas. Como no lo es la escritura, tampoco el habla es la misma para todas las razas humanas. Pero las afecciones mentales, de las cuales estas palabras son ante todo signos, son iguales para toda la humanidad como lo son también los objetos de los cuales aquellas afecciones        son        representaciones        o        semejanzas,        imágenes,        copias^[3]”

        Según afirma el Aristóteles,  es propio del hombre y de su intelecto hacer universal las afecciones mentales.  Si se considera que toda idea universal se fundamenta de datos empíricos en el cual el hombre por su facultad de abstraer puede identificar “lo que la cosa es”. Es necesaria alguna facultad humana que una el proceso de abstracción con la realidad empírica de las sustancias.  El lenguaje es el vínculo entre lo inteligible (forma) y su expresión directa con la realidad empírica.  El lenguaje es pues la expresión empírica del proceso de abstracción.

En segundo lugar y siguiendo la línea demostrativa, de la importancia de el lenguaje en el conocimiento. Es preciso decir que el hombre es por esencia un animal racional. Para que el hombre pueda realizarse en cuanto hombre racional necesita  de lenguaje y conocimiento.

 Según la Teoría Cognitiva, impulsada por Jean Piaget.  Se afirma que la inteligencia empieza desde el nacimiento antes de que el niño comience a hablar y que a través del lenguaje comienza a expresar sus necesidades.

Es por esto que digo que la inteligencia posibilita el lenguaje. Ya que al nacer el ser humano no posee lenguaje ni conocimiento pero si posee inteligencia.

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