Estudio Sobre La Obra "La España Invertebrada"

1. FICHA BIBLIOGRÁFICA

José ORTEGA Y GASET, España invertebrada, octava edición, Madrid, Ed.: Espasa-Calpe, S.L., 1984.

2. BIOGRAFÍA Y ÉPOCA

José Ortega y Gasset nació en Madrid el 9 de mayo de 1883, en el seno de una familia acomodada, vinculada al periodismo y a la política, en el círculo de la alta burguesía. Nieto de Eduardo Gasset y Artime, fundador del periódico El Imparcial, que años más tarde dirigiría su padre, José Ortega Munilla

Su formación académica la inició en el Colegio Jesuita de San Estanislao en Miraflores del Palo (Málaga); cursó estudios superiores en la Universidad de Deusto (Bilbao), regida por jesuitas y los continuó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central (Madrid), donde se licenció en 1902.

Se doctora en Filosofía en 1904 por la Universidad de Madrid, con la tesis Los terrores del año mil. Crítica de una leyenda.

Entre 1905 y hasta 1907 estudia en Alemania: Leipzig, Nuremberg, Colonia, Berlín y, sobre todo, en Marburgo.

De regreso a España en 1909 es nombrado profesor de psicología, lógica y ética de la Escuela Superior de Magisterio de Madrid, y en octubre de 1910 gana por oposición la cátedra de metafísica de la Universidad Central.

De su matrimonio con Rosa Spottorno nacieron en 1911 su primer hijo, Miguel, que sería médico, en 1914 su hija Soledad, que creó en 1978 la Fundación José Ortega y Gasset; y por último, en 1918 su tercer hijo, José, ingeniero agrónomo y fundador del periódico El País.

Fue elegido diputado por León en la II República, pero abandono la política poco tiempo después.

Cuando se inició la Guerra Civil se exilió, pasando por Francia, Países Bajos y Argentina, finalmente en 1942 fijó su residencia en Lisboa (Portugal).

Tras una larga enfermedad que arrastró durante más de 30 años (cáncer) murió el 18 de octubre de 1955 en Madrid, España.

El mundo que vivió Ortega, el de la primera mitad del siglo XX, se caracteriza por los progresos tecnológicos, la concentración de capitales, los deseos imperialistas y las consecuentes guerras. Las grandes empresas alemanas se imponen en diferentes sectores de mercado europeos y en América los estadounidenses desbordan a Francia en la producción de automóviles.

Crece el movimiento obrero y en Rusia estalla la Revolución de Octubre.

En el plano científico Max Planck desarrolla su teoría cuántica, Einstein su teoría de la relatividad, Landsteiner descubre los grupos sanguíneos humanos, Ramón y Cajal demuestra en 1901 la estructura del tejido nervioso y las neuronas, y en el mismo año Freud publica su obra Psicopatología de la vida cotidiana.

Durante la vida de Ortega y Gasset se suceden en España diferentes formas de Estado. Nace en plena restauración borbónica con AlfonsoXII, seguida de una etapa de regencia tras la muerte del rey en 1885. En este periodo se mantiene el sistema turnista propuesto por Cánovas del Castillo. Este sistema traería una etapa de crecimiento y desarrollo al país, pero significaba una gran corrupción política que aceleraría la crisis. En 1898 se produce el llamado desastre del 98, la pérdida de las colonias españolas en Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Esto, junto a la crisis política, pondrá en marcha un movimiento, el Regeneracionismo que propone un renacer ideológico y político del país para una posterior reforma económica.

Pero Ortega no es propiamente regeneracionista, sino que perteneció a la Generación del 14 o novecentista, generación con un punto de vista más positivo que el de sus antecedentes del 98.

En 1923 Miguel Primo de Rivera se subleva y da un golpe de estado respaldado por la corona.

Tras la crisis económica de 1927, acentuada en 1929, tras la dimisión de Primo de Rivera, los gobiernos de la denominada «dictablanda» no harán otra cosa que prolongar la decadencia, hasta que en las elecciones municipales de 1931 el rey, aun habiendo salido victorioso, decide marchare, proclamándose el 14 de abril la Segunda República Española.

Varios partidos de izquierdas se unen en el denominado Frente Popular, que se concibe como un frente antifascista. Gobernará, oficialmente, desde el 1936 hasta el 1939. Pero el 17 de julio de 1936 se produce el golpe de estado que dará lugar a la Guerra Civil Española.

3. RESUMEN DEL LIBRO

Como el propio Ortega dice en el prólogo de la segunda edición “no se trata más que de un ensayo de ensayo, de un índice sumamente concentrado y casi taquigráfico de pensamientos.”

Se presenta este libro como “una aplicación del método de la razón histórica, un estudio del proceso general de integración y descomposición de las naciones, una teoría de la sociedad, como una ecuación de minoría ejemplar y masa dócil a esa ejemplaridad, así como la explicación de fenómenos característicos de la Historia de España, como los pronunciamientos, los regionalismos y los separatismos, y la acción directa de determinados grupos sociales, en suma, los particularismos que disociaron nuestras clases y regiones”.

Realiza Ortega un original y acertado análisis del problema principal de la España de principio del siglo XX e incluso de la de hoy, derivado de los particularismos políticos y sociales, en especial de aquel que afecta a la unidad final de España: los llamados nacionalismos particularistas.

Ortega aseguraba que “la España del siglo XX es una España invertebrada”, y señala el protagonismo histórico castellano en el auge y decadencia del proyecto español, al decir que “España fue una espada cuyo puño estaba en Castilla y la punta en todas partes”; en fin, también entonces contrasta la “España mundial, frente a la España aldeana y retraída”.

La parte principal de esta obra es la primera, que explica todo lo relativo al análisis del problema de España.

Mommsen en su narración de la historia de Roma afirmaba: “la historia de toda nación, y sobre todo de la nación latina, es una vasto sistema de incorporación”. La unidad nacional no se funda en la unidad de sangre, aunque a veces favorezca el proceso, ya que se puede formar una nación de pueblos fronterizos de distinta raza; el sometimiento, unificación o incorporación, no significan la muerte de los grupos porque la fuerza de independencia no se pierde aunque se someta; basta que la fuerza central se debilite para que aparezca el sentimiento de autonomía de los grupos

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