FILOSOFIA DEL LENGUAJE. La Posibilidad Del Lenguaje.

El presente ensayo intenta hundir sus raíces en aquello que precede a la formación del lenguaje para averiguar una nueva manera de poder abordar el lenguaje desde la cotidianidad. El lenguaje funda e instaura el ser y a través de él el hombre tiene la posibilidad de trascender. Los textos utilizados en este ensayo y vistos en la materia de Filosofía del Lenguaje son los siguientes: El diálogo de Cratilo de Platón y el libro Arte y Poesía de Martín Heidegger.

Actualmente entendemos el lenguaje como la base de la comunicación que utiliza signos lingüísticos, esta definición corre el peligro de no poder entender el lenguaje como lo que realmente es y definirlo únicamente en sus efectos pero no aborda la problemática de su causa. Podemos tener a grandes rasgos qué es el lenguaje pero de ninguna manera entendemos completamente qué es lo que causa el lenguaje. Intentamos entonces indagar en las raíces del lenguaje para encontrar qué es lo que lo origina.

¿Qué es el hombre sin el lenguaje? ¿Qué es el lenguaje y cuáles son sus causas?

La inmediata respuesta que nos surge al abordar este cuestionamiento es que el lenguaje expresa, es decir el lenguaje es un túnel gracias al cual lo interior puede unirse con lo exterior y viceversa, el hombre sin esta primera capa del lenguaje sería una puerta cerrada sin posibilidad de apertura donde lo interior se queda lo interior y lo exterior difícilmente puede llegar a tener eco en el interior. Como primera instancia el hombre con el lenguaje tiene la posibilidad de entrelazar dos mundos. En esta etapa el lenguaje también es una construcción exterior del hombre, el hombre tiene la posibilidad de construirse intangiblemente frente a él, como si se tratara de un espejo formado por palabras el hombre puede reconocerse en ese que construye.

El hombre al mirar esta construcción de sí mismo puede conocerse también interiormente y esta construcción reflejará qué tanto el hombre se conoce a sí mismo.

Es esta la siguiente etapa donde el lenguaje no solamente abre la puerta desde el interior del hombre para entretejerse con el exterior sino a la vez en este reconocimiento de ambos mundos el lenguaje también abre la puerta hacia el conocimiento interior del hombre. Nuestras palabras, nuestros pensamientos y nuestros deseos revelan claramente quien somos. Por eso con justa razón Holderlin dice: “y se le ha dado al hombre el mayor de los peligros… el lenguaje, para que demuestre lo que es”.

El mayor de los peligros es el lenguaje, porque puede revelar lo que realmente somos, con el lenguaje no solamente se construye sino también se puede destruir, se puede engañar, se pueden construir máscaras, se puede corromper; en extremos opuestos se puede amar y se puede odiar con el mismo código lingüístico.

Hasta ahora llevamos que el lenguaje expresa, construye, revela y destruye;

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