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FUNDAMENTO FILOSOFICO DEL POSITIVISMO Y NEOPOSITIVISMO EN INVESTIGACIÓN


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2016  •  Ensayos  •  2.213 Palabras (9 Páginas)  •  333 Visitas

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CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO EDUCACIONAL A.C.

CENTRO DE ESTUDIO DE POSGRADO

“LEV VIGOTSKY”

MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN CON ESPECIALIDAD EN DESARROLLO DE HABILIDADES INTELECTUALES

ASIGNATURA: FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

DOCENTE: DR. FERNANDO OLAYA CASTRO

ACTIVIDAD: FUNDAMENTO FILOSOFICO DEL POSITIVISMO Y NEOPOSITIVISMO EN INVESTIGACIÓN

REALIZÓ: PSIC. JENNY MAYTÉ PÉREZ LÓPEZ

OCTUBRE DE 2012

FUNDAMENTO FILOSOFICO DEL POSITIVISMO Y NEOPOSITIVISMO EN INVESTIGACIÓN

Desde el inicio de los tiempos el hombre ha sentido una imperiosa curiosidad por lo que sucede a su alrededor, esa curiosidad lo ha llevado a desarrollarse tanto física como intelectualmente y mientras más ha evolucionado mayor es su necesidad de conocer el universo. Poco a poco el ser humano fue dando sentido a su realidad, primero a través de la Filosofía, cuyos principales pensadores han marcado la pauta para la investigación, posteriormente a través de las diferentes disciplinas que surgieron a raíz de ella y finalmente a través de las CIENCIAS.

La filosofía ha tenido el objetivo de “explicar las cosas, dar razones, justificar lo que se hace” (Camps, 1994) por medio de hacerse y contestarse preguntas importantes, cultivando la admiración por el mundo, reflexionando sobre la conducta propia y ajena. De este importante orden surgen la Axiología, la Epistemología y la Ontología que se encargan de cuestionarse acerca de los valores, el conocimiento y el ser respectivamente. Posteriormente surgen las Ciencias Naturales y las Ciencias Humanas (que a la postre obtuvieron el nombre de ciencias sociales).

Las ciencias necesitan conocer la realidad tal cual es, por lo que dejaron de lado los métodos filosóficos para la obtención de las verdades, nace entonces el <> en las ciencias naturales, que llevo a los diferentes autores a identificar causas y efectos, de tal manera que los fenómenos son explicados, reproducidos y verificados. Sin embargo las ciencias sociales, por la naturaleza de su estudio, optaron por otros métodos menos concluyentes como la <> puesto que estos métodos son realizados por un sujeto (con todo su bagaje cultural, ideología, sentimientos y cierto nivel intelectual, incluso socioeconómico) no podemos confiar plenamente en sus conclusiones, además de que los hechos únicamente son explicados, jamás reproductibles o verificables.

Según Mardones y Ursúa (1982) el método utilizado en las ciencias empíricas, denominado <> no nos lleva a conocer la verdadera realidad ya que se utiliza la inferencia para pasar de un enunciado singular a uno universal, o sea, que podemos estudiar un fenómeno o una parte de él, bajo determinadas condiciones y que a través de estos resultados generalizamos y damos por sentados las causas y las consecuencias de dicho fenómeno; pero, como el fenómeno fue estudiado bajo ciertas condiciones se corre el riesgo de que las generalizaciones sean falsas. Por lo tanto, según Comte, es necesario que se introduzca otro método más factible para finalmente otorgar la veracidad necesaria a estas ciencias.

En el presente trabajo se analiza la postura positivista desde el punto de vista de sus principales representantes en la Sociología, así mismo se desglosa el <> y como ha sido introducido en las Ciencias sociales, el objetivo de este trabajo es dar fundamento al paradigma cuantitativo que se va a manejar a lo largo del curso de la maestría, conocerlo a profundidad para poder desarrollarlo adecuadamente y de esta forma cumplir con la tarea investigativa del docente.

  En primer lugar, el conocimiento positivo se refiere a lo real, a los hechos, a lo que se constata con la experiencia sensible externa. Por lo tanto, su objeto está en las leyes que rigen a los fenómenos. (Bunge, fecha). Desde los tiempos de Galileo se le ha tratado de dar a la ciencia el carácter de “dominio y progreso material” (Mardones y Ursúa, 1982), poco a poco la búsqueda de conocimiento encontró este destino en las Ciencias Naturales donde se expandió y posteriormente impactó a las ciencias Sociales.

Durkheim asentó las bases de un análisis de los hechos sociales según el paradigma Positivista de Comte, el último fue el que introdujo este paradigma al estudio de la Sociología y fue padre de dicha disciplina que apuntaba a ser ciencia. Las metas del positivismo son la precisión y la certeza, estas metas debían ser llevadas a las ciencias sociales.

        La segunda característica del positivismo es su intención práctica: “Saber para prever, prever para proveer”. El positivismo quiere mantenerse dentro de un nivel relativo, y rechaza el conocimiento absoluto, “El único principio absoluto es que todo es relativo” (Bunge, fecha). Por lo tanto los estudiosos de las ciencias sociales deben estar preparados para no dar por terminado un conocimiento, las teorías son refutables y por lo tanto perfectibles desde esta perspectiva, además es necesario que los resultados sean fuentes de predicción del comportamiento humano y social ya que esta es la finalidad de la ciencia.

        El hombre ha logrado una explicación de los fenómenos, ateniéndose exclusivamente a los datos proporcionados por la observación, siempre constatables, se han elaborado leyes que relacionan unos fenómenos con otros. Es decir, este triple carácter: realista, práctico y relativista, le da al positivismo la facilidad que debe poseer todo sustituto de la Filosofía.

El positivismo se instala como una Filosofía, consistente en la síntesis y ordenación de los poderes adquiridos en las demás disciplinas. De esta manera la ciencia está completamente basada en la realidad y era la intención de Comte y de Durkheim aplicarlo al análisis de los hechos sociales.

La tarea principal a realizar es descartar sistemáticamente las pre-nociones, las pre-nociones son ideas que están más próximas a nosotros y más a nuestro alcance que las realidades a las cuales corresponden, tendemos naturalmente a ponerlas en lugar de estas últimas, y a convertirlas en la sustancia misma de nuestras especulaciones (Mardones y Ursúa, 1982). El objeto de estas representaciones es armonizar nuestros actos con el mundo, sin embargo, pueden resultar teóricamente falsas. Es decir, las ideas que tenemos sobre el mundo, desde nuestro particular punto de vista no pueden ser fundamento de una ciencia, por lo tanto es necesario desechar sistemáticamente dichas especulaciones.

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