Filosofia. La felicidad

4. Teniendo en cuenta la alegoría que nos presenta Platón, sabemos que éste trata de explicar cómo el ser humano debe de “salir” de la cueva (ignorancia total o parcial) de la que se encuentra, en busca la verdad. Sin embargo, como bien demuestra este relato, el impulso de querer rebelarse contra lo impuesto o dictado para encontrar la verdad, se encuentra en cada uno. Esto lo podemos observar cuando el que logra salir de la caverna y, al cabo de un tiempo de permanecer en el exterior maravillándose con ese mundo tan nuevo, regresa a buscar a las otras personas que se encontraban allí con la intención de querer enseñarles todo lo que aprendió, pero estos se niegan por una cuestión de comodidad. Claramente este texto hace referencia a que la única prisión o “caverna” se encuentra dentro de nosotros, en nuestra mente, y por ende el querer salir de esta depende de nosotros, o más bien, de cada uno.

Esto a su vez, se relaciona con la Mayéutica socrática debido a que esta consta de la refutación por parte del maestro al alumno, para que sea éste el que encuentre la respuesta. Según Sócrates, la verdad y el conocimiento están dentro de uno mismo, solo que al encarnar en esta vida lo olvidamos. Es por ello que esta técnica de aprendizaje busca que cada persona piense, razone para de esta manera salir de su propia “caverna” en busca de lo que es certero o correcto.

Es aquí donde podemos relacionar el razonamiento con la perfección del uso de la razón que, según Aristóteles es uno de los métodos para llegar a conseguir el fin último de la vida humana, la felicidad. Recordemos que este filósofo sostiene que se llama “virtud” al término medio de dos vicios, uno por defecto y uno por exceso. Aristóteles cree que para que una persona sea “virtuosa” debe de perfeccionar la función propia del ser humano, la razón. Cree que todos nuestros actos deben de ser virtuosos, es decir, deben de constar de un uso moderado y controlado de los placeres con el objetivo de dirigirse, encaminarse o tener un “fin supremo”, este fin o bien supremo sería la felicidad.

6. Hobbes:

• La vida es una incansable búsqueda de los medios para permanecer en la existencia.
• Las fuerzas que mueven al hombre son las pasiones. Éste tiene dos objetivos básicos: favorecer la vitalidad y evitar perjudicarla.
• Tres causas principales de riña en la naturaleza del hombre: competición, inseguridad y gloria.
• Fin de la idea de un contrato: Individuos renuncian a su poder para cederlo a un soberano que garantice la seguridad y cuyo poder será indivisible irrevocable y absoluto. Ya que el ser humano es “malo por naturaleza”. El pacto firmado es irrevocable, es decir, no puede romperse, pues al haberse entregado todo el poder, se entrega también la capacidad de romperlo. Y puesto que tal pacto en nada cambia la naturaleza de los firmantes, que siguen siendo egoístas, el soberano elegido habrá de gobernar, si fuera necesario, mediante el terror y la violencia para mantener el inseguro orden social.
• El individuo otorga al Estado sus derechos externos y conserva el derecho a la vida y el derecho a la propiedad.

Rousseau:

• El hombre es completamente libre en cuanto a sus relaciones con los demás, sin embargo, en su fuero interno es gobernado por sus instintos
• Se Legitima por medio del consenso Es un pacto de adhesión voluntaria que permite al individuo salir del estado natural de desprotección a cambio de otorgar al Estado sus libertades externas.
• El ser humano es “bueno por naturaleza”. Su estado de naturaleza se caracteriza por la libertad, la igualdad y la bondad. (inocencia)
• Necesidad de contrato social: la sociedad, si bien garantiza ciertas necesidades básicas, corrompe a los humanos al lanzarlos en competencia mutua. Una vez abandonado el estado de inocencia originaria no cabe vuelta atrás, y solamente un acuerdo entre ciudadanos puede llegar a mitigar las desastrosas consecuencias de una sociedad corruptora.

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