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La filosofía y la Felicidad


Enviado por   •  28 de Febrero de 2018  •  Trabajos  •  1.782 Palabras (8 Páginas)  •  153 Visitas

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EN BUSCA DE LA FELICIDAD

Para empezar, voy a hablar de mi definición de la felicidad, lo que es para mí, y luego daré la definición exacta que nos da la RAE:

  • Mi definición: para mí la felicidad es el sentimiento en el que te                                                                   encuentras bien en todos los aspectos de la vida, con la familia, los amigos, el trabajo, contigo mismo, con las cosas que haces, etc.

También creo que es un sentimiento que no puede durar eternamente, porque siempre habrá alguna cosa que no vaya todo lo bien que puede ir, o cosas ajenas a uno mismo que lo impiden. Pero lo que sí que creo es que la felicidad es un sentimiento que cualquier persona puede llegar a tener en algún momento de su vida.

  • Definición de la Rae: 

1. Estado de grata satisfacción espiritual y física.

2.  Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a         hacer  feliz.

3.  Ausencia de inconvenientes o tropiezos.

La filosofía busca el saber por el saber y también saber a vivir bien.

Ya desde los primeros filósofos, había interés no solo por saber, sino también por averiguar cómo conseguir ser felices. Algunos presocráticos plantearon alguna cuestión relacionada a esto, pero Sócrates en el siglo V aC, se dirigió más hacia temas más relacionados con el ser humano y no tanto a la cosmología.

Teniendo en cuenta el hecho de que todos los humanos queremos ser felices, la cuestión es, ¿qué debemos hacer, de manera individual y conjunta, para poder serlo? ¿cómo podemos organizar la sociedad para que sea justa y nos permita vivir bien?

Después de Sócrates, vino Platón, Aristóteles y las escuelas filosóficas postaristotélicas como la epicúrea, la cínica y la estoica, que lo que querían era crear un “ideal de sabio”, sabiendo que se llama sabio al que posee un conocimiento de la verdad, pero también sabe vivir bien, sabe ser feliz.

Entonces llegamos a la conclusión de que la filosofía desde sus orígenes se enfrenta a la doble tarea de saber por saber y saber vivir bien.

¿La felicidad es un mito?

«La filosofía de la felicidad es una cáscara vacía cuando la felicidad se ha separado de los contenidos metafísicos que le dieron origen. Y a esta confusión contribuyen los abundantes libros, que arrojan sucesivamente al mercado las editoriales, titulados filosofía de la felicidad, escritos generalmente por profesores de filosofía que meten en el mismo saco, con objeto de llenar el cupo de páginas concedidas, una exposición de Epicuro y una de Aristóteles, a Santo Tomás y a Bertrand Russell, como si todos ellos fueran respuestas alternativas a una misma cuestión previa y exenta: la Idea de la Felicidad humana.» (Gustavo Bueno, El mito de la felicidad, 2005)

Las dos grandes teorías sobre la felicidad son las que corresponden a Aristóteles y a Santo Tomás:

- Aristóteles afirma que «la felicidad y el bien supremo constituyen el verdadero fin de la vida», «vivir según piden las virtudes». Sin embargo, «como la felicidad es el bien por excelencia y constituye un fin en acto, se sigue de aquí, que, viviendo según pide la virtud, somos dichosos y gozamos del bien supremo. Consecuencia de esto es, que como la felicidad es el bien final y el fin de la vida, es bueno tener en cuenta que sólo puede realizarse en un ser completo y perfectamente finito». No puede haberla en el niño, sino «en un tiempo completo y consumado, y por tiempo completo entiendo el que abraza la vida entera del hombre» (La Gran Moral, libro primero, capítulo IV.)

Pero eso equivale a señalar que el hombre sólo podría ser feliz una vez que la vida ha llegado a su fin. Entonces, la felicidad, será algo propio de los héroes y de los dioses, los «bienaventurados», no siendo posible para el hombre alcanzar la felicidad salvo por analogía; la propia existencia del Acto Puro demuestra la inconmensurabilidad del hombre con Dios: «La existencia en los dioses es toda dichosa; en cuanto a los hombres sólo es dichosa en cuanto es una imitación de este acto divino», como señala Aristóteles en el Libro X de la Ética a Nicómaco. Y como resalta en la Metafísica, « Sólo por poco tiempo podemos gozar de la felicidad perfecta. Él la posee eternamente, lo cual es imposible para nosotros. El goce para él es su acción misma. [...] Este carácter divino, al parecer, de la inteligencia se encuentra, por tanto, en el más alto grado de la inteligencia divina, y la contemplación es el goce supremo y la soberana felicidad» («Del primer motor. De Dios», Aristóteles, Metafísica, Libro XII, 7)

- Sin embargo, la teoría de Santo Tomás, pese a mantener muchos rasgos aristotélicos, se desenvuelve en el ámbito de un cristianismo que cambia por completo la concepción: ahora el hombre es imagen de Dios, y por lo tanto la vida del cristiano es la vida feliz. La beatitud es una virtud que aleja al hombre de los vicios mundanos y temporales. Dice que todo hombre, por el mero hecho de ser cristiano, es feliz: «para la perfecta beatitud se requiere que el entendimiento alcance la misma esencia de la causa primera. De esta suerte logrará la perfección por la unión con Dios, como su objeto, en el cual únicamente está la bienaventuranza del hombre» (Summa Theologica, I-II q. 3 a. 8).

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